Perú: James Steinberg Secretario de Estado Adjunto de los EE.UU. se reunió con Alan García y confirmó apoyo para militarización en los Andes


Mariátegui
Fotos: daylife.com
Desde Lima
21/01/10


A las 10.00 horas del jueves 14 de enero en el Palacio de Gobierno de Lima, el presidente de Perú, Alan García se reunió con James Steinberg, Secretario de Estado Adjunto del Departamento de Estado de los EE.UU.. Además participaron en este encuentro: el Vicesecretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Christopher McMullen, el Embajador de Estados Unidos en Perú, Michael McKinley, el canciller José Antonio García Belaúnde y el Embajador del Perú en los Estados Unidos, Luis Valdivieso Montano.

Al finalizar la reunión Steinberg ofreció una conferencia de prensa. El funcionario norteamericano señaló que Barack Obama está interesado en reunirse con el presidente peruano, porque ambas naciones comparten la defensa de la democracia, el crecimiento económico y del medio ambiente. Asimismo, ratificó la continuidad de la asistencia norteamericana al Perú en la lucha contra el narcotráfico. Ahí se refirió a Alan García de quien dijo: "Es un socio muy apreciado de los Estados Unidos, el presidente Barack Obama está muy interesado en tener un encuentro con él. Estaríamos muy interesados en tener al presidente García en Washington”.

Steinberg afirmó haber llegado al Perú en representación del presidente Obama y de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, para expresar al presidente García la postura de los EE.UU. sobre asuntos bilaterales y globales y temas de interés común. Pero el Secretario de Estado Adjunto del Departamento de Estado destacó: "Ahora vamos a revisar el trabajo que estamos realizando con respecto a los cultivos alternativos para el beneficio de nuestros pueblos”. James Steinberg dejó claro que visitó Lima para reafirmar el plan de militarización en la zona andina. "Esta visita es un paso más en la continuación de la relación que estamos construyendo como socios en el trabajo conjunto en la región".

Por su parte, el embajador de Estados Unidos en el Perú, Michael McKinley, informó que la asistencia norteamericana para la guerra contra las drogas en nuestro país llega a 150 millones de dólares al año. Resaltó que hubo un aumento considerable en términos de apoyo al Programa de Desarrollo Alternativo y para el combate al narcotráfico.

¿Por qué nos visitó?
¿Por qué cuando un funcionario del Departameno de Estado o del Comando Sur se reúne con el presidente de Perú Alan García en Lima, pasa desapercibido para la prensa local? ¿Tan insignificantes son los temas que tratan? Pues no. Todo lo contrario, en términos geopolíticos Perú cada vez tiene mayor importancia en el eje del mal conformado por Washington - México - Tegucigalpa - Panamá - Bogotá - Lima y desde el último domingo este se extiende hasta Santiago.

En un contexto para América Latina en el que la Casa Blanca apoya el golpe y las elecciones del gobierno de facto en Honduras, multiplica sus bases militares en Colombia y Panamá, aprieta el cerco a Venezuela desde la isla de Curazao, intenta expandir el conflicto interno colombiano a toda la región, envía a Paraguay y Argentina a Arturo Valenzuela, Subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental para que supervise a su patio trasero y en las últimas horas el U.S. Army ha ocupado extraoficialmente Haití con la justificación de la ayuda humanitaria.

Y según las propias declaraciones del funcionario norteamericano y su embajador en Lima, la reunión Steinberg-García ha servido para reafirmar el papel que tiene el Perú en la expansión del Plan Colombia a todo el continente. Es decir, la militarización de nuestro territorio -para vigilar a países como Bolivia, Paraguay y Argentina- con la justificación de luchar contra el narcotráfico, el terrorismo y también para convertir a nuestro país en una especie de zona de descanso para la lúmpen oligarquía de América Latina, en la guarida de prófugos de la justicia como el delincuente venezolano Manuel Rosales, los genocidas bolivianos ex funcionarios del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y no nos extrañe que pronto llegue exiliado algún parapolítico colombiano.

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