Perú: Manifiesto de Despertar Nacional por una Patria Libre


Mariátegui
13/01/11


Manuel González Prada desnudó la verdad sepultada durante el primer siglo de la existencia del Estado peruano. Denunció, el maestro, la instauración de un Estado republicano clasista, aristocrático y criollo desde 1821, donde los trabajadores, los campesinos y la masa indígena Quechua y Aymara de los Andes y la indígena de nuestra Amazonia , estuvieron marginados y excluidos. Así el reparto del poder político, con elecciones o sin ellas, fue entre los mismos grupos de poder económico. Una de las causas de la derrota de la guerra con Chile, iniciada en 1879, fue la división existente entre peruanos y la ausencia de una identidad nacional.

El siglo pasado este Estado inicial devino en oligárquico y plutocrático, ahondando las diferencias entre todos nuestros compatriotas peruanos y peruanas, la exclusión, la discriminación, el centralismo, la injusticia, la corrupción, la desnacionalización, la falta de identidad y la falta de escrúpulos, han sido las características predominantes y perdurables de una casta política mutante que dura hasta nuestros días.

En consecuencia, la participación popular auténtica y visible, durante largos periodos de la historia, se dio a través de manifestaciones políticas no electorales, tales como movilizaciones campesinas, invasión de tierras, huelgas obreras y los paros nacionales; y hasta, inclusive, la insurgencia guerrillera de Luis de la Puente Uceda en 1965; en su conjunto medidas de lucha popular que remecieron las estructuras de un Estado frágil, poco representativo de la nación peruana.

Sólo marca una diferencia, en este acontecer histórico, el gobierno de la Fuerza Armada del general Juan Velasco Alvarado 1968-1975. Las reformas radicales emprendidas por Velasco, la Reforma Agraria con la liquidación de los latifundios y el gamonalismo; y la nacionalización de los grandes emporios mineros y petroleros, dieron al Estado una nueva fisonomía de nación soberana e independiente. La consigna “el Patrón no comerá más de tu pobreza”, una política cultural defensora de nuestra cultura y la reforma educativa impactaron en definitiva a la sociedad peruana.

Con Velasco el Estado oligárquico y plutocrático sufrió un serio revés, sin embargo, los partidos tradicionales y las fuerzas retardatarias, siempre al acecho, abrieron el boquete de su regreso utilizando la felonía (traición a Velasco) del general Francisco Morales Bermúdez. La segunda fase del gobierno de la Fuerza Armada, iniciada por Morales, desmontó las reformas estructurales y allanó el camino de reestructuración de la casta política tradicional.

Este periodo de retorno se distinguió por la represión estatal y un prolongado Estado de sitio y toque de queda. No obstante, en medio del Estado de emergencia y la deportación de dirigentes políticos de izquierda, entre ellos, muchos de nuestros compañeros, en julio de 1977 la contundencia de un paro nacional obligó a la dictadura a la convocatoria de la Asamblea Constituyente 1978-1979. La Constitución de 1979 abrió las puertas de regreso a los partidos tradicionales, apoyados por Morales, frente a las fuerzas progresistas y de izquierda.

Con la elección de Fernando Belaúnde, por segunda vez en 1980, se completó la restauración del Estado oligárquico y plutocrático, un tanto modernizado por la acogida prestada a los residuos de las reformas estructurales y el reconocimiento a la participación electoral de los analfabetos en 1979 (derecho al sufragio negado a la mayoría que significaban los pueblos originarios por más de 150 años) Belaúnde 1980-1985 perfeccionó la regresión política, es decir, la refundación del estado liberal “representativo” y el alineamiento absoluto a las políticas norteamericanas para América Latina. La “guerra sucia” como política contrainsurgente se instala en el país.

Se inicia la apertura al neoliberalismo incipiente y la globalización, consolidados luego por el binomio Reagan-Thatcher en medio de la etapa final de la guerra fría, la coexistencia pacífica y el derrumbe de la Unión Soviética. En este período las contradicciones sociales en el Perú se agudizan y el Partido Comunista del Perú, conocido como Sendero Luminoso cree propicias las condiciones para iniciar la “lucha armada del campo a la ciudad” versión maoísta (automática), esquemática y trasplantada.

