Norton Contreras Robledo / poetasdelmundo.com - Mariátegui
15/09/09
En la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos, suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad.
Como la vida y obra de Salvador Allende. Sobre todo en el Chile de hoy cuando los que fueron sus compañeros del partido socialista de Chile, han dejado de lado su ejemplo, su legado político. Y se han amputo ideológicamente la mano izquierda para firmar con la derecha, leyes y decretos que favorecen a las clases dominantes, a los capitalistas tanto internos como extranjeros. Aplican la ley de seguridad nacional heredada constitución pinochetista, para reprimir a los trabajadores, y encarcelar a los representantes del pueblo mapuche. En esta situación política,la imagen del Presidente héroe, del revolucionario consecuente, leal a sus ideas, principios morales y políticos. Nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico lo mágico supera a la realidad 'La irrealidad” de un presidente leal a la promesa hecha a su pueblo, combatiendo, luchando, entre el humo, las llamas y la metralla [ el 11 de septiembre de 1973] defendiendo el derecho que el pueblo y los trabajadores le había dado. Defendiendo el gobierno de la unidad popular y las ilusiones y deseos de construir en Chile lo que el denominaba el socialismo a la chilena con sabor a empanada y vino tinto. Defendiendo una constitución usada para destituir a ministros y frenar el avance del gobierno. Defendiendo un parlamento en el que los partidos de derecha se habían entregado a la sedición golpista, apoyada y financiada por el imperialismo norteamericano.
Cuando vemos su imagen, cuando leemos, oímos su voz valiente y serena en las que fueron sus ultimas palabras al pueblo de Chile. Nos parece tan irreal que por momentos lo fantástico lo mágico supera a la realidad. Pero es la realidad quien se encarga de recordarnos y decirnos que Salvador Allende. Es real y está presente en las luchas de los pueblos.
La Lucha Continua *[1]
I
Hace más de tres décadas
en este largo y angosto país,
íbamos soñando por la vida,
trabajando, cantando,
sembrando esperanzas, futuro,
ilusiones, Chile libre solidario,
alborada, rojo amanecer,
vía al socialismo.
Desde el norte del continente,
en los Estados Unidos de América,
los halcones de la guerra,
las grandes empresas transnacionales
al igual que la derecha política chilena,
vieron tocados sus intereses, su poder
político y económico.
Entonces se confabularon, se asociaron,
fueron los cuatros generales liderados por
Pinochet, lacayos e instrumentos.
El 11 de septiembre de 1973,
dieron el golpe de estado.
I I
Llegaron al alba, escondidos en las
Últimas sombras de la noche, en la cobardía.
Vestían uniformes de traidores.
Las caras camufladas con pintura.
Aliento nauseabundo de bestias asesinas,
contaminado el aroma de la primavera,
infectando las brisas de septiembre.
Ojos metálicos, muerte reflejada en las pupilas.
Las armas que portaban
disparaban balas contaminadas
por el odio,
ráfagas de venganza
acumuladas, guardadas
meses, años, siglos de rencores
acrecentados en los tres años
de gobierno de la Unidad Popular,
Salvador Allende, compañero presidente,
pueblo, abrazado a la
cintura delgada de la patria,
destino tomado en sus manos.
De norte a sur, habríamos surcos
en la tierra, sembrando semillas.
La patria daría los frutos
a todos sus hijos germinales.
I I I
Llegaron agazapados en la oscuridad,
rompiendo los secretos de la noche,
exterminando vidas inocentes,
destruyendo todo a su paso,
sueños, ilusiones, futuros.
Declararon la guerra
a un pueblo desarmado.
¡Cobardes! …¡Traidores a la Patria!
Los que tuvieron a la patria prisionera,
los torturadores y asesinos,
andan...caminan libres por las calles.
¡No los queremos libres!
su lugar es la cárcel.
¡Que no queden impunes!
ni protegidos por la infame amnistía
IV
Declararon ilegales a las organizaciones
sindicales y sociales,
a los partidos políticos de izquierda.
