Perú: Nacionalismo de izquierda


José Carlos Abarca / Mariátegui
17/02/11


Apenas concluido el proceso electoral del 2006, Ollanta Humala hizo una convocatoria a los amplios sectores sociales y políticos que habíamos respaldado su candidatura. Era el momento de iniciar de manera organizada el proceso de acumulación de fuerzas y construir un instrumento del pueblo lo suficientemente fuerte que fuera capaz de derrotar a la burguesía y el modelo de saqueo neoliberal.

Todos esperaban que Ollanta Humala se convirtiese en el gran conductor, las organizaciones de izquierda, incluida la nuestra, esperaban el llamado para conformar ese frente amplio a través del cual pudiéramos ir resolviendo nuestras diferencias y construyendo la patria que todos soñamos: la patria libre.

Nada de eso se produjo, Ollanta se recluyó en sus cuarteles de invierno, ni siquiera estuvo al lado del pueblo que día a día venía enfrentando las políticas de saqueo y despojo de las aguas y los territorios comunales y amazónicos.

Los levantamientos de los pueblos a lo largo y ancho del territorio, no tuvieron nunca al frente al supuesto conductor de la “Gran Transformación”, atemorizado quizás de confundirse con la chusma que salía a las calles y carreteras en defensa de sus derechos.

“Dicen que los pueblos marchan con sus dirigentes a la cabeza o con la cabeza de sus dirigentes”, esa lección debía haberla aprendido Ollanta cuando empezaba a ver cómo se caía día a día la simpatía que el pueblo tenía por él.

¿Dónde estaba Ollanta, cuando la población de Canchis enfrentaba la dura represión durante los dos levantamientos? ¿Dónde estaba el señor Zelada cuando estos hechos se producían? ¿Dónde estaba Ollanta cuando masacraban a los hermanos nativos en Bagua?

Es allí donde deben estar los dirigentes, ensuciándose los zapatos en las luchas diarias, no sólo en tiempos electorales para pedir el voto de manera oportunista. (Quizás por eso, más mérito que Ollanta tiene la congresista Cajahuanca, a quien si vimos en nuestras luchas y a quien los nacionalistas apartaron sin darle oportunidad de defenderse).

El señor Zelada habla de sectarismo cuando fue el mismo Ollanta Humala quien sumándose a jauría derechista despotricaba contra Patria Libre y pedía duras sanciones a los compañeros que se encuentran presos cumpliendo largas sentencias. ¿Cuántas veces no marginaron a Patria Libre de cualquier conversación o alianza porque no querían mezclarse con “los extremistas”?, haciendo ascos a cualquier posible unidad, siguiendo al pie de la letra los dictados de la gran prensa burguesa? ¿Osan acusarnos de sectarismo, cuando nuestro candidato el Dr. Ricardo Noriega Salaverry, en un acto que lo enaltece, depuso sus justas aspiraciones presidenciales para impulsar una candidatura unitaria y fue ninguneando por estas organizaciones que al decir de César Zelada son izquierdistas?

Desnudar al nacionalismo en sus posiciones conciliadoras con el sistema es parte del quehacer político. Ollanta tal como lo dice Alan García ya no es una amenaza al sistema, nosotros los de DESPERTAR NACIONAL SI, porque nos declaramos abiertamente antisistema y no andamos con medias verdades o medias mentiras, somos insurgentes, porque este sistema podrido no necesita remiendos sino cambios profundos que el nacionalismo domesticado no está en condiciones de llevar adelante.

Queremos transformar el país desde sus raíces, por eso somos radicales, no tenemos que disfrazar nuestro discurso, nos reconocemos como la izquierda del Perú sin adoptar poses trasvestidas que repiten: no somos ni de izquierda ni de derecha.

Tenemos un enemigo común, eso es cierto, pero al parecer, son los ollantistas quienes no saben dónde se encuentra y creen que la amenaza es Despertar Nacional porque le disputa el espacio social que Ollanta Humala creía que era suyo.

Es bueno el debate ideológico, para eso sirven estas elecciones, para esclarecer posiciones ante nuestro pueblo y si nuestra posición le incomoda al nacionalismo, que pena por ellos. No hacemos política en función de una organización, lo hacemos en función de nuestro pueblo, y en este proceso que se caracteriza por la falta de debate político e ideológico, estaremos siempre planteando nuestro proyecto de país, sin disfraces, porque nunca hemos ocultado lo que somos; porque somos revolucionarios, somos antisistema, SOMOS TUPACAMARISTAS.


Josè Carlos Abarca Callo. Periodista y maestro. Candidato con el Nº 2 al parlamento por el departamento del Cuzco en la lista por Despertar Nacional.

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