Poco después, el primer gobierno aprista de Alan García 1985-1990 produce una catástrofe nacional, económica, social y política, además de incontables violaciones a los derechos humanos y genocidio. A mitad de este gobierno aprista, perdidas las esperanzas en la democracia representativa del Estado oligárquico y plutocrático, se inicia la insurgencia armada del MRTA, cuyos orígenes se circunscriben a la gesta de Luis de la Puente Uceda, la épica homérica del comandante Ernesto “Che” Guevara en Bolivia y la propia guerra de guerrillas de la Sierra Maestra en Cuba.

El desastre nacional ocasionado por Alan García favorece la elección de Alberto Fujimori, un desconocido dirigente de origen japonés. La era de los independientes sin partido cobró así la factura a los políticos avezados, corruptos e inmorales. El recién elegido Fujimori, un salto al vacío, resultó peor de lo esperado, pues en menos de dos años en el gobierno instauró una autocracia cívico-militar 1990-2000 que se entregó por entero al neoliberalismo, la privatización, los contratos leoninos de estabilidad jurídica, la exoneración de impuestos y las prebendas de regímenes especiales, etc. Una orgía de corrupción e inmoralidad como bien señala en los wikileaks la embajada Estadounidense en Lima.

En esta etapa la represión al movimiento popular, campesino, obrero, estudiantil y de las clases medias fue feroz a través de leyes de reprimenda y castigo. Se eliminaron los derechos fundamentales a la estabilidad laboral, a las huelgas, a los reclamos, a las libertades ciudadanas, etc. para lo cual el dictador se valió de la violación constante de los derechos humanos y democráticos bajo la maniqueísta utilización de la “lucha contra el terrorismo.”

La realidad actual, finalizados el gobierno de Alejandro Toledo 2001-2006 y el segundo de Alan García 2006-2011, ambos continuadores del diseño neoliberal y antinacional establecido por Fujimori, es el reforzamiento del Estado oligárquico y plutocrático es apuesta definitiva a fin de hacer prevalecer la hegemonía de la casta política tradicional y la extensa mafia de la corrupción que le es inherente, hoy casi natural y hereditaria.

Alejandro Toledo continuó y reforzó la fractura social, dejada por Fujimori y construyó el segundo piso del radical modelo neo liberal, aplicado en el país, donde la concentración de la riqueza en grupos minoritarios de poder económico y la desnacionalización de la economía han producido la pobreza extrema, la miseria y la exclusión de las mayorías nacionales.

El gobierno de ultraderecha del segundo aprismo de Alan García es, ciertamente, alegórico y figurado, y se sustenta en la legalidad de un sistema democrático afín a la falsificación histórica de la democracia: cero de representatividad, cero de autonomía, cero de soberanía, cero de participación popular, cero de decisión ciudadana. Como prueba, tenemos un Estado expropiado por una sola clase, la de los propietarios, que no representa a la nación peruana ni la representará nunca, porque cada vez más se profundiza el divorcio de la sociedad en su conjunto y acrecienta su aislamiento. Tenemos, pues, un Estado excluyente corrupto propio del sistema neoliberal-capitalista.

Ante el colapso del Estado oligárquico y plutocrático no cabe reforma alguna. Las fuerzas liberadoras en conjunción con la corriente de unidad innovadora y revolucionaria, democrática, participativa y contestataria de los pueblos de América Latina, entre ellos el peruano, necesitan liderazgos salvadores.

El vasto continente latinoamericano vive en un proceso histórico de reafirmación nacional sin precedentes, de identidad con su cultura andino-amazónica donde la recuperación de las tierras, los mares, los bosques, los recursos naturales, el espacio aéreo y el medio ambiente, se viene produciendo en paralelo con la emancipación de las fuerzas productivas a fin que la economía y las riquezas se pongan a servicio de nuestras naciones y nuestros pueblos. En este contexto renovador democrático, participativo, progresista y antiimperialista, el Perú tiene la oportunidad de cambiar manteniendo sus propias características soberanas de nación plurinacional.

