El ALBA es el instrumento político - ideológico de solidaridad. / Entrevista a Vidal Cisneros, dirigente del PSUV


Mariátegui
Foto: Mariátegui
Desde Caracas
23/07/09

Vidal Cisneros es dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y diputado del Parlamento Latinoamericano. La revista Mariátegui lo entrevistó para analizar el asilo de Manuel Rosales en Perú, el caso Globovisión, la reinscripción de militantes en el PSUV y la cancelación en la OEA del veto a Cuba.

- Pasada varias semanas del asilo que el gobierno peruano le concediera al prófugo de la justicia venezolana Manuel Rosales ¿Cuál es su posición al respecto?

- Todos los venezolanos patriotas, nacionalistas que creemos en la soberanía y en la integración estamos dolidos con el gobierno peruano, por la conducta que ha venido asumiendo el régimen de Alan García reiteradamente para darle asilo a cuanto delincuente convicto y confeso lo ha pedido en su país. Pensamos que la política de asilo manejada de esta manera es penosa, contra la ética política, no podríamos aceptar darle a silo a personas que se sabe completamente que han cometido delitos comunes en sus países. En el caso de Rosales debemos recordarle al pueblo peruano y a su gobierno que es un delincuente confeso por corrupción, no sale de Venezuela porque haya sido acusado por pensar distinto al presidente Chávez o a la Revolución Bolivariana.

Sale de Venezuela porque huye cobardemente al haberse enriquecido con el dinero del pueblo. Por eso a nosotros nos produce indignación, rechazo, nos parece que la política peruana está siendo errada con respecto a este tema, no solamente con Venezuela también en el caso de Bolivia -ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada- se comprueba la misma situación. Los peruanos debería estar informados de esta realidad y exigirle a su gobierno que rectifique esta política para que los entregue a la justicia de sus países. Lo mismo que ocurre con Posada Carriles, que está convicto y confeso como terrorista y lo asilan en EE.UU.. La última cuestión que se ha sabido -producto del posible atentado contra el Presidente Chávez en El Salvador- es la posible participación de Manuel Rosales con sus lacayos aquí en Venezuela, que están planificando el asesinato de Hugo Chávez.

- Las últimas semanas en Caracas se ha hablado del tema Globovisión. El presidente ha dicho que se vana tomar medidas. ¿Estas deben ser específicamente con Globovisión o con todos los medios que no cumplen las leyes, la Constitución venezolana y promueven golpes de Estado y magnicidios?

- El caso de las televisoras lo venimos manejando con mucha cautela. Nosotros sabemos que en caso de los medios de comunicación, son grandes empresas transnacionales que dominan toda esta situación. Que son empresas de comunicación que tienen intereses conjuntos y que impiden solidariamente que se les acuse por una manipulación mediática que vienen haciendo a la opinión pública nacional e internacional. En el caso de Globovisión desde hace años viene con una campaña en contra de la Revolución Bolivariana -está en su derecho de tenerla, aunque actúa como un partido político, pero puede tenerla- lo malo es cuando incita al odio, al delito cuando incita a que se tomen medidas en contra de un presidente legítimo, elegido por el pueblo venezolano. Ese es el rechazo que existe con respecto a la política de los medios de comunicación y no a las opiniones diversas que puedan tener. Todos tienen derecho a tener la opinión que le sea conveniente de acuerdo a sus intereses. Lo que apreciamos nosotros es, que esto sea ha convertido en una campaña internacional apoyado por la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) que es un gran conglomerado de poder político.

Los venezolanos no podemos aceptar que esta situación se mantenga, el pueblo rechaza que desde un medio de comunicación, que es un espacio público nacional -desde la frecuencia que el Estado ha concedido- se promueva una campaña tan sucia, tan deplorable con respecto a la democracia. La libertad de expresión que nosotros rescatamos, porque nosotros fuimos reprimidos en las décadas anteriores por haber opinado en contra de los gobiernos y no en una concesión de televisión. Opinábamos en pasquines, en las calles, en la lucha cotidiana y no podemos aceptar que se compare una cosa con la otra. Somos defensores de la libertad de expresión, más no de la manipulación mediática que está realizando este y otros medios de comunicación. Por ejemplo el periódico El Nuevo País financiado por la CIA desde hace muchos años, dirigido por Rafael Poleo y su hija en representación de los medios de comunicación masivos norteamericanos. Esa misma campaña esta sostenida en diversoos medios.

El candidato a gobernador al Estado de Zulia por el PSUV, Giancarlo Di Martino, está entregando pruebas del periódico La Verdad que está incitando al magnicido del presidente Hugo Chávez. Esta situación no se puede sostener en ningún país. En Perú, que un medio de comunicación trabaje públicamente contra el gobierno se puede entender, pero que llame al magnicidio de Alan García, nosotros no estaríamos de acuerdo con esto. Somos demócratas, humanistas, pensamos que un proceso de crecimiento de un pueblo parte del respeto a los derechos humanos, sociales, civiles y a la vida principalmente.

- ¿Cuál es el balance del proceso de reinscripción de militantes que ha realizado el PSUV?

