Argentina. Es muy grave que se utilice una muerte como parte de una operación política


Mariátegui.info
24/01/15

Así lo indicó la periodista Stella Calloni al analizar el contexto tras la muerte del fiscal Nisman, a cargo del caso del atentado a la AMIA. En ese sentido, subrayó que “hay que machacar con la idea de que estos sucesos, como el de París, son un aporte a la ofensiva de la OTAN y EE.UU. contra los pueblos islámicos y otras naciones que ocupan lugares clave en este siglo XXI como es el caso de América Latina”.


“Es muy grave que se utilice la muerte del fiscal Alberto Nisman como parte de una operación política en un año donde habrá elecciones presidenciales. Es decadente que la oposición monte un espectáculo político para obtener un rédito y que además perjudique a modelos populares como el que eligen los argentinos desde hace una década”, advirtió la periodista argentina Stella Calloni.

La reconocida analista e investigadora de temas internacionales explicó que "el juicio por el caso AMIA siempre estuvo sujeto a las presiones que recibió la Justicia argentina desde Washington y Tel Aviv y por este motivo principalmente y otros más graves, entre los que se encuentran la presentación de testigos falsos, la causa fue irregular sin pruebas y sólo con asociaciones que en muchos casos tampoco fueron comprobadas por veedores internacionales”.

También la especialista recordó que se perdió una oportunidad al no respetar el acuerdo histórico con Irán “ya que entonces tras 19 años del atentado gracias al impulso del Gobierno nacional se logra, por primera vez, un instrumento legal de derecho internacional entre la Argentina e Irán para profundizar en el conocimiento y la verdad del ataque terrorista del 18 de julio de 1994”.

“Si el arco político opositor permitió que se viajara a distintos destinos para entrevistar a testigos de la causa, que luego se comprobó que sus testimonios eran falsos, por qué no permitió que se viajara a Teherán tras el acuerdo con la Argentina para indagar a los supuestos acusados sobre los que no había pruebas. En ese momento se perdió una oportunidad histórica y no fue casual ya que fue la continuidad de una estrategia que se instaló a la brevedad del ataque a la AMIA. El objetivo siempre fue responsabilizar a Irán sobre los hechos”, agregó la periodista.

Para la analista: “La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y el Mosad israelí acusaron a Irán desde el primer momento, aunque nunca se han logrado pruebas concretas y aportaron testigos bajo su tutoría que confundieron los caminos del juicio, con mentiras y sin presentar ninguna prueba”.

También hay que tener en cuenta que “las graves irregularidades en el juicio abierto en 1994 y que estaba a cargo del juez Juan José Galeano, y sus ayudantes, llevaron al cierre del mismo ya que incluso el juez con apoyo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA) y también de Nisman pagaron 400 mil dólares a un delincuente para que acusara a un funcionario iraní de haberle comprado una camioneta, como demostró la Justicia”.

En ese sentido, Calloni destacó “la determinación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de ordenar desclasificar la información de inteligencia relacionada con la investigación del atentado contra la AMIA, solicitada por Nisman”.  

“Es importante recordar que el equipo forense determinó que Nisman se suicidó de un balazo que ingresó por el parietal derecho, dos centímetros arriba de la oreja”, dijo Calloni al reflexionar sobre distintas conjeturas “vergonzosas” por parte de fuerzas políticas opositoras que quiere extraer beneficios con un hecho lamentable.

En consonancia, la periodista recordó que “fue el ex presidente Néstor Kirchner y la actual mandataria quienes decidieron tomar caminos serios para un juicio escandaloso, obstaculizados por intereses extranjeros, que nada tenían que ver con la verdad y la justicia”.

“Hay que machacar con la idea de que estos sucesos, como el de París, son un aporte a la ofensiva de la OTAN y los Estados Unidos contra los pueblos islámicos y otras naciones que ocupan lugares clave en este siglo XXI como es el caso de América Latina”, destacó Calloni.

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