Un documento militar de EEUU y el uso de bases en Colombia preocupan a la UNASUR

AFP / Mariátegui
02/02/10


Manta, Ecuador - Venezuela reavivó sus sospechas sobre un supuesto plan de guerra de EEUU en Suramérica durante una cita en Ecuador de la Unasur, que insistió en exigir garantías de que la presencia de tropas norteamericanas en Colombia se limite al combate a las drogas y la insurgencia.

El viceministro de Defensa venezolano, general Daniel Machado, sustentó la preocupación de su país en un documento de la Fuerza Aérea de EEUU, que según Caracas delinea una estrategia de guerra en Suramérica, aun cuando el Pentágono desestima su alcance y lo considera un texto acádemico.

Machado declaró el viernes que el documento preocupa "en todos los sentidos de lo que representa la capacidad de la movilidad de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos desde sus sedes hasta las instalaciones que tienen planteadas en Sudamérica".

La base militar de Palanquero es considerada la principal de las siete que Colombia puso a disposición de Washington y consta en el texto, que para Washington es académico y según el cual desde esa localidad cerca de la mitad del continente puede cubrirse con un C-17 sin reabastecimiento.

Aun cuando Colombia trató de nuevo de despejar las dudas, el Consejo de Defensa Suramericano (CDS) resolvió que el documento sea examinado por la presidencia pro témpore de la Unasur, actualmente ejercida por Ecuador que también critica el acuerdo entre Washington y Bogotá.

El análisis de la "Estrategia Suramericana, Libro Blanco del Comando de Movilidad Aérea (AMC)" fue la papa caliente durante la segunda cita de la instancia ejecutiva del CDS, cuyas deliberaciones a nivel de viceministros concluyeron el viernes.

"Se escuchó un análisis muy importante de parte de Venezuela", dijo la viceministra anfitriona, Rosa Pérez, tras la cita convocada para delinear procedimientos de aplicación de medidas de fomento de la confianza y seguridad ya aprobadas por la Unasur.

Añadió que "estamos en el desarrollo de los procedimientos para garantizar las medidas de fomento de la confianza y seguridad, que tienen que ver mucho con las inquietudes que existen con relación a las (operaciones de Washington desde) bases militares de Colombia".

Entretanto, el viceministro colombiano Jorge Eastman expresó: "ha quedado claro que es un tema de Colombia y nuestro país voluntariamente presentó aquí garantías sobre el uso de las bases".

"Creemos que las relaciones van por un camino muy productivo", indicó Eastman cuando Venezuela mantiene congeladas sus relaciones diplomáticas con Colombia desde julio pasado por tildar de "amenaza" el pacto con Washington.

El embajador de Brasil en Quito, Antonio Marques Porto, declaró a su vez que el Libro Blanco "indica que la presencia de fuerzas extranjeras en Sudamérica muy probablemente tiene más que ver con otras cosas que con el combate a la guerrilla y narcotráfico".

Destacó la importancia de garantías de que las actividades militares de Washington "no afectarán la soberanía de los otros países, no sobrepasarán las fronteras de donde están y no contribuirán para la desestabilización entre países".

"Es un tema delicado", sostuvo el representante de Uruguay, Gustavo Vaniero, y anotó que el gobierno uruguayo "no mira con simpatía una presencia militar extranjera en ningún país de la región, pero cada país es soberano de hacer lo que tenga que hacer en función de sus necesidades y convicciones".

Los viceministros también decidieron que Perú negocie el instrumento de un protocolo de paz, seguridad y cooperación, para lo cual expertos sesionarán en Lima en un mes, mientras que Argentina organizará la creación de un Centro de Estudios Estratégicos que albergará, según Pérez.

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