Lima. ¿Reforma o retroceso del transporte masivo? Corredor Javier Prado-Faucett: colas interminables, larga espera, falta de vehículos


El corredor vial Javier Prado - Faucett, que se inició hace casi dos años y que según sus promotores -Municipalidad Metropolitana de Lima (MML)- iba a modernizar el transporte masivo, brindarle un servicio eficiente y rápido a los usuarios, es hoy una penosa realidad. Los pasajeros realizan largas colas, debido a la falta de buses y es común que la espera supere los 30 minutos en horas de mayor tránsito. Además, la inexistencia de paraderos formales, perjudica a los vecinos que residen en las zonas donde finalizan los recorridos.


Redacción Mariátegui
03/11/16

Lima.- Otro problema que afronta este servicio que comenzó a funcionar el 20 de diciembre del 2014 es la falta de un patio de maniobras en San Miguel, donde está su último paradero, en horas de la mañana por ejemplo, en el paradero Pumacurco (San Miguel), esperan más de 150 personas para abordar un bus. En los paraderos Sucre (Magdalena), Basadre y Masías (San Isidro). “La gente pierde más de 20 minutos esperando. Encima vas de pie, apretado", es una queja unísona de los que viajan en los buses del corredor. 

Total Informalidad. Por otro lado, en horas de la tarde, también en San Miguel, nos encontramos con buses que ocupaban las calles como si fueran su terminal. Esto ocurría entre la cuadra 5 y 6 de la avenida Precursores ante la falta de un terminal, los vecinos aseguraron que los choferes estacionan sus unidades para comer y descansar. 


Continuamos con el recorrido y comprobamos la presencia de unidades informales. En el paradero El Trébol de Javier Prado, en el carril que debería ser de exclusividad de los buses grises-rojos, había una fila de colectivos (entre taxis y minivans). Los conductores cobraban a sus pasajeros dos nuevos soles 50, tres nuevos soles y hasta cinco nuevos soles para llevarlos hacia La Molina. En este lugar no había ningún fiscalizador edil ni policías de tránsito. En el paradero La Molina, la situación era peor. Las unidades tradicionales se apoderaban de los carriles exclusivos del corredor, lo que generaba gran congestión vehicular.


Al respecto, Lino de la Barrera, especialista en temas de transporte, aseguró que la Municipalidad de Lima es responsable de esto. “Si se estaba pensando atender todo este flujo de pasajeros, ¿cómo pensaban cubrir la demanda? Es por ello que los buses del corredor vienen siendo suplidos por unidades del transporte informal”, sostuvo.

Por su parte, David Hernández, vocero de Protransporte -órgano del municipio limeño-, aceptó que todavía no se ha cubierto la demanda de buses y esto responde a que hace falta que ingrese a operar un segundo consorcio en este vía. “Solo estamos con el 40% de la flota (200 buses), pero ya habrá otra adjudicación. Es por ello que aún no retiramos todas las rutas tradicionales. Aun así, la espera de los usuarios en las colas no supera los 15 minutos”.

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