Perú: Hoja de Coca, militarización y despenalización de la marihuana / Entrevista a Baldomero Cáceres Santa María
Yásser Gómez / Mariátegui
31/12/09
Mariátegui. La revista de las ideas, entrevistó al psicólogo social, Baldomero Cáceres Santa María, quien analiza los avances de la defensa de la hoja de coca en las Naciones Unidas, la militarización en América Latina, la diferencia entre drogas sintéticas con las plantas psicoactivas y el inicio en el Perú del combate organizado por la despenalización de la marihuana.
- Con la lucha de Bolivia, liderada por Evo Morales ¿Se ha logrado alguna modificación favorable a la hoja de coca en las Naciones Unidas?
- En realidad esta convención no ha sufrido ninguna modificación importante, ha sido complementada con otras convenciones. Hay una la de Viena (1988), en la cual se repara que hay que respetar los usos tradicionales ahí donde exista evidencia histórica. Esa es la situación hasta ahora, pero lo que ha solicitado Evo Morales no modifica nada mayor, puesto que incluso en la primera convención ya se hablaba de que había que respetar los usos tradicionales. En el fondo lo único que ha desaparecido es la amenza de la ley, nada más, en caso de que lleguen a modificarlo, porque todavía está en proceso. Me parece que es demasiado nadar para morir en la playa, no toda la herencia de la coca se acaba ahí. Ahora que inician su segundo periodo es posible que tengan una agenda distinta.
- Salvo el caso de Evo Morales como presidente de Bolivia y que tiene voz y voto en las Naciones Unidas-. ¿Hay otras formas desde la sociedad civil para empujar esto o todo pasa siempre por los gobiernos?
- Todo tiene que pasar por las manos de los gobernantes, pero la sociedad civil puede hacer un montón para crear el ambiente que decida a quienes toman decisiones para cambiar la línea política. Por ejemplo, la esperanza que tengo de la defensa del cañamo (marihuana) en Lima, me parece que es una acción que puede ser eficaz para cambiar el contexto, la opinión pública, igual que en el caso de la hoja de coca cambió. Hace treinta años estaba estigmatizada, había reuniones en las que asistía el ex presidente Fernando Belaúnde con psiquiatras de Lima y hablaban del daño que le causaba a la raza. Hoy ya no se le ocurre a nadie organizar una reunión de ese tipo, ¿Por qué? porque circuló nueva información. Se sabe que cambiar una actitud demanda cambiar la información, una vez que cambia la información cambia la actitud. Entonces hay que hacer una campaña fuerte de información respecto al cañamo (marihuana) y yo diría que también a todo lo que son los opiáceos, que también deberían de volver a normalizarse su uso con todos los beneficios médicos que se les reconoció en el siglo XIX. Y que a la larga la solución de este problema mal planteado de las drogas, puede traer la paz a muchas partes del mundo como Afganistán, Medio Oriente, el área andina, porque es el origen de la guerra en estos lugares.
- A propósito de la guerra contra las drogas promovida por los EE.UU. ¿Cuál es tu análisis sobre la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia, Panamá y el mismo Perú?
- Me sorprendió el otro día que el señor Aranson al exponer todo el problema con los EE.UU., no se refirió a que la teología que acompaña a toda esta presencia militar en América Latina es justamente el tema de las drogas. Es decir, es una justificación en términos de salud pública para lo cual imponen bases militares con la idea de seguirnos dominando, porque -según ellos- somos su patio trasero. Entonces quieren expandir su presencia en nuestro territorio con los límites que actualmente se imponen, pero tampoco creo que se les ocurra realizar alguna agresión mayor.
- En el tema de las legalización de las drogas naturales como la marihuana, siempre hay un sector conservador que se opone a esta...
- Yo no lo llamaría drogas naturales sino plantas psicoactivas, porque llamarle droga es justamente un problema de la ley. Entonces ahí el uso, si hay una planta se convierte en un drogadicto, mientras que sin esta ley que penaliza, simplemente sería un aficionado a la planta. Ahora que existan sectores conservadores, por supuesto que existen y a veces estos sectores están dentro de la izquierda en este tema. Con frecuencia me he encontrado con gente de la izquierda que le hacen ascos al tema de la drogas, lo cual me parece totalmente absurdo, pues es un medio fácil de poder cambiar la sociedad en lugar de buscar caminos de intrincados ideológicos o de lo que fuere. De modo que no me asustan los sectores conservadores, creo que muchos son así por ignorancia y esta se puede corregir con una campaña informativa previa.
- ¿Cuál es la diferencia entre las plantas naturales y las drogas sintéticas?