Los gobiernos líderes del continente marcan un camino a seguir como los emprendidos en Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, cada cual con sus propias delineaciones políticas, económicas y sociales.

El Perú, se ha convertido en una sociedad atrasada e intolerante; como se observa en las campañas mediáticas que desde el gobierno de Fujimori, son la línea de muchos medios de comunicación y que el gobierno aprista ha mantenido, no sólo con relación a lo que sucede en el país sino frente a los procesos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, principalmente.

Los juicios abiertos a dirigentes sociales, en el Perú siguen su curso, implementando la criminalización de la protesta, mientras el gobierno acaba de aprobar decretos leyes que consagran la impunidad, para los agentes estatales, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía, violadores, a los miembros del Grupo Colina, a militares que ya están a punto de ser sentenciados, y apuntan a liberar al propio Fujimori, aduciendo que en la época en que se dieron sus crímenes el Perú no había suscrito La Corte Penal Internacional y por lo tanto no pueden haber condenas por crímenes de lesa humanidad. Esto aplica directamente también al caso de la masacre de los penales que incluye a Alan García y al vicepresidente Almirante Luis Giampietri.

Mientras esto sucede, en el Perú, se sigue persiguiendo y estigmatizando a compañeros que sufrieron condenas de quince y veinte años por luchar en las filas del MRTA, para lograr un país más justo y una verdadera democracia y que han cumplido ya condenas de muchos años en condiciones muy duras e inhumanas. El caso de Lori Berenson, es ya una vergüenza nacional, ha sido re-encarcelada junto a su pequeño hijo de un año aduciendo trámites administrativos y se pretende revocar su libertad luego de casi quince años de prisión, en diversas cárceles del Perú. Se legisla para evitar que los presos accedan a beneficios penitenciarios. Mientras Crousillat goza del privilegio de libertad otorgada políticamente por Alan García y ahora se encuentra no habido.

Víctor Polay Campos ya lleva 18 años preso y en la Base Naval del Callao, prisión militar. A pesar de la inconstitucionalidad de la medida, no se ha logrado su traslado conforme mandata su sentencia dictada hace más de tres años, condenándolo a 35 años en una cárcel civil.

Toda la atención de los medios se concentra en el fantasma del “terrorismo”, mientras los escándalos de la corrupción del gobierno aprista siguen destapándose, Las protestas por la defensa de los recursos naturales como es el caso de la construcción de la represa de Inambari en el sur andino, las protestas contra el proyecto de Tía María en Arequipa, la no aprobación de la Ley de Consulta a los Pueblos Indígenas, el gas de Camisea, el proyecto Majes Sihuas, etc son todas muestras de lo que el gobierno de García hace en el Perú.

En el escenario de las nueve candidaturas presentadas para las elecciones generales del 2011, la fórmula adicional de DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE, se presenta con un programa diferenciado. No ingresa a la lid electoral mostrando su mejor cara sino la única cara que tiene: la del compromiso con los sectores populares, la de la responsabilidad y, la más importante, la de las convicciones ideológicas. Hoy la derecha plutocrática, se encuentra fragmentada debido a su descomposición final y se disputa el mismo electorado.

FS de la señora Susana Villarán entra muy débil y dejó de ser centro-izquierda o la “izquierda moderna” que intentaba representar. Ollanta Humala se ha corrido al centro, creyendo ganar votos indecisos y su programa de los diez puntos publicado en octubre pasado es un memorial de intenciones neoliberales disfrazadas de “nacionalismo.”

El Perú no está para reformas al modelo neoliberal sino para cambios sustanciales, por consiguiente podemos afirmar que el comandante Humala entiende, en la práctica, la política como un proyecto familiar y punto; las fuerzas UI (Unidad de Izquierda que conforman el PS,PC(U), Lima para Todos)que, se juntaron a este proyecto no son tomadas en cuenta por el entorno amical-familiar del comandante ni por el “equipo de gobierno.”

