Hay quienes confunden a lo indígena con una cuestión esotérica / Entrevista a Pedro Portugal, director del periódico Pukara

Yásser Gómez / Mariátegui
Desde La Paz
10/10/09


Pukara es un interesante periódico que apuesta por el debate del tema indígena desde una perspectiva intelectual y política. Esta publicación circula en Bolivia y en ciudades surandinas de Perú como Puno, Cusco y Arequipa. En la sala de redacción de Pukara, Mariátegui. La revista de las ideas, entrevistó a su director, Pedro Portugal.

- ¿Cómo se inicia el proyecto de Pukara?
- Pukara salió hace cuatro años, -el primer número se publicó en Septiembre 2005- en un contexto que coincidió con la presentación de Evo Morales como candidatoa la presidencia de la República, un mes antes salimos nosotros. Había bastante expectativa de los movimientos que apoyaban la causa indígena, parte de eso fue la aparición del periódico Pukara. Antes teníamos una actividad similar porque editábamos el boletín Chitakolla (Centro Histórico Tawantinsuyo Kollasuyo). Ahí analizábamos que era muy curioso, como podía haber cierta efervescencia política, donde el tema indígena estaba en el centro del panorama, pero al mismo tiempo había una asuencia de los indígena en los medios de comunicación, sobre todo en la televisión y en la prensa escrita. Porque a nivel de radio ha habido mucha experiencia, hay bastantes radios que son comunitarias o radios que desde hace tiempo han tratado el tema indígena como Erbol o Radio San Gabriel. Entonces, decidimos sacar el periódico Pukara para ampliar y apoyar lo que podría ser la insurgencia de los pueblos indígenas.

- ¿Cuál es el objetivo político-ideológico del periódico?
- Tratar de crear un espacio donde se pueda amplificar y debatir las características de las sociedades indígenas y sus soluciones políticas. Pukara (aymara-quechua) significa fortaleza, cuartel, antes se le llamaba Pukara a los lugares donde se refugiaba la población que era agredida, para resistir, tomar fuerzas y posteriormente presentar batalla y ganar. A nivel de información, de reflexión hemos querido que Pukara sea eso, un espacio donde se pueda acrecentar, resguardar el pensamiento indígena y de debate desde diferentes percepciones, para que pueda salir después algo triunfante, para solucionar las expectativas que tiene nuestro pueblo.

- ¿Ustedes son voceros del Movimiento Indígena Pachacuti?
- No. Desde que estábamos trabajando en Chitakolla, hemos dado apoyo orgánico a las manifestaciones de los pueblos indígenas. No hemos querido hacer una publicación falsamente imparcial, pero tampoco una publicación que sea el reflejo de una sola tendencia. Nuestra vocación es de compromiso hacia una causa, pero dejando una amplitud grande en las páginas y en nuestros colaboradores para que puedan expresarse. Porque creemos que lo uno no contradice a lo otro. Nuestra identificación es total y radicalmente con la causa indígena. Y dentro de la causa indígena consideramos que la corriente que representa el hermano Felipe Quispe "El Mallku" es una de las más claras en la actualidad. Pero eso no significa que hagamos de Pukara el portavoz de una sola tendencia, sino que creemos que el matiz, la discusión y el debate promueven la riqueza y ayudan a perfeccionar cada posición que se tenga.

- ¿Cómo y quiénes trabajan los temas en Pukara?
- Son temas indígenas y temas que están alrededor de la cuestión indígena, porque la cuestión indígena -es un error que nosotros criticamos-, algunos sectores lo ha querido verlo de manera muy estrecha, casi folclorizarlo. Lo indígena tiene que ir hacia la consideración de todo lo que sucede a nivel de la política nacional e internacional. Lo indígena es la posición y opción en un mundo real, entonces se ha querido ritualizar y ponerlo como exótico, creemos que eso es negativo. En ese sentido, casi todos los temas económicos sociales y políticos tienen que ver con el mundo indígena, porque si entendemos el mundo indígena como una cuestión real que vive, que tiene que tomar posiciones ante lo que existe.