- El ejemplo era de la morfina y las endorfinas, se descubrió en los setenta que el cuerpo producía su propia endorfina que llegaba a los mismos receptores a los cuales llega la morfina. Pero esa endorfina se produce en ciertas situaciones traumáticas, mientras que la morfina asegura los efectos de esa endorfina permanentemente. Me dicen entonces para que consumir más morfina, -opio yo diría porque es la forma más natural- si acaso el propio organismo no lo produce. Sí, pero cuando hay situaciones extremas. Pero para los dolores diarios, para el malestar, para lo que fuera, el opiáceo debería estar en el botiquín familiar en forma de laudano, que era diluido en alcohol, se tomaba por gotas y que tranquilizaba el dolor a otros les hacía dormir. En fín tenía una serie de utilidades médicas que debería de volver a las farmacías también. Lo doy como ejemplo de que la sustancia natural está acreditada por tradiciones milenarias, es más segura que los actuales fármacos sintéticos, de los que no se tiene la mayor experiencia de los efectos laterales y acumulativos que pudiera tener.
- Sobre la cocaína tienes una propuesta para que esta se convierta en un producto farmaceutico...
- Por supuesto, la farmaceutica regional podría recurrir a la cocaína para integrarla al medicamento con dosis, -de por ejemplo- recomendaciones de las pastillas para la garganta que existían hace cinuenta años, también la anestesia para los ojos, en fin podrían emplearlo. Y de hecho la farmaceutica norteamericana emplea cocaína, creo que ningún laboratorio nacional trabaja con cocaína.
- En Lima se está forjando un movimiento de jóvenes que quieren dar la batalla por la despenalización de la marihuana...
- Es un grupo bastante numeroso de gente joven con el nombre de Legaliza Perú, ellos se conectaron por internet y en noviembre pasado realizaron una primera reunión informativa, donde me invitaron para hablar y están dispuestos a lanzar una campaña fuerte este verano. Están dando los pasos para constituir una personería jurídica y tienen el apoyo del Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos (CIDDHH) de Ricardo Soberón. El objetivo de este grupo con la marihuana es por el derecho al cultivo, es decir, que esta sea retirada del Código Penal, de tal manera que los usuarios puedan tener sus propios cultivos sin necesidad de entrar al mercado ilegal.
- Este sería un paso para conformar un movimiento más organizado y fuerte como ya existe en países como Argentina por ejemplo...
- Y es el inicio de algo, que en el caso de la hoja de coca ya ven ustedes el desarrollo que ahora tiene, todas las ferias de la coca. Un poco es hacer presente el cañamo (marihuana) y normalizar a partir de una modificación legal muy concreta que es retirar su cultivo del Código Penal. Entonces ese es el objetivo concreto a parte de la marcha del 20 de abril que por primera vez se va a celebrar en Lima y que creo que va a tener éxito.
31/12/09
Mariátegui. La revista de las ideas, entrevistó al psicólogo social, Baldomero Cáceres Santa María, quien analiza los avances de la defensa de la hoja de coca en las Naciones Unidas, la militarización en América Latina, la diferencia entre drogas sintéticas con las plantas psicoactivas y el inicio en el Perú del combate organizado por la despenalización de la marihuana.
- Con la lucha de Bolivia, liderada por Evo Morales ¿Se ha logrado alguna modificación favorable a la hoja de coca en las Naciones Unidas?
- En realidad esta convención no ha sufrido ninguna modificación importante, ha sido complementada con otras convenciones. Hay una la de Viena (1988), en la cual se repara que hay que respetar los usos tradicionales ahí donde exista evidencia histórica. Esa es la situación hasta ahora, pero lo que ha solicitado Evo Morales no modifica nada mayor, puesto que incluso en la primera convención ya se hablaba de que había que respetar los usos tradicionales. En el fondo lo único que ha desaparecido es la amenza de la ley, nada más, en caso de que lleguen a modificarlo, porque todavía está en proceso. Me parece que es demasiado nadar para morir en la playa, no toda la herencia de la coca se acaba ahí. Ahora que inician su segundo periodo es posible que tengan una agenda distinta.
- Salvo el caso de Evo Morales como presidente de Bolivia y que tiene voz y voto en las Naciones Unidas-. ¿Hay otras formas desde la sociedad civil para empujar esto o todo pasa siempre por los gobiernos?
- Todo tiene que pasar por las manos de los gobernantes, pero la sociedad civil puede hacer un montón para crear el ambiente que decida a quienes toman decisiones para cambiar la línea política. Por ejemplo, la esperanza que tengo de la defensa del cañamo (marihuana) en Lima, me parece que es una acción que puede ser eficaz para cambiar el contexto, la opinión pública, igual que en el caso de la hoja de coca cambió. Hace treinta años estaba estigmatizada, había reuniones en las que asistía el ex presidente Fernando Belaúnde con psiquiatras de Lima y hablaban del daño que le causaba a la raza. Hoy ya no se le ocurre a nadie organizar una reunión de ese tipo, ¿Por qué? porque circuló nueva información. Se sabe que cambiar una actitud demanda cambiar la información, una vez que cambia la información cambia la actitud. Entonces hay que hacer una campaña fuerte de información respecto al cañamo (marihuana) y yo diría que también a todo lo que son los opiáceos, que también deberían de volver a normalizarse su uso con todos los beneficios médicos que se les reconoció en el siglo XIX. Y que a la larga la solución de este problema mal planteado de las drogas, puede traer la paz a muchas partes del mundo como Afganistán, Medio Oriente, el área andina, porque es el origen de la guerra en estos lugares.