En consecuencia, DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE propone ante la plurinacional familia peruana, los principios básicos y el programa a llevarse a cabo por un gobierno auténticamente democrático, participativo, inclusivo, soberano, emancipador y nacional.


*PRINCIPIOS*


I.- DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE es un proyecto inspirado en el cambio político, económico y social, “sin calco ni copia, creación heroica” como señaló el amauta José Carlos Mariátegui. Nuestra corriente ideológica es integradora y solidaria, nacional y latinoamericana, en la perspectiva de la construcción de un modelo de desarrollo con justicia social, soberano, nacional, independiente, autónomo, creativo y participativo.

II.- DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE surge de la necesidad imperiosa de transformar el Perú sin exclusión de los trabajadores, los pobres, los campesinos, las naciones quechua y aymara y las diversas etnias originarias andinas, amazónicas.

Nuestro proyecto es integrador y solidario, postula a la unidad más amplia posible del pueblo y sus instituciones representativas. Tiene la misión de lograr la convergencia democrática por el cambio del sistema político y de gobierno existente, eliminando de raíz el modelo neoliberal cuya aplicación en nuestro país, en los últimos veinte años, ha dado como resultado una bancarrota social exhibida en la pobreza extrema y la miseria de vastos sectores sociales; además de la desnacionalización del país, la falta de identidad y el recorte de su soberanía.

III.- DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE, asume el grito libertario de la emancipación política, social y económica desde José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II y de todos los héroes y mártires de la nación peruana que, lucharon por la liberación nacional y social. Asume de esta manera la trayectoria de las luchas del pueblo peruano, en defensa de su dignidad, su independencia y su voluntad política en la búsqueda innovadora de construir la justicia social en el país.

Asume, pues, la propuesta fundamental de cambiar el país reconstruyendo el Estado peruano y sus instituciones con la finalidad que nos personifique, nos represente, nos proteja y nos dé bienestar. Asume la igualdad de todos los compatriotas sin distinción de género, razas, credos, idiomas, costumbres, tradiciones, culturas, haciendo de los peruanos y peruanas ciudadanos libres y equivalentes. Asume la colectividad de ciudadanos libres e iguales, creadora de las fuerzas transformadoras de la nación peruana, mediante la recuperación de la dignidad nacional, la soberanía y el orgullo patrio de nuestro milenario legado histórico.

IV.- DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE ratifica e impulsa los valores fundamentales de las personas y sus derechos democráticos adscritos y definidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y aspira a la justicia social como meta inconfundible de la construcción de un Estado equitativo y equilibrado, donde nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos hereden las mejores oportunidades de vida y bienestar. En consecuencia, aspira a un Estado democrático, descentralizado y participativo, donde la corrupción y la inmoralidad no pueden tener cabida.

V.- DESPERTAR NACIONAL POR UNA PATRIA LIBRE, demanda la participación permanente del pueblo peruano y sus instituciones en la tarea del cambio contra el sistema político actual de la manipulación y la falsa democracia representativa de una sola clase, la de los propietarios y la casta política de los partidos tradicionales.

Exige convertir la esperanza pasiva de los pueblos en esperanza activa y dinámica, en motor del cambio político, económico y social, hasta alcanzar el objetivo fundamental de constituir un país libre y soberano, democrático y desarrollado, donde la ciudadanía goce de bienestar e igualdad de derechos. Un país de clara ideología humanista, social y solidaria, de hermandad latinoamericana. Un país dueño de su destino a fin de asegurar la dignidad y prosperidad de las familias, de los hombres y las mujeres, de los jóvenes, los niños, los ancianos y pueblo en general.

OBJETIVOS*

1.- Llamamiento a una Asamblea Constituyente en orden a la reconstrucción del Estado peruano y sus instituciones, instauración de un sistema democrático, descentralizado y participativo, basado en un poder representativo de carácter permanente en el país; o sea en la dinámica de la consulta popular vía referendos sobre aspectos fundamentales y de revocatorias de mandatos y penalización a los representantes elegidos que, no cumplen con trasmitir la voz de sus electores ante quienes son directamente responsables.

