(Video) Partido Independentista Puertorriqueño: Es hora de que la CELAC pase de la palabra a la acción.

Foto. luxner.com

Mariategui.info
28/01/15

Mensaje Rubén Berríos Martínez
Presidente Partido Independentista Puertorriqueño
Ante la CELAC 2015 

Señores Presidentes, Señoras Presidentas:

La persistencia del colonialismo en mi patria Puerto Rico constituye una afrenta a la dignidad de Nuestra América. La colonia del Estado Libre Asociado –que ni es estado, ni es libre, ni es asociado– es una rémora de los tiempos de sumisión y genuflexión que padeció gran parte de Nuestra América.

La presencia hoy aquí de un independentista puertorriqueño es clara señal de los nuevos tiempos; una América Latina y el Caribe que reclama sus derechos altiva y de pie.

Porque Nuestra América es una sola patria. Por donde va uno, vamos todos. Tan libre será América Latina y el Caribe como libre sea Puerto Rico.

Desde Bolívar, pasando por Martí, Sandino y Albizu Campos, hasta hoy, los hijos más preclaros de nuestra Patria Grande han sido defensores insobornables de la independencia de Puerto Rico. ¡Puerto Rico es el verso que le falta al poema libertario de Bolívar!

Ya en el 2014, la CELAC, fiel a esa trayectoria, en su última cumbre reclamó como suyo a Puerto Rico y encomendó a su directiva llevar a cabo las gestiones necesarias para adelantar nuestra descolonización.

El colonialismo constituye una violación a los más elementales derechos humanos. De ahí que el derecho inalienable a la libre determinación e independencia sea norma absoluta del derecho internacional. El Comité de Descolonización de la ONU ha reiterado por unanimidad en innumerables ocasiones el derecho de Puerto Rico a su libre determinación e independencia. 

Además, ha instado a los Estados Unidos a cumplir con su obligación descolonizadora y ha solicitado a la Asamblea General que se pronuncie sobre el caso colonial de Puerto Rico.

Los puertorriqueños, enfrentados a la potencia más poderosa del mundo, siempre nos hemos mantenido en pie de lucha. Estados Unidos ha recurrido a todo; desde las persecuciones inmisericordes hasta la compra de conciencias. Pretendieron arrancarnos el idioma, las costumbres y socavar nuestra hermandad con la Patria Grande. Pero hoy somos más orgullosamente puertorriqueños y latinoamericanos que nunca.

Muchas veces estuvimos solos en nuestra lucha. Pero estos son otros tiempos y Nuestra América ha despertado.

En Vieques, el pueblo puertorriqueño, con la fuerza moral y la desobediencia civil puso de rodillas a la Marina de Guerra Norteamericana y la forzamos a salir de nuestro suelo.
Y, en el plebiscito del 2012, nuestro pueblo repudió en las urnas al régimen colonial con un contundente 54% de los votos.

Hoy, cuando los cambios anunciados desde Washington y La Habana preludian una nueva relación entre Estados Unidos y Nuestra América, sería inconcebible mantener en Puerto Rico un estatus colonial.

Es hora de que la CELAC pase de la palabra a la acción.

Primero, el Cuarteto de la CELAC, encabezado por su Presidente, en consonancia con el mandato de esta organización, debe implantar un plan concertado para que la Asamblea General se pronuncie sobre el caso de Puerto Rico.

Segundo, la CELAC debe reclamar al gobierno de los Estados Unidos la liberación del patriota Oscar López, el preso político más antiguo del mundo que ya ha cumplido casi 34 años de cárcel.

Y, además, la CELAC debe estar atenta ante cualquier maniobra dirigida a perpetuar el colonialismo en Puerto Rico con cualquier nuevo disfraz.

Al hacer estos reclamos hablo a nombre de la incuestionable mayoría de los puertorriqueños.
Hacer la independencia nos compete a los puertorriqueños. A la América Latina, sin embargo, le corresponde ser solidaria con nuestro derecho a la independencia y con nuestra exigencia a los Estados Unidos de ponerle fin al coloniaje.

Falta mucha lucha por delante, pero Puerto Rico será libre y entonces, por fin, podremos todos decir que hemos cumplido con el mandato de nuestros libertadores.
¡Honremos a nuestra Patria Grande! ¡Qué viva Puerto Rico libre!

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