Chile: Una Concertación desesperada y un Marco Enríquez-Ominami… ¿consecuente hasta el final?

Níkolas Stolpkin / Mariátegui
15/01/10

La Concertación ciertamente está desesperada. Mientras más se acerca esta segunda vuelta de las elecciones, más puede notarse su desesperación. Contar con los votos de Marco Enríquez-Ominami (ME-O) lo ven como la única alternativa para llegar nuevamente a la presidencia. Por ello las innumerables señales implícitas y explícitas para que ME-O dé su apoyo a la Concertación (ejemplos: las renuncias de los presidentes de los partidos Partido Radical Social Demócrata (PRSD) y el Partido Por la Democracia (PPD), José Antonio Gómez y Pepe Auth, respectivamente; o los “bonos Marzo” con la cortina del padre adoptivo de ME-O). Llegando incluso a la desesperación máxima de hacer propaganda sucia de utilizar la imagen de ME-O en Viña del Mar (Región de Valparaíso) dando un supuesto apoyo a Eduardo Frei, candidato de la Concertación, lo cual fue desmentido por el propio Marco Enríquez-Ominami en su twiter oficial.

Ahora último la incorporación de partidarios simbólicos de ME-O a la campaña de Frei para ser utilizados como cortinas propagandísticas, incluido su padre adoptivo, el senador independiente Carlos Ominami, podría ahora estar generando cierta desconfianza en los partidarios de ME-O y a su vez podría estar debilitando la futura estructura con respecto al nuevo partido político que se piensa levantar. Y lo mismo podría estar sucediendo con los que se han sumado ahora último a la campaña de Sebastián Piñera.

Si ME-O desea catapultarse como una nueva fuerza política en Chile, entonces tratará de mantener su palabra empeñada hasta el final. Sus dichos sobre no endosar los votos o sobre no optar por el "mal menor" todavía están frescos en la memoria del electorado. Pero si ME-O al final da su apoyo a la Concertación entonces los sueños de muchos electores de ver nacer una nueva fuerza política en Chile junto a ME-O, se verán diluidos. Muchos electores que dieron su voto a ME-O están convencidos de que la Concertación no ha hecho y ya no habrá de hacer mucho por ver a un país más justo. Y que ME-O entregue su apoyo a Eduardo Frei, significará por una parte desilusión y por otra podría significar un voto de castigo puesto en la Derecha, personificada por Sebastián Piñera.

Que ME-O mantenga su palabra hasta el final, siendo consecuente con sus dichos, podría generar más simpatías entre los electores, sobre todo jóvenes, y podría perfectamente estar perfilándose como una fuerza política en evidente ascenso.

Pero dentro de la lógica de la política burguesa, la política maquiavélica es la que se ha venido imponiendo invariablemente, por lo que ver un futuro acuerdo entre ME-O y Frei no nos podría sorprender.

Lo que no sabemos es lo que podría ocurrir si un ME-O da su apoyo a Eduardo Frei. ¿Los votos de ME-O automáticamente se irán a los de Frei? ¿Podría ocurrir todo lo contrario: que muchos votos, una mayoría, fueran a parar a los votos de Piñera como una muestra de castigo?

Hay que tener también un poco de sentido común. Si uno votara por alguien que generara cierta confianza y simpatía por su postura política en contra de los dos candidatos (Frei y Piñera) y después sucede que se da vuelta en 180°: por una parte puede llegar a desilusionar y por otra podría estar obligando a votar por el contrincante a modo de castigo, después de que se estaba claro de que la señal que se habría recibido era de que se había que anular el voto.

Si ME-O es inteligente y desea convertirse en el nuevo referente político, en ningún caso le habrá de dar su apoyo a Frei, y mucho menos a Piñera, ya que entregar su apoyo es en la práctica sepultarse junto con sus pretensiones políticas y presidenciales. Y entregar una fuerte señal a pocos días de iniciarse la contienda electoral (17 de enero), ratificando aún más su postura política, podría generar y avivar más la confianza que muchos depositaron en él y, por lo demás, podría estar asegurándose en ellos los votos del mañana. Por tanto, aun si la decisión significara un posible triunfo de la Derecha la decisión aferrada podría estar atesorando lo que podría ser el triunfo del mañana.

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