Francisco Ameliach / Mariátegui
30/07/10
Cuando los obispos asumen la vocería política contra un gobierno constitucional y legalmente constituido, deben activarse inmediatamente todos los cuerpos de seguridad y de inteligencia del Estado, porque la experiencia nos indica que es una señal inequívoca de que un plan desestabilizador está en marcha.
Que la Conferencia Episcopal haya afirmado en un documento oficial, que el gobierno de Venezuela aprueba leyes inconstitucionales, es algo muy grave y debe encender las alarmas, mas aun cuando es el Cardenal Urosa Sabino, fiel representante de la oligarquía venezolana y de la extrema derecha, quién asume la vocería directamente.
Antes del comunicado de la Conferencia Episcopal, Urosa Sabino, en entrevista al diario El Universal en fecha 27 de Junio, trata de manipular al pueblo católico por intereses políticos utilizando la religión. Urosa afirma lo siguiente: “Jesucristo está por encima de cualquier sistema, ideología o régimen, sobre todo en estos tiempos cuando el camino por el cual nos quieren llevar es el de la dictadura y la ruina del país” y más adelante en la entrevista dice: “lo peor es que la línea marxista-comunista conduce a la ruina, a la destrucción de la economía, a una pobreza mucho mayor y a una dependencia alimentaria totalmente opuesta a la soberanía alimentaria. El problema es grave porque vamos camino a una nueva Cuba y el pueblo lo rechaza”.
En primer lugar hay que aclarar que el gobierno del Presidente Chávez nunca ha dicho que va implantar un régimen comunista en Venezuela. Lo que si estamos haciendo, es avanzar por el camino de la revolución en la construcción del estado social de derecho y de justicia, modelo que hemos denominado Socialismo Bolivariano y que busca como objetivo principal, hacer realidad lo que nuestro Padre Libertador definiera como la mejor forma de gobierno “el que proporciona la mayor suma de estabilidad política, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de felicidad posible”
El Cardenal miente cuando afirma que vamos por el camino de una “pobreza mucho mayor”, en realidad la pobreza extrema en Venezuela se ha reducido en 10 años de 25 a 7%, cifra reconocida por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Es irónico que el Cardenal Urosa Sabimo afirme que el gobierno de Chávez viola la Constitución, cuando en el 2002 avaló, junto a los demás obispos, el golpe de estado que derrocó a un presidente electo por el pueblo, borró el nombre de Bolivariana a la primera Constitución aprobada por el pueblo y disolvió todos los poderes del Estado legalmente constituido. El funesto decreto fue firmado por el más alto jerarca de la iglesia para la fecha, Cardenal Ignacio Velasco, no antes de cumplir con el mandato de los golpistas de pedirle a Chávez “en nombre de Dios” que firmara la renuncia a la Presidencia de la República.
El plan del golpe de estado de abril de 2002 fue ejecutado por la derecha golpista, con precisión criminal, asesinando a compatriotas de la oposición para luego culpar al gobierno y justificar el golpe.
El Cardenal Urosa Sabino el 11 de Abril de 2002 era el arzobispo de la ciudad de Valencia y uno de los voceros principales para crear la matriz de opinión de que el gobierno había asesinado a compatriotas venezolanos. En declaraciones al diario Notitarde dadas el mismo día 11 de abril y publicadas el 12, podemos leer lo siguiente:
“Valencia, abril 12 (Gabriela Gómez Maya).- Monseñor Jorge Urosa Savino, arzobispo de la ciudad de Valencia, advirtió que “una cosa es que se deje atrás el odio y otra, que los crímenes cometidos en contra de personas inocentes queden impune. La sangre de esos venezolanos asesinados de una manera tan vil, clama por justicia.
El prelado carabobeño, expresó satisfacción por la culminación del gobierno de Hugo Chávez Frías, el cual calificó de verdadera pesadilla para Venezuela; por considerar que el mismo engañó al pueblo, le hizo un grave daño a la economía del país y sobre todo a su cultura, introduciendo espantosos elementos de odio, división de clases y violencia, en la vida ordinaria de los ciudadanos.
Todos esos facinerosos, sus jefes y el mismo Chávez, deben ser juzgados y sancionados, porque tienen las manos manchadas de sangre y eso; no puede quedar impune”.
El Cardenal Urosa como juez de la “santísima inquisición” emite su sentencia en tiempo record, sin juicio, sin derecho a la defensa y se desata en esos días, una de las más terribles persecuciones a dirigentes políticos que haya conocido nuestra historia “la cruzada” contra Chávez y sus seguidores. Todo con la bendición de los “representantes de Dios en la tierra, los príncipes de la iglesia”.
Años después cuando un tribunal de la República, respetando el debido proceso, asoma un ápice de justicia, y sentencia contra los policías que asesinaron vilmente a compatriotas el 11 de abril de 2002, el Cardenal en declaraciones publicadas por el diario Notitarde el 6 de Abril de 2009, afirma lo siguiente:
“El cardenal Jorge Urosa Savino afirmó que fue un juicio “politizado”. “Terrible” la sentencia de 30 años contra comisarios. Tildó la sentencia a 30 años de los comisarios Ivan Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas y los seis PM de “terrible, que no hace más que perpetuar la tragedia del 11 de abril de 2002.”
Estas dos declaraciones del Cardenal Urosa demuestran su compromiso con los jefes del golpe de estado de abril de 2002.
Las manifestaciones de odio de la cúpula de la iglesia contra Chávez son permanentes y siempre se suman a los planes de la oligarquía para sacarlo de la presidencia de la republica. Creen que pueden manipular al pueblo en “nombre de Dios” como lo hicieron en la edad media. El pueblo sabe que Dios no miente y que los obispos en Venezuela si lo hacen y que cuando los obispos suenan golpes traen.
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