Tenemos un comité editor, pero sus integrantes raras veces escriben, porque recibimos muchas colaboraciones de hermanos que están en la causa indígena o que son analistas, observadores. La mayoría de artículos que publica Pukara mayoritariamente son colaboraciones que vienen fuera del comité de redacción.

- Pukara tiene una posición crítica ante el gobierno de Evo Morales...
- Evidentemente, tenemos una posición crítica hacia lo que pasa con Evo Morales. Crítica porque creemos que es la única manera para empujar algo que ojalá termine constructivamente. La situación boliviana es bastante peculiar, no sólo recientemente, sino todo país es tributario de su historia y la historia de Bolivia ha sido frecuente en actos y en intenciones grandes, que lentamente se han ido paralizando y han terminado bastardizándose. El caso más notable lo tenemos con el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), que surgió como una posibilidad de transformación grande y que terminó siendo un partido como los otros. Y justamente fue el MNR de Gonzalo Sánchez de Lozada al que la gente el año 2003 sacó del poder.

Entonces, es una tendencia que puede fatalmante ocurrir acá, porque hemos visto los gérmenes en el actual partido de gobierno y consideramos que la única manera de contribuir a de que eso no suceda, es tener una posición crítica y clara. Sea, digamos con el resultado que pueda contribuir a que el actual gobierno pueda corregir los errores que creemos que los tiene o que pueda motivar otra alternativa que ayude a profundizar este periodo de cambio. Porque este periodo no es atributo de un partido, de una sigla, ni de una persona, es un conjunto de condiciones que se han ido encontrando y que alguien tenía que representarlas, ahora se ha dado el caso de que sea el MAS (Movimiento Al Socialismo). Pero un representante es transitorio, si un representante no cumple la función que le está ecomendada para que la historia no se paralice, es necesario que surjan quienes puedan llevarlo adelante.

- Tu cuestionas que hay un sector que aprovecha que Evo Morales está en el poder, para vender al indígena como un ser puramente místico...

- Así es. Se ha dado que una tendencia que era marginal, pero ahora empieza a tomar bastante fuerza y adquiere rasgos de nobleza, cuando parecía no estar predestinada para esto. Es decir, hay quienes confunden a lo indígena con una cuestión esotérica, de pensamiento, de cosmovisión, de elucubración sobre temas profundos y en los cuales el indígena sería depositario de saberes tradicionales, que incluso estarían destinados a resolver los problemas de la humanidad. Esto nos parece, no solamente raro y falso, porque el indígena es un ser social como cualquiera como el chino, el japonés, el europeo o como el criollo aquí mismo. Es decir, son seres sociales inmersos en problemas concretos, de tipo socio político. Entonces, distrae -digamos- el enfoque desde el punto de vista de solución política y lo eleva a alturas que en última instancia sirven para mantener el statu quo. Al crearse una imagen falsa de lo indígena se mantiene todo el resto. Porque lamentablemente, si bien no corresponde a la realidad de Bolivia, de lo que son las comunidades indígenas, ni a un periodo de cambio, que es un periodo de crisis, político de conflicto, si corresponde a cierta necesidad, pero esa necesidad es del primer mundo. En Europa y los EE.UU. hay sectores que están en crisis de tipo existencial, en donde el tema del medioambiente, del conocimiento, de la cosmovisión, corresponde a su situación concreta en la cual la posibilidad de cambios profundos, han sido desestimados. Entonces, la energía de cierto tipo de población se va digamos hacia esas especulaciones como el New Age por ejemplo en los EE.UU.. Irónicamente son esos sectores quienes tienen gran influencia en ciertos intelectuales, que están ahora en el gobierno boliviano.