Detuvieron, torturaron, asesinaron,
hicieron desaparecer a sus dirigentes
y militantes.
Se autoproclamaron defensores
de los intereses de la patria,
al mismo tiempo entregaban
los recursos y riquezas nacionales
a empresas extranjeras y
privatizaban los bienes del estado,
patrimonio de todo el país.
Declararon la guerra a quienes
denominaron terroristas,
al mismo tiempo que los terrorista
de extrema derecha:
Patria y Libertad y del
comando Rolando Mato,
pasaban a ser sus colaboradores y asesores.
Quemaron libros, censuraron las ideas,
el arte, la cultura, el canto, la poesía,
en la barbarie hasta los
instrumentos de música andina
fueron declarados subversivos
V
La voz valiente, serena, metálica.
Compañero presidente Salvador Allende,
nos llegó a través
del ruido de los tanques y aviones:
Pagaré con mi vida la defensa de principios
que son caros a esta patria.
Caerá un baldón sobre aquellos que han
vulnerado sus compromisos,
faltado a su palabra, roto la doctrina
de las Fuerzas Armadas.
Sigan ustedes sabiendo que,
mucho más temprano que tarde,
se abrirán las grandes alamedas
por donde pase
el hombre libre,
para construir una sociedad mejor.
Las brisas de septiembre,
sembraron en la primavera
el canto libertario y valiente
de Víctor Jara.
Somos diez mil manos menos
que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del compañero presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
Manuel Rodríguez, guerrillero heroico,
voz del pasado haciéndose presente.
¡Aún tenemos patria ciudadanos!
Miguel Henríquez, revolucionario
consecuente,
héroe de la patria en resistencia,
guerrillero urbano caído en combate,
nos hace ver el pasado, presente y futuro
de los tiempos de amor y de guerra.
La lucha será larga y difícil.
Recién comienza. Hemos recibido algunos
[golpes.
Los hemos superado. Más golpes vendrán.
Sabemos que en esta lucha se nos puede
[ir la Vida,
pero la continuaremos hasta la Victoria final.
VI
El pueblo, sus partidos, sus organizaciones,
fueron reconstruyéndose.
El ejemplo de los héroes, la sangre derramada
germinó en la conciencias.
Renació en organizaciones, rebelión popular.
El pueblo en lucha fue ganando
espacios libertarios.
Cadenas rotas, patria liberada.
Los que más lucharon están
al margen de las decisiones,
no están representados en el Congreso.
El Gobierno no ha cambiado
la ley electoral-binominal
heredada de la dictadura.
¡El pueblo es nuevamente marginado!
En el gobierno de la Concertación,
el Partido Socialista de Chile,
el Legado político del presidente
Salvador Allende ha traicionado.
Están en alianza con los que promovieron,
apoyaron la infamia y la traición.
Hoy dan amnistía a los torturadores
y asesinos.
A los dirigentes del pueblo Mapuche que
luchan por sus tierras,
les aplican la ley de seguridad nacional.
Los tienen en la cárcel
pretender silenciar
las voces libertarias
que desde hace más 500 años no se acallan.
A los chilenos que viven en el exterior
les niegan el derecho universal del voto.
VII
Hoy avanza la unidad de los más consecuentes,
desde el vientre del pueblo,
desde las profundidades de la vida,
emerge como desde años centenarios
el pueblo en lucha,
retoman el legado de los que ayer cayeron.
La agresión, la represión con que las fuerzas
policiales enfrentan a los que se manifiestan
por sus derechos,
deja en claro que las grandes alamedas
siguen cerradas para el pueblo.
Pueblo Alzao, la lucha continúa,
canciones, consignas, enfrentamientos.
banderas rojinegro al cielo enarboladas.
Las gentes en las calles,
luchando por abrir las grandes
alamedas para el pueblo.
Las luces del futuro se reflejan en sus ojos,
una estrella de fuego ilumina sus frentes,
van cantando canciones,
sembrando poesía,
construyendo los cimientos
de una roja alborada.
*[1] Del Poemario Cantos en tiempos de amor y de guerra.
Primera edición: septiembre de 2008
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