Comunicado a la Opinión Pública sobre lo ocurrido en la Universidad Nacional de Colombia

Red Revuelta / Mariátegui
23/10/09


Ante los hechos presentados el día 16 de Octubre en la Universidad Nacional de Colombia, sobre los cuales diversos medios de comunicación, noticieros de radio, televisión y prensa han expresado acusaciones falsas contra estudiantes queremos aclarar lo sucedido, denunciar las violaciones de Derechos Humanos ocurrida y la grave situación en la que se encuentra la educación en Colombia.

La Universidad Nacional se encuentra en una grave situación de desfinanciación por parte del estado Colombiano, al igual que toda la educación pública. El rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman no está excepto de tener una responsabilidad en esta situación. Él fue reelegido en su cargo justamente por sus políticas de apoyo e implementación a las decisiones del gobierno que buscan disminuir la inversión del Estado en la educación con una serie de reformas que reducen de manera abismal la calidad de la Universidad y privilegian los posgrados cuyos altos costos deben asumir de manera total l@s estudiantes y sus familias. De la misma manera, este rector ha apoyado el proyecto de acuerdo 083/2008 Senado, conocido como la concurrencia entre el Estado colombiano y las universidades del orden nacional, que significaría la quiebra total de la universidad puesto que debe responder por los recursos monetarios del pago de pensiones, frente a los cuales se supone que al ser una entidad pública debe responder el Estado.

Por estas y otras situaciones de irregularidad sobre el presupuesto de la Universidad el día 16 de Octubre estudiantes de la universidad, no “terroristas” ni “encapuchados”, buscaron establecer un diálogo con él sobre el presupuesto de la universidad. El rector se negó a mantener un dialogo con estudiantes y profesores del departamento de Química, con quienes estaba reunido, sobre este tema. Al contrario de tener un espíritu académico y de dialogo que se supone debería existir en el cargo que él ocupa, decide salir de manera abrupta de la reunión sin dar ninguna respuesta. Frente a lo cual profesores y estudiantes le exigen que las dé.

Nos preguntamos entonces, desde cuando la academia está cerrada al dialogo por parte de la administración, por qué el rector no puede responder unas preguntas y conversar con estudiantes y profesores. Por qué la información está vedada para la comunidad universitaria, que por diversos medios a buscado obtener datos sobre la situación financiera de la universidad obteniendo siempre la negativa de la administración. Se supone que la información del manejo de las entidades públicas debe ser de conocimiento público, los estudiantes solo exigían algunas explicaciones al rector. Así lo señala el ex presidente de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán Sierra “los estudiantes tienen una preocupación que es legítima y tienen derecho a enterarse de la situación presupuestal de la Universidad Nacional”.

Por lo tanto, no se trato de un secuestro, sino de la exigencia por parte de los estudiantes de que el rector de explicaciones sobre el presupuesto y sobre su accionar que ha ido en detrimento de la universidad. Finalmente y mostrando aun más el carácter autoritario y contrario al espíritu académico que existe en la universidad, el rector dijo que no entraría la policía y huyó del sitio. El rector Incumpliendo otra vez su palabra permitió la entra del ESMAD(Escuadrón Móvil Antidisturbios). La acción del ESMAD fue totalmente descontrolada pues golpearon a estudiantes y profesores que en ese momento estaban saliendo de la universidad.

Aproximadamente, a las cinco de la tarde, agentes del ESMAD entran a la universidad por la calle 26, disparando al aire, gasean a los estudiantes que ya se retiraban para sus casas, escoltados por una tanqueta. Una vez adentro de la universidad utilizan explosivos para justificar el disparo de gases lacrimógenos, persiguieron sin distinción a las personas que estaban dentro de campus, utilizando sus bolillos, puños, escudos para agredir a las personas que iban alcanzando para llevarlas y recluirlas dentro de las tanquetas y las motos de la policía.

Los y las estudiantes, aterrorizadas por la violencia con que ingresa el ESMAD, se agrupan en la plaza che rodeada por la policía y, acorralados por los gases lacrimógenos y las bombas de estruendo lanzadas contra ellos son obligados a correr hacia la salida de la 45.

Las personas intentan escapar de la situación buscando salir por la calle 45 mientras les disparan directamente a las cabezas los gases y las balas de goma. Motorizados del ESMAD y la policía, entran a la universidad por la calle 53 y capturan a las y los estudiantes que pretendían abandonar la universidad.

Una vez no hubo otra opción para abandonar la Universidad, los y las estudiantes bloquean la 30 para pasar la avenida, informar de lo que estaña ocurriendo y buscando apoyo para las personas que aún se encontraban adentro. Sin embargo, el ESMAD nuevamente les dispara gases lacrimógenos y los corretea por el barrio deteniendo incluso a personas que no sabían lo que estaba pasando; en la puerta de los establecimientos comerciales, por poco son capturados tres estudiantes totalmente ajenos a la situación.

El bloqueo del tráfico no fue intencional como lo señalan los medios de comunicación, no había otra opción debido a la cantidad de policías que perseguían a las personas que estaban huyendo. Los operativos policiales se extendieron hasta la noche, la zona fue militarizada, las motos con ESMAD y las tanquetas siguieron buscando gente joven a quien detener.

En el consejo comunitario del 17 de Octubre de 2009, un día después de los hechos ocurridos, el presidente Álvaro Uribe Vélez, reafirmó su orden de permitir la entrada de la fuerza pública a las universidades. Pero aun más grave señalo que las autoridades judiciales debían considerar lo ocurrido el 16 de octubre de 2009 en la Universidad Nacional como un secuestro. Exigiendo que sean capturados los actores materiales e intelectuales del hecho, y ofreciendo una recompensa de 50 millones de pesos (US 25.000) por quien entregue información para hacer efectivas las capturas. Los autores materiales e intelectuales de este hecho fueron más de 500 estudiantes que buscaron explicaciones y respuestas del rector, exigiéndole el cumplimiento de sus obligaciones. Se trata de estudiantes que en una legítima vía de hecho querían información sobre la situación presupuestal de la universidad que no pueden ser juzgados como secuestradores.

Frente a estos hechos los y las estudiantes rechazamos de manera vehemente la actitud del rector de evadir su responsabilidad frente a los problemas que afronta la institución y ante su actitud autoritaria y déspota. Nos oponemos a la entrada de las fuerzas armadas al campus de la Universidad, puesto que ésta es una institución académica autónoma y la vulneración de los Derechos Humanos a la que hemos estado expuestos es muy alta. Rechazamos las capturas, persecución y la judicialización de estudiantes que estaban en legítima defensa de la educación pública.

Llamamos a toda la sociedad colombiana, a las organizaciones defensoras de derechos humanos, al movimiento social del país y la comunidad internacional a manifestarse en contra de lo ocurrido en la Universidad Nacional a través de comunicados o cartas al ministerio de defensa, a la presidencia, la procuraduría general de la nación. Pero el llamado fundamental es a que se enteren de la verdadera situación de la universidad nacional y a que nos acompañen en su defensa. La problemática de la universidad no solo afecta a sus estudiantes actuales, sino a toda la sociedad. Tal vez usted no se ha preguntado donde van a estudiar sus hijos cuando la universidad sea cerrada por falta de presupuesto.

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