- Desde 1997 cuando fundamos el Movimiento Quinta República (MVR), que fue un instrumento electoral para nosotros acceder al poder, empezó un trabajo sistemático de construcción del poder popular. Para nosotros en Venezuela fue más importante la construcción del poder popular que la construcción del partido, fue más importante preservar una revolución que preservar un partido o una sigla, que valieron mucho durante el proceso de construcción inicial. Pero ahora hemos decidido conformar el PSUV como instrumento político-ideológico para poder avanzar en esta revolución bolivariana y todo el esfuerzo lo estamos dedicando a esa construcción. Con todo ese instrumento que tenemos del MVR, la decisión del PSUV es de darle un instrumento político-ideológico al partido que dirija y conduzca este proceso revolucionario. No estamos acostumbrados a ser dirigidos a trabajar orgánica y militantemente por un partido, pero tenemos la necesidad como han dicho todos los líderes históricos de la revolución, que sin un partido no puede haber revolución.

Necesitamos un partido que pueda coordinar, defender, orientar y organizar al pueblo. En el PSUV pasó por primera vez en sus inicios con una inscripción aluvional de mucha gente y la propia dinámica ha ido perfeccionando la participación y construyendo los mecanismos que nos hacen falta para estar organizados. El último proceso de inscripción nos permite decantar a mucha gente que quizo participar, pero que no militó. Este proceso ha arrancado con mucha fuerza, estamos bastante alegres por la gran participación de la juventud. Hay muchos jóvenes que se están incorporando al Partido Socialista Unido de Venezuela y nos motiva a pensar que con este camino vamos a tener el partido más grande, mejor organizado y con mayor impacto político en América Latina, lo cual nos dará una fortaleza adicional a la revolución bolivariana. No sólo tenemos a un líder indiscutible de este proceso, sino que tendremos un partido y al poder popular organizado para sostener a esta revolución.

- ¿Es más difícil organizar un partido de izquierda cuando se está en el poder?

- Hay una doble combinación. Tenemos una primera parte, el presidente es el líder de ese partido que ha convocado a la gente. Se está inscribiendo la gente que está organizada en misiones, consejos comunales, administración pública, estudiantes, campesinos e indígenas. Hay un confluencia de gente organizada que está incorporándose al partido. Sobre todo vecinos, como el caso de mi Batallón de la Parroquia Altagracia en Caracas, somos del mismo territorio que vemos el interés en mejorar nuestra comunidad y participación, en formarnos política e ideológicamente para poder aceptar la dura batalla que tenemos por delante. Entonces, es una confluencia de gente que no implica sino el deseo de ser activo políticamente para transformar la realidad.

- ¿Que significó para América Latina que la OEA haya eliminado la suspensión de Cuba?

- Es un momento histórico. Estamos cubriendo un periodo de 47 años de injusticia y empieza a ser reivindicada la justicia en América Latina producto de una propuesta del ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de América Latina), que fue aceptada hasta por los EE.UU. y Canadá que eran opositores de esta, lo que permitió construir un consenso para reivindicar al pueblo cubano y a su gobierno. Me imagino a Fidel Castro quien ha vivido casi 60 años de la lucha revolucionaria en América Latina y poder ver que ha sido excluido, por una conducta solidaria con todos los pueblos del mundo. Haber construido una plataforma de solidaridad que en los momentos de mayor crisis en los noventa, Cuba la mantuvo. Cuando los ministros, los presidentes y los cancilleres reconocen que el papel de Cuba ha sido fundamental en América Latina. Esa reivindicación no se dio por una cuestión de suerte, sino por la consecuencia del comandante Fidel Castro con Raúl hoy en la presidencia y de ese pueblo organizado.

Este es un momento histórico, estoy feliz de poder disfrutar de lo que ocurre en América Latina, no solamente de Venezuela. Hemos sido hace diez años -quizá- los pioneros de esta nueva etapa de lucha y crecimiento, que Cuba la venía trayendo durante años. Y que esta empezando a crecer -por ejemplo- en pueblos como el peruano y a buscar un camino distinto. Esas comunidades indígenas de la sierra, los campesinos cocaleros, ese grupo humano de peruanos que están exigiendo un cambio, que se da en Bolivia, Ecuador, Nicaragua.

Estoy orgulloso de ver a Manuel Zelaya, presidente de Honduras, con una actitud digna llamando a los EE.UU. a que tome finalmente posición con respecto a América Latina, que dejen la explotación, que de verdad permita que los pueblos sean soberanos y que no haya injerencia.

Este mundo que estamos viviendo que cuando uno era niño decía, quiero luchar por un mundo mejor y sacrificamos tiempo, estudio, familia. Ahora estamos creciendo hacia esta perspectiva.

- Este punto de quiebre de la resolución a favor de la Cuba en la OEA ¿Servirá para fortalecer sistemas como el ALBA?

- Claro, porque el ALBA es el instrumento político - ideológico de solidaridad. Es como decir, vamos construyendo un mundo distinto a partir de que todos somos iguales, que yo tenga petróleo y tu tengas papa, por eso yo no valgo más que tu, así no funciona el ALBA o como Haití que tiene todo nuestro apoyo. Ese es el mundo que estamos construyendo.

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