Euskal Herria: Arnaldo Otegi reitera la vía democrática y constata que no puede ser rebatida

Gara / Mariátegui
02/02/10


Madrid.- El juicio por el acto por Joxe Mari Sagardui ha terminado convertido en todo un combate dialéctico. Tras la refriega del miércoles, Arnaldo Otegi tenía ayer la última palabra, y la aprovechó para reiterar la apuesta "política y democrática" de la izquierda abertzale tras la "cortina de humo" tendida por la jueza Murillo. El juicio contra Arnaldo Otegi, Itziar Galardi y Josune Irakulis por el acto en demanda de la libertad de Joxe Mari Sagardui, Gatza, ha terminado convertido en algo muy diferente a una vista penal al uso. Tribunal, acusaciones y medios han tratado de usar la vista para descalificar las actuales posiciones de la izquierda abertzale, que tienen a Otegi como referente claro pese a hallarse en prisión. Y éste, por su parte, ha aprovechado la ocasión para explicar qué es lo que proponen. En suma, un debate político con mucha miga en un escenario tan poco adecuado como un tribunal especial y con un evidente desequilibrio de fuerzas.

El tribunal dictará sentencia, pero ayer Otegi tenía el derecho a decir la última palabra. Y lo usó para reiterar conceptos que ya utilizó en su declaración como acusado el miércoles, pero que apenas llegaron a la opinión pública española tras la estrambótica intervención final de la jueza Ángela Murillo.

En otro esfuerzo didáctico, Arnaldo Otegi resumió su mensaje en sólo un par de minutos, pero con mucho énfasis: "Mi vocación, mi propuesta, mi intención y la de la izquierda abertzale son hacer una apuesta única y exclusivamente por las vías políticas y democráticas", recalcó. Repitió luego estos dos últimos conceptos, para que no hubiera margen a sembrar dudas. Esta vez Murillo no intervino.

El líder independentista admitió al inicio que tomaba la palabra de nuevo al constatar que la intervención de la presidenta del tribunal el miércoles ha sido empleada como "cortina de humo", y concluyó que "esto sólo refleja falta de voluntad política". Citó como ejemplos los "ríos de tinta" que han corrido sobre la famosa pregunta de la magistrada. Arnaldo Otegi resaltó que se quisieron ocultar así las posiciones políticas expresadas en la sala de vistas. Y constató, por tanto, que "nuestras propuestas no pueden ser rebatidas en términos políticos. No se puede decir que sean descabelladas o que no tengan encaje en el ámbito internacional". Por eso cree que se desvió el debate, intencionamente, hacia la manida cuestión de la condena o no de ETA.

Es más, para Otegi todo este juicio y otros similares no constituyen más que un intento de "asociar nuestra propuesta a `los muertos', como ha dicho el abogado del Foro Ermua. Por una sencilla razón: porque no pueden ser rebatidas en términos políticos", reiteró.

"¿Le absolverían acaso?"

De hecho, la famosa pregunta que la jueza trasladó tanto a Otegi como a Itziar Galardi fue utilizada ayer por varias acusaciones como un nuevo indicio delictivo contra los acusados, aunque la cuestión de la condena o no a ETA evidentemente no tenga nada que ver con el acto de julio de 2005 que se juzgaba.

Así, la fiscal, Blanca Rodríguez, tampoco perdió la ocasión de salirse del ámbito penal y entrar en el político. Resaltó que, al no contestar a la jueza, Otegi ha mostrado que "es una falacia que siga reivindicando nada, es sólo una apariencia. La pregunta era un momento oportuno y dio la callada por respuesta. Aunque el silencio no pueda usarse en su contra -concedió-, sí que es algo interpretable. Y el que calla, otorga". Jone Goirizelaia, abogada de Otegi, preguntó luego en voz alta a ver si entonces no condenar los maltratos en comisaría es interpretable como un apoyo a la tortura.

Pero, sobre todo, Goirizelaia puso el dedo en la llaga al dirigirse al tribunal. Tras cuestionar su imparcialidad, preguntó directamente a Murillo si es que acaso pensaba dictar sentencia absolutoria para los acusados por el caso del acto de Zornotza de 2005 en caso de que hubieran condenado a ETA. Murillo no movió un solo músculo.

El abogado del Foro Ermua, Fernando García Capelo, también se empleó a fondo para intentar descalificar a Otegi y su discurso. Lo tildó también de "falacia" y fue más allá. En su opinión, proponer un proceso democrático y apostar por vías pacíficas "profundiza en el carácter enaltecedor" de ETA, ya que "su discurso ahora es ése, una vez que ha abandonado la idea de derrotar al Estado". Goirizelaia tampoco se quedó callada ante tales afirmaciones, y acusó al Foro Ermua de no querer que se avance hacia una solución al conflicto, "porque entonces su trabajo se acaba".

La discusión política, como se ve, engulló completamente a la jurídica. Algo lógico si se tiene en cuenta que la acusación por "enaltecimiento" llegó hasta la fase de juicio sin que las acusaciones supieran siquiera qué es lo que se había dicho en el acto de Zornotza, dado que se realizó íntegramente en euskara. Tres traductores consiguieron ayer pasar al castellano las intervenciones grabadas en televisión, y así se apreció, de paso, que no se dijo nada punible.

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