2.- Impulsar la democracia representativa y participativa en reemplazo de la falsa democracia delegativa actual, donde los políticos en los distintos niveles operan como propietarios de los cargos públicos.

3.- Erradicación del modelo neoliberal de crecimiento económico hacia afuera, promovido y amparado por el consenso de Washington, que anula el desarrollo nacional y promueve las enormes diferencias entre pobres y ricos. Crear en su reemplazo un sistema económico planificado, mixto y combinando para que, los sectores claves, estratégicos de la economía y las industrias, sean estatales nacionales.

4.- Promoción del empleo pleno y digno de los trabajadores del campo y la ciudad, dando fin a la marginalidad y la informalidad.

5.- Eliminación total del analfabetismo como tarea fundamental e inalienable, representativa del nuevo Perú, promoviendo la creatividad de la población hoy excluida del proceso de desarrollo, del progreso individual y colectivo.

6.- Ratificación de la educación pública gratuita, en todos los niveles, primario, secundario y universitario, optimizando la calidad de la enseñanza a través de salarios dignos a los docentes en sus respectivas categorías e implementando de la mejor forma todos los centros educativos.

7.- Rechazo a la hegemonía de los monopolios transnacionales en la economía nacional a través de un modelo pluralista de interrelación productiva entre el capital privado, la propiedad estatal, cooperativa y social, siendo el ente regulador el Estado.

8.- Promoción de las inversiones extranjeras asegurándoles niveles de rentabilidad de acuerdo a los estándares internacionales, previa evaluación de la soberanía y el interés nacional.

9.- Reactivación inmediata del sector agropecuario mediante la industrialización del campo y la asistencia técnica moderna. Construcción de la infraestructura necesaria de riego y caminos a fin de optimizar la utilización de las aguas y el transporte. Revolución técnica agroindustrial

10.- Abolición del sistema o patrón de crecimiento primario exportador de materias primas como resultado de la industrialización del agro, la minería y los hidrocarburos. No al “chorreo” como política de mejoramiento de los ingresos. equidad-base de la justicia social, en la redistribución de la economía.

11.- Expansión del mercado interno mediante el empleo pleno, el mejoramiento de salarios y el consiguiente incremento del ingreso familiar.

12.- Reforma tributaria donde prevalezcan los impuestos directos de manera racional, a los bienes de capital, a la renta patrimonial, a las utilidades y valores, etc. con tasas impositivas directamente proporcionales al monto de las ganancias obtenidas; en reemplazo de la actual preeminencia de los impuestos indirectos que afectan a la población y al consumo.

13.- Patrocinio y resguardo de los derechos de la mujer, de la niñez y la vejez, en tanto el Estado está obligado a proteger a los seres más vulnerables de la sociedad.

14.- Creación de un sistema de salud único, universal e integral, de atención preventiva y de diagnóstico; además, curativa, hospitalaria y de rehabilitación; cuyos servicios serán enteramente gratuitos. Paralelamente se creará un sistema de Seguridad Social de pensiones y vejez, único, donde los ciudadanos se sientan protegidos y recuperen la dignidad perdida por el abuso, la discriminación y el olvido.

15.- Plan de vivienda social, urbanización de asentamientos humanos e infraestructura de electrificación, sanidad, agua potable y desagüe.

16.- Declarar los recursos naturales del suelo, subsuelo y medio ambiente; y todos los no renovables, de propiedad pública (petróleo, gas, agua, minería, espacio aéreo y marítimo, bosques naturales, flora y fauna, etc.)

17. Reconocimiento del esfuerzo que realizan los peruanos y peruanas migrantes que trabajan en el exterior, para atender las necesidades de sus familias a través del envío de remesas a sus familias. Ellos contarán con sus propios representantes en el Congreso de la República.

18.- Reafirmar la identidad nacional y cultural basada en el legado histórico de nuestros antepasados forjadores del país y la ciudadanía.