Por ejemplo, hemos tenido un embajador en las Naciones Unidas que era parte de la secta hindú Hare Krishna o de algunos funcionarios de este gobierno, que especulan que en las planicies de Oruro habría estado la Atlántida. Eso nos lleva a un momento del pensamiento que quizás no solamente corresponden a la necesidades del primer mundo y que tratan de resolverla, porque a veces el apoyo económico de ONGs viene de allá. Sino que pueden corresponder a necesidades y exigencias políticas de otros lugares, que tienen interés en distorsionar la realidad de un proceso, para poder neutralizarlo y sofocarlo. Hasta el momento son suceptibilidades que se nos desprenden, porque cualquier persona que viva en Perú, Bolivia o Ecuador donde hay indígenas, el problema indígena no es nada de eso. No es problema de concepción del mundo, no hay una ley de gravedad occidental y otra indígena. Hay problemas socio-políticos concretos, porque el problema indígena es el problema de la autodeterminación. De manera que en el contexto actual de los países, el destino de todo grupo humano que decida autodeterminarse y descolonizarse puede concretizar y que de formas concretas políticas, sociales esa descolonización se va a efectuar. El problema indígena sólo se reduce a eso, lo demás -a nuestro modo de ver- son distracciones que satisfacen expectativas y carencias anímicas o que pueden -más peligrosamente- satisfacer planes políticos que son ajenos a nosotros.

Comentarios

Lila Avatar das dijo…
Estoy de acuerdo en la necesidad de limpiar el movimiento indígena de incrustaciones que obedecen a carencias filosóficas que se aprecian en el mundo desarrollado, que para algunos puede ser el destino preferido para una población cuyas necesidades básicas no están satisfechas. Pero eso no amerita el desconocer la riqueza que contiene la cosmovisión originaria, que conserva rasgos de un origen milenario perteneciente a los albores de la humanidad y luego Universal.

Ese es el valor que ha pretendido rescatar el Movimiento Indoamérica, y para lo cual convoca a los pueblos originarios, sus descendientes mestizos y sus amigos a reconocerse herederos de una Sabiduría Universal, registrada en los Vedas de la India. Sabiduría que debe ser utilizada para rescatar a la Madre Tierra de la fauces de modelos económicos derivados de la concepción occidental del mundo, que considera al ser humano dueño de su destino y de la naturaleza y no un servidor y órgano de ésta.

Con esta orientación fue creada la Red Indoamérica para debatir esta concepción originaria de la Creación, para desarrollar el Arte Consciente como una forma de aproximarse a la autorrealización, dejando en segundo plano las necesidades del desarrollo económico del mundo material, como un medio y no un fin para lograr la felicidad. Sin embargo, aún cuando estos principios estaban declaradas en la portada del Grupo Yahoo!, la comunidad no comprendió y se lanzó al intercambio de mensajes relacionado a las demandas mapuche, a las denuncias de atropellos de los derechos humanos, etc. de éste y otros pueblos de la Abya Yala, los cuales fueron autorizados paraa publicar en el entendido que esta información daba el contexto para crear contenidos al Arte Consciente.

Sin embargo esto no se logró, y después de unos años de existencia y con más de 2000 miembros, la Red Indoamérica fue cerrada por Yahoo! por considerar que violabaa sus condiciones de servicio. Naturalmente, tampoco alcanzó a cumplir su objetivo.

Mi pregunta entonces es, si como indígenas o mestizos nos abocamos al fomento del Arte y de la espiritualidad indígena, podríamos ser tildados de esotéricos... Si nos concentramos en las luchas del desarrollo económico sin sentido, vamos seguros al despeñadero con nuestra Madre Tierra. ¿Cuál es la combinación de espiritualidad y materialismo que merece tomar la humanidad, donde ciertamente los pueblos originarios (incluyendo los de la India) pueden aportar por su sabiduría originaria?

La respuesta pudiera estar en considerarse Hijos del Sol, y aquí nuevamente se nos puede tildar de esotéricos y seguidores de necesidades del primer mundo, desconociendo que se trata de sabiduría que practicaron los Incas, los Mayas y las grandes civilizaciones de la humanidad.

Lila Avatar das