El problema no es la insurgencia colombiana


ANNCOL / Mariátegui
Foto: colombiareports.com
27/07/10


El gobierno de la oligarquía mafiosa colombiana dirigido por el gobierno de los EEUU, pretende hoy 24 de Julio del 2010, desarmar a los guerrilleros colombianos: Es exactamente lo mismo que en 1963, es decir hace 47 años, dijo Álvaro Gómez Hurtado cuando promocionaba en el llamado congreso de Colombia, el bombardeo contra 48 miserables campesinos de Marquetalia: ¡“Acabar por las armas con las republiquetas independientes que los comunistas tienen en Marquetalia, Riochiquito y Guayabero”¡

¿Está el Imperialismo gringo y sus cipayos colombianos, hoy julio 23 del 2010, más cerca de “desarmar” por medio de las armas, a los campesinos de Colombia acusados hace 46 años del supremo delito de ser comunistas? ¡Es evidente que No! El conflicto social y armado colombiano actual y que se hubiera podido resolver con 47.000 pesos de ese año y devolviéndoles a los campesinos de la región algunos “marranos y aves de corral” como lo solicitaron por escrito, actualmente ha adquirido una dimensión y extensión, entonces inimaginada, e incluso ha desbordado fronteras como el mismo presidente Chávez y otros vecinos lo están comprobando.

En Colombia es bien sabido, no fueron los explotados y oprimidos quienes impusieron la forma de lucha, fue el Imperio quien la impuso con su plan Laso, sus bombas y un ejército títere como el colombiano. Y poco después, ante la imposibilidad de permitir la verdadera Democracia participativa y popular, exterminó a 4.000 cuadros de un Partido legal como la Unión Patriótica.

Pero además ¿Quién desbordó el conflicto y lo sacó de las fronteras? ¿Fueron acaso los campesinos y trabajadores colombianos quienes atacaron militarmente a las fuerzas armadas de los países vecinos? O ¿fueron las Fuerzas Armadas USA-colombianas, dentro de su estrategia regional para exterminarlos y apoderarse de sus tierras con el cuento chino de quitarle el agua al pez, quienes han intentado por todos los medios “involucrar” a las ejércitos vecinos obligándolos a convertirse en “yunques” del martillo Imperial colombiano, y han “macartizado” o satanizados como auxiliadores y cómplices de los terroristas, a todos aquellos quienes no aceptaron esa humillante estrategia imperialista, tal y como el propio comandante Chávez, el pueblo venezolano y otros pueblos hermanos lo están comprobando?

Es posible de que las guerrillas colombianas no están ante una inminente toma del Poder. Pero también se puede preguntar: ¿Acaso están más lejos que en 1964, cuando esos 48 campesinos armados de escopetas y machetes, no se propusieron la toma de ningún Poder, sino simplemente, EJERCER EL SACROSANTO DERECHO A LA LEGITIMA DEFENSA, ante un exterminio que les cayó de los cielos en forma de Napalm, agente naranja y fósforo blanco, tirados por aviones identificados como US Navy? ¡Es evidente que tampoco están tan lejos como se supone.

El Estado dependiente de Colombia o “enclave Imperial gringo”, en su larga guerra de exterminio contra los trabajadores bien sean de la ciudad o el campo, a quienes siempre macartizó o acusó de ser comunistas o terroristas, si bien le ha dado golpes militares a las guerrillas, lo cual es lógico en toda confrontación militar, TAMBIÉN ha tenido duros golpes militares y sobre todo ha sufrido un terrible desgaste nacional e internacional, que lo tiene en grandes dificultades de todo tipo. Además, tuvo que quitarse ante todo el Mundo la careta de legitimidad y legalidad con la que siempre se cubrió o lo cubrieron los medios de comunicación; debiendo recurrir a jugarse la ultima carta del Fascismo narco- paramilitar de los Falsos Positivos de Uribe Vélez-Santos, y que hoy empieza a ver horrorizada la Comunidad Internacional, en la Fosa de La Macarena (Meta).

Y esta contradicción, es precisamente lo que no quieren reconocer por ningún medio los cipayos y sus amos: No hay conflicto y por lo tanto la guerrilla convertida en una simple amenaza terrorista no puede tomarse el poder, pero tampoco la han podido exterminar o desarmar, por más “fin de los fines” que todos los días anuncia el Padilla de León de turno.

Mientras existan las bases militares gringas en territorio colombiano, estas serán usadas siempre, como puntas de lanza, contra cualquier país vecino (cualquiera que sea) que intente salirse de la orbita Imperial. Haya guerrillas en Colombia o no las haya. Estén los guerrilleros armados o desarmados.

El problema no es la insurgencia colombiana. Sino el petróleo y el coltán de Venezuela. El agua dulce y la biodiversidad de la Triple Frontera. La coca y el litio de Bolivia. Pero para apoderarse de nuevo de estos recursos, arrasar con los avances democráticos y revolucionarios en la región donde la bolivariana Venezuela es el motor principal.

El conflicto social armado de Colombia ya se volvió asunto interno de Venezuela y quizás de otros países, y mientras este exista será un PRETEXTO del Imperialismo para una agresión, sea esta armada o desarmada, contra el proceso revolucionario, democrático y soberano del bravo Pueblo venezolano.

Si no hubiera guerrillas se inventarán otra causa o pretexto. Cuando el presidente Teodoro Roosvelt dijo al comenzar el Siglo XX en el colmo de su arrogancia Imperialista: “I took Panamá” y la tomó. ¿Donde estaban las guerrillas comunistas de Colombia que le sirvieran de pretexto para justificar la invasión? ¿Es necesario citar las innumerables invasiones de los US Marines en Latinoamérica, en Méjico, Cuba, Haití, Nicaragua, Guatemala, cuando aún no existían las guerrillas comunistas o castro-comunistas en Colombia? ¡Cuándo en 1945, el gobierno de los EEUU para imponer su hegemonía imperialista mundial, tiró las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, en Colombia nadie soñaba con guerrillas de ningún tipo!

Resumiendo: para “restablecer” las relaciones diplomáticas entre los hermanos de Venezuela y Colombia, bien sea con Uribe, o con Santos, o con Vargas Lleras, o con Petro, o con Mokus, o con quien quiera sea el gobernante de Colombia, ahora o en el futuro, es necesario resolver PREVIAMENTE dos pequeños problemas o pre-requisitos, que los cipayos y sus amos muy difícilmente aceptarán:

1-El asunto de las bases gringas en territorio colombiano (el contrato espurio Brownfield-Uribe es inconstitucional). 2- Indispensable encontrarle una Solución Política al conflicto social y armado colombiano (ya venezolano) compatible con los intereses populares y soberanos de la República bolivariana de Venezuela

La terquedad compulsiva, quizás, en destruir o desarmar las guerrillas colombianas actuales, se deba a la previsión que se hacen los estrategas del US Army, sobre el papel que puedan tener los guerrilleros colombianos con su experiencia acumulada en guerra de guerrillas, ante una eventual invasión gringa a Venezuela.

Es como para pensarlo ¿No?

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