Venezuela: Ali Primera. La voz de los oprimidos se sigue escuchando


Luis R. Donalle / Mariátegui
18/02/11


Alí Primera vive. Sí. Vive. A pesar de que el cantor de Venezuela desapareció físicamente tal día como hoy (16 de febrero) hace 26 años, su música, su conciencia, su visión, su filosofía, siguen retumbando como trueno llanero por todo el territorio nacional. Ese es el sentir de muchos venezolanos que lo conocieron y admiraron por ser vocero de los excluidos y de los que nunca tuvieron voz.

El legado de Alí Primera va más allá de sus canciones y de su ideario político. Es una fuerza espiritual. Es pura energía cargada, sobre todo, de solidaridad. Así lo piensa Luis Centeno, amigo del cantor, quien compartió con él a finales de la década del 70 en los Comités por la Unidad del Pueblo, estructuras político-sociales de izquierda que respaldaban a los más pobres en la búsqueda de soluciones a sus necesidades.

“Alí sigue siendo hoy una luz para los oprimidos. Junto al pueblo, su espíritu está presente construyendo la patria nueva”, dijo Centeno, quien consideró que si el cantor de Venezuela estuviera físicamente en la Tierra “anduviera ayudando a la gente. No creo que desde una posición de gobierno porque él nunca fue gobiernero, pero sí estaría aportando para la construcción del socialismo, ayudando a los diputados revolucionarios en la Asamblea Nacional a estar de la mano con el pueblo, desde espacios culturales e ideológicos”.

Sandino Primera, uno de los hijos que tuvo con su amada Sol Mussett, consideró que su padre estaría en el campo. “Creo que él estaría sembrando. Utilizando sus manos para trabajar la tierra. Además, también haría análisis políticos y filosóficos. Sin duda que si Alí viviera estuviera en la candela, acompañando los procesos populares”.

Del mismo modo, el músico Alí Alejandro Primera, sobrino del cantautor, argumentó que por la personalidad de su tío quizá él no estuviera en un puesto de Gobierno, pero sí estaría contribuyendo con la organización popular y acompañando al colectivo en la búsqueda del socialismo.

SEGUIRÁ CANTANDO
Para el poeta y cultor nacional Víctor Morillo, conocido como el Tricolor de Venezuela, si Alí Primera estuviera físicamente aún seguiría cantando: “Sería un músico más apasionado. Continuaría llevando libertad con la palabra”. También consideró que el nativo de Coro, estado Falcón, cumplió con la misión de un artista, pues marcó pauta en la historia del país y dejó una huella profunda en los corazones de los venezolanos.

Una opinión similar a la de Morillo la presentó la periodista Lil Rodríguez, destacada en el área musical. La comunicadora indicó que “Alí seguiría siendo el norte de la Patria Buena. Sembraría conciencia y amor de forma alegre. Yo no creo que pudiera estar en otra trinchera que no fuera la de su canto”.

Asimismo, el secretario general del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Oscar Figuera, calificó como un honor haber compartido con Alí y lo consideró como una síntesis de los valores revolucionarios: solidaridad, amistad y compromiso de militante. “Estoy seguro de que si él viviera aún estaría transitando los caminos de Venezuela defendiendo el proceso revolucionario. Estaría acompañando con su voz y en los medios de organización popular, las luchas de los trabajadores, indígenas, mujeres y estudiantes”, dijo el político.

Por su parte, Piki Figueroa, integrante de la agrupación alternativa Bituaya y del Núcleo Endógeno Cultural Tiuna, El Fuerte, expresó sentirse orgulloso por pertenecer a la parroquia El Valle, la misma que cobijó a Alí en Caracas. “Yo creo que él estaría dándole oportunidades a todos los nuevos talentos musicales venezolanos, sin importar el género, siempre y cuando fuera música con contenido. Él fue un tipo visionario y sus letras aún viven”, comentó.

LEGADO IMBORRABLE
Lo que Alí Primera sembró durante su vida física, el pueblo venezolano lo está cosechando hoy gracias a sus canciones. Esa filosofía orientada hacia la igualdad y el combate contra la miseria, esa necesidad de hacer música que exponga al colectivo las realidades de un pueblo como una manera de combatir esos males que lo aquejan, se enquistó en los corazones de muchos que lo recuerdan.

“El corazón de Alí es lo más grande de Venezuela después de los de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre. Siempre se destacó la belleza y contundencia de un mensaje con el que luchaba para tener un país mejor. Él era un conocedor en profundidad de las tradiciones de los pueblos”, dijo Lil Rodríguez.

La periodista explicó que la madrugada del 16 de febrero de 1985 recibió la noticia del accidente de Primera mientras transmitía por YVKE Mundial el programa El club de los trasnochados. “Nos llamaron varias personas que habían visto la camioneta de Alí en la Valle-Coche. Esa noticia fue una puñalada, fue muy doloroso, un mar de llanto. Recuerdo que se acabó el carnaval ahí mismo”, dijo.

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