*Metas perentorias*


1. Convocatoria a una Asamblea Constituyente de participación y raigambre popular, encargada de la formulación del nuevo Estado definido como la representación de la colectividad ciudadana y sus trabajadores. Un Estado representante de la nación peruana, por el sistema de democracia directa y bajo responsabilidad del mandato que recibe cada representante, que es sostenido por la justicia social y la libertad.

2. Reconstrucción de los poderes públicos y las instituciones, como el sistema legislativo, el poder judicial, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, dentro del nuevo proyecto nacional, donde primará la labor administrativa, descentralizada de carácter social y en correspondencia con las reformas emprendidas, donde la corrupción y la inmoralidad no podrán tener cabida. Unas Fuerzas Armadas y una Policía Nacional, demócrata y disuasiva, de Defensa Nacional y Seguridad Ciudadana.

3. Cruzada nacional contra la corrupción, sanción ejemplar para las mafias burocrático-administrativas, limpieza en el Poder Judicial, Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y lucha contra el narcotráfico. Vigilancia ciudadana, moral
y ética a través de la democracia participativa.

4. Afirmación de los derechos humanos como política de Estado y reparación moral y económica a las víctimas de la violencia social y política que, asoló el país en los últimos años. Cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

5. Practicar una política de Estado amplia, inclusiva y tolerante con las ideas, despenalización de la protesta ciudadana, y liberación de los presos por sus ideas políticas.

6. Segunda Reforma Agraria, revisión de la tenencia y propiedad de las tierras, modernización del campo, industrialización, sistemas de riego, semillas y fertilizantes. Incremento de las tierras de cultivo e incorporación del campesinado andino a la producción masiva de alimentos.

7. Nacionalización de la industria estratégica, impulso a las empresas mixtas o directamente estatales; revisar y simplificar los contratos con las empresas transnacionales productivas y de servicios eliminando el concepto indigno de “contratos ley.”

8. Eliminación de las exoneraciones tributarias y ventajas especiales a las empresas transnacionales productivas y de servicios. Revisión de los contratos de estabilidad jurídica.

9. Transponer el actual régimen tributario por un sistema más justo de impuestos directos a las ganancias, con tasas proporcionales a las mismas; fiscalización efectiva de todas las transacciones comerciales y financieras, eliminación del secreto bancario como herramienta que facilita los negocios ilegales.

10. Reestructuración, REVISION de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos TLC, con Chile, China, etc. en tanto atenten contra LA SOBERANIA el desarrollo del país y promuevan la desigualdad y la exclusión; además, de quebrar los esfuerzos de eficiencia y competitividad debido a la enorme distancia tecnológica, económica y científica (asimetrías) entre nuestro país y las economías más fuertes.

11. Encarar con determinación la reducción de la pobreza del 54% de la población peruana a través de programas de asistencia técnica productiva, eliminado el asistencialismo paternalista del Estado.

12. Promover la meta de analfabetismo cero, mediante una campaña masiva de alfabetización e integración de la población andina y amazónica, en condiciones de respeto a sus culturas y de igualdad de derechos, al proyecto de desarrollo nacional.

13. Construcción y mejora de las vías terrestres de transporte; marina mercante eficiente y competitiva; líneas aéreas de bandera nacional.


14. Protección de la pequeña y mediana empresa privada, cooperativa y de interés social, mediante facilidades crediticias y de inversión.

15. Política internacional contra del modelo neoliberal, en tanto y en cuanto este modelo promueve el control y dominio de la economía mundial, convirtiendo a los países subdesarrollados y emergentes entes subordinados.

16. Cooperación internacional en las variadas áreas de la investigación científica y tecnológica (medicina, biología, educación, alimentación, informática, comunicaciones, salud, etc).

17. Integración latinoamericana, económica, política, social, comercial, cultural, con la finalidad de competir unidos en el mundo globalizado de los mercados comunes regionalizados.

18. Promover e integrar la corriente solidaria de integración latinoamericana entre nuestras naciones, forjando el espacio antiimperialista en lo económico, político, social, cultural y comercial. Potenciar iniciativas integradoras como UNASUR, MERCOSUR, ALBA.


Comitè Ejecutivo Nacional de Deepertar Nacional por una Patria Libre


Perú, enero del 2011

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