Haití: Solamente la lucha política libera a los pueblos

Víctor Chirinos / Mariátegui
24/03/10


La actitud solidaria: de Venezuela, de Cuba y de los demás países que conforman hoy el ALBA, no permitieron que Haití muriera. Como ha sido una constante política la solución de los problemas de los pueblos hermanos, dentro del marco de la defensa del ideario Bolivariano, hoy más que nunca, tampoco permitirán que muera.

No han sido pocos los desmanes que, al igual que otras naciones latinoamericanas y del Caribe, ha sufrido Haití para alcanzar existir hoy día. Desde las huestes colonizadoras, que arrasaron con las poblaciones originarias y trajeron esclavos para explotar los recursos naturales de estas nobles tierras, de donde extrajeron riquezas de toda índole hasta más no poder. El neocolonialismo que sigue arremetiendo hoy disfrazado de ayuda humanitaria, con una presencia de 30.000 militares fuertemente armado para tomar posesión del territorio, cuya finalidad no es otra que establecer bases militares para desestabilizar y fijar la estrategia a seguir para tumbar a los procesos de liberación nacional que hoy buscan conforman la unidad en la región.

Los imperios de ayer y de hoy, han tratado de impedir que nuestros pueblos alcancen la dignidad plena en que debe vivir todo ser humano, y es por ello, que no pocos pensadores, guerreros y sobre todo luchadores por la realización de una verdadera, justa y equitativa humanidad, como Martí, Bolívar, Mackandal, Toussaint, en Cuba, Venezuela y Haití, entre muchísimos otros, dieron la batalla que por lo menos hoy nos permite ser pueblos libres.

Tras la independencia de nuestras naciones hoy Latinoamericanas y Caribeñas, la historia nos da cuenta de que nada cambió en esencia, he allí el punto de inspiración de las Revoluciones antiimperialistas que hoy nos abrazan, donde el objetivo principal es el bienestar del pueblo, que cese la explotación del hombre por el hombre, que se detenga el saqueo de nuestros recursos naturales, que las decisiones sean autónomas y soberanas, y la vida digna se alcance en el marco de la cooperación y solidaridad.

La tragedia de Haití nos permite abordar este tema con mucho ardor. Es conocido que esta otrora rica nación vapuleada por los saqueos y el sometimiento imperialistas, sufre hoy los desmanes a los que el ir y devenir histórico y la naturaleza le han sometido. Sin embargo, estamos seguros de que con la fortaleza férrea de su pueblo, que en el pasado caracterizó sus luchas, con la solidaridad del concierto de las naciones Latinoamericanas y Caribeñas, tal como se ha ideado en Acapulco con la Comunidad de Naciones Latinoamericanas, articulando esfuerzos, es como lograremos sacar adelante a éste noble pueblo.

Soberanía!, Soberanía!, éste ha de ser la consigna de la lucha! No permitamos ni un solo Estado más sometido, allá aquellos pocos cuyos mandatarios sin conciencia de autodeterminación ni independencia, siguen refugiándose bajo la sombra del imperio norteamericano. La crónica de sus etapas se encargará de juzgarlos, darles cuentas y esperemos que no sea tarde cuando se percaten de su error histórico.

Soberanía política, económica, social y cultural, este es el punto máximo de realización de cualquier país, donde su población viva dignamente dentro de un marco de verdadera ciudadanía. Y éste ha de ser el destino hacia el cual debemos orientarnos todos y cada uno de los países que conforman el hemisferio latinoamericano y caribeño. ¡Hacia ese blanco apuntamos y con la gran fuerza que nos da la naturaleza impulsamos a nuestro hermano Haití!


Víctor Chirinos. Diputado por el Parlamento Latinoamericano - Venezuela.

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