- A propósito de la guerra contra las drogas promovida por los EE.UU. ¿Cuál es tu análisis sobre la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia, Panamá y el mismo Perú?
- Me sorprendió el otro día que el señor Aranson al exponer todo el problema con los EE.UU., no se refirió a que la teología que acompaña a toda esta presencia militar en América Latina es justamente el tema de las drogas. Es decir, es una justificación en términos de salud pública para lo cual imponen bases militares con la idea de seguirnos dominando, porque -según ellos- somos su patio trasero. Entonces quieren expandir su presencia en nuestro territorio con los límites que actualmente se imponen, pero tampoco creo que se les ocurra realizar alguna agresión mayor.
- En el tema de las legalización de las drogas naturales como la marihuana, siempre hay un sector conservador que se opone a esta...
- Yo no lo llamaría drogas naturales sino plantas psicoactivas, porque llamarle droga es justamente un problema de la ley. Entonces ahí el uso, si hay una planta se convierte en un drogadicto, mientras que sin esta ley que penaliza, simplemente sería un aficionado a la planta. Ahora que existan sectores conservadores, por supuesto que existen y a veces estos sectores están dentro de la izquierda en este tema. Con frecuencia me he encontrado con gente de la izquierda que le hacen ascos al tema de la drogas, lo cual me parece totalmente absurdo, pues es un medio fácil de poder cambiar la sociedad en lugar de buscar caminos de intrincados ideológicos o de lo que fuere. De modo que no me asustan los sectores conservadores, creo que muchos son así por ignorancia y esta se puede corregir con una campaña informativa previa.
- ¿Cuál es la diferencia entre las plantas naturales y las drogas sintéticas?
- El ejemplo era de la morfina y las endorfinas, se descubrió en los setenta que el cuerpo producía su propia endorfina que llegaba a los mismos receptores a los cuales llega la morfina. Pero esa endorfina se produce en ciertas situaciones traumáticas, mientras que la morfina asegura los efectos de esa endorfina permanentemente. Me dicen entonces para que consumir más morfina, -opio yo diría porque es la forma más natural- si acaso el propio organismo no lo produce. Sí, pero cuando hay situaciones extremas. Pero para los dolores diarios, para el malestar, para lo que fuera, el opiáceo debería estar en el botiquín familiar en forma de laudano, que era diluido en alcohol, se tomaba por gotas y que tranquilizaba el dolor a otros les hacía dormir. En fín tenía una serie de utilidades médicas que debería de volver a las farmacías también. Lo doy como ejemplo de que la sustancia natural está acreditada por tradiciones milenarias, es más segura que los actuales fármacos sintéticos, de los que no se tiene la mayor experiencia de los efectos laterales y acumulativos que pudiera tener.
- Sobre la cocaína tienes una propuesta para que esta se convierta en un producto farmaceutico...
- Por supuesto, la farmaceutica regional podría recurrir a la cocaína para integrarla al medicamento con dosis, -de por ejemplo- recomendaciones de las pastillas para la garganta que existían hace cinuenta años, también la anestesia para los ojos, en fin podrían emplearlo. Y de hecho la farmaceutica norteamericana emplea cocaína, creo que ningún laboratorio nacional trabaja con cocaína.
- En Lima se está forjando un movimiento de jóvenes que quieren dar la batalla por la despenalización de la marihuana...
- Es un grupo bastante numeroso de gente joven con el nombre de Legaliza Perú, ellos se conectaron por internet y en noviembre pasado realizaron una primera reunión informativa, donde me invitaron para hablar y están dispuestos a lanzar una campaña fuerte este verano. Están dando los pasos para constituir una personería jurídica y tienen el apoyo del Centro de Investigación de Drogas y Derechos Humanos (CIDDHH) de Ricardo Soberón. El objetivo de este grupo con la marihuana es por el derecho al cultivo, es decir, que esta sea retirada del Código Penal, de tal manera que los usuarios puedan tener sus propios cultivos sin necesidad de entrar al mercado ilegal.
- Este sería un paso para conformar un movimiento más organizado y fuerte como ya existe en países como Argentina por ejemplo...
- Y es el inicio de algo, que en el caso de la hoja de coca ya ven ustedes el desarrollo que ahora tiene, todas las ferias de la coca. Un poco es hacer presente el cañamo (marihuana) y normalizar a partir de una modificación legal muy concreta que es retirar su cultivo del Código Penal. Entonces ese es el objetivo concreto a parte de la marcha del 20 de abril que por primera vez se va a celebrar en Lima y que creo que va a tener éxito.
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