Los países del ALBA temen una invasión militar norteamericana en Haití

Bolpress / Mariátegui
Foto: Reuters
21/01/10


"Si Haití no reacciona puede convertirse en una segunda base militar en el continente americano", advirtió el Vicepresidente de Bolivia Alvaro García Linera.

Los gobiernos de Francia, Brasil, Comunidad de Estados del Caribe (CARICOM), Unión Europea y de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA) manifestaron su preocupación por la excesiva presencia de tropas de Estados Unidos en Haití. No sería la primera vez que Washington invada militarmente un país pobre aprovechándose de su desgracia.

Estados Unidos envió casi seis mil soldados al país caribeño golpeado por el peor terremoto de su historia y anunció que el contingente crecerá hasta los 10 mil hombres de la 82 División Aerotransportada de la Infantería del Ejército.

Además, la potencia mandó al país caribeño a su portaaviones USS Carl Vinson, al buque hospital de la Marina USNS Comfort y a una unidad de la Infantería de Marina con dos mil efectivos desplegados frente a las costas haitianas. Por si fuera poco, el presidente Barack Obama autorizó el llamado a reservistas para incorporarlos a las tropas en Haití.

Arribarán a Haití el buque de asalto anfibio USS Bataan (LHD 5), los barcos de desembarco anfibios USS Fort McHenry (LSD 43) y USS Carter Hall (LSD 50), así como los soldados de la 82 División Aerotransportada del Ejército de EE.UU. entrenados para dar seguridad y controlar disturbios.

Los principales actores de la "operación humanitaria" norteamericana son el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) que canaliza la ayuda del Programa Alimentario Mundial, reporta Michel Chossudovsky del Global Research. (Rebelión)

Sin embargo, no son las agencias gubernamentales civiles como FEMA o USAID las que dirigen la operación humanitaria global, sino el Pentágono a través del Comando Sur (SOUTHCOM).

"Todo el mundo sabe que los marines son ante todo guerreros, (pero) somos igualmente compasivos cuando tenemos que serlo, y ese es un papel que nos gustaría desempeñar: el de guerreros compasivos que llegan con la mano extendida para ayudar a quien lo necesite. Estamos entusiasmados con esta misión", declaró el Portavoz de los marines en un comunicado de prensa el 14 de enero de 2010 (Rebelión).

La comunidad internacional, sobre todo la Unión Europea, dejó entrever su malestar por las pretensiones de protagonismo de Washington y exigió a la ONU que defina el papel que le corresponde a cada parte, reportó la agencia Prensa Latina.

Varios gobernantes y analistas critican la prioridad otorgada por los controladores de la terminal aérea al movimiento de tropas y aviones de Estados Unidos, en detrimento de la ayuda extranjera.

El jefe de ayuda humanitaria de la ONU John Holmes reconoció que muchas aeronaves fueron desviadas hacia República Dominicana, entre ellas algunas del Programa Mundial de Alimentos, pero aseguró que la coordinación con las autoridades norteamericanas mejora, sobre todo en las operaciones del aeropuerto de Puerto Príncipe, a cargo de personal estadounidense.

El Departamento de Estado procuró aplacar las críticas por la excesiva presencia de sus tropas difundiendo un documento en el que el presidente haitiano René Preval solicita a Washington, a la ONU y a los socios internacionales asistir, como sea necesario, para aumentar la seguridad interna.

Muchos analistas observan que Washington aprovecha la ausencia total de gobierno en Haití para legitimar el envío de una poderosa fuerza militar, la cual asumió de facto la dirección del operativo humanitario mundial.

"Como escribo en The Shock Doctrina (La doctrina del choque), se aprovechan las crisis como pretexto para imponer las políticas que no pueden impulsar en condiciones de estabilidad. En períodos de crisis extremas, los pueblos desesperados de ayuda humanitaria no se encuentran en una posición favorable para negociar los términos de esa ayuda", comentó la periodista norteamericana Naomi Klein en el programa Democracy now! conducido por Amy Goodman.

Klein reveló que la Heritage Foundation, una fundación de la clase dominante norteamericana, recomendó aprovechar la tragedia: "En medio del sufrimiento, la crisis en Haití ofrece oportunidades a EEUU. Además de proporcionar ayuda humanitaria inmediata, la respuesta de EEUU ante el terremoto trágico ofrece la oportunidad para reestructurar el gobierno y economía haitianos, disfuncionales desde hace tiempo, además de mejorar la imagen de EEUU en esa región", opinó Heritage en su página web.

Según el Vicepresidente boliviano, "el Estado haitiano sigue cediendo labores administrativas a un gobierno que siempre aprovechó dar la mano para quedarse con el brazo. Si Haití no reacciona puede convertirse en una segunda base militar en el continente americano".

"Para aterrizar en Haití pedimos permiso al gobierno norteamericano, controlan el aeropuerto y el puerto. En cinco horas que recorrimos las calles no vimos ningún soldado de Estados Unidos levantado una piedra y cemento derrumbado. Entonces, uno se pregunta: ¿para qué más de 7.000 hombres si no están yendo a ayudar a las familias; sólo están en zonas centrales. Nuestro temor es que esa presencia militar norteamericana sea permanente", alertó García Linera.

Venezuela ha pedido a la Casa Blanca más médicos y menos militares para auxiliar a las víctimas de la catástrofe. Lo que necesita Haití es ayuda económica, médicos, gente que trabaje; no militares, afirmó el mandatario boliviano.

El gobernante nicaragüense Daniel Ortega ha manifestado sus sospechas de que los estadounidenses utilicen la tragedia para ocupar militarmente a ese empobrecido país.

García Linera dijo que la región necesita asumir una posición conjunta y rechazar cualquier tipo de presencia militar en Haití "que simplemente es un estorbo" y "una agresión para el continente".

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