Universitario de Origen / De como nació el club más importante y popular del Perú


“Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.”
Fragmento del Manifiesto de Córdoba
21 de junio de 1918



Yásser Gómez / Mariátegui
07/08/10


En 1918, el mundo vivía una época de turbulencias, las ideas que bullían del ser humano tomaban forma en movimientos políticos, sociales, las revoluciones estaban a la vuelta de la esquina. Si en el siglo XIX La Comuna de París había marcado un hito en la lucha de clases y en la historia de los pueblos, un año atrás los bolcheviques habían tomado el poder, tumbando a la vieja Rusia de los Zares. Y, la revolución liberal-campesina mexicana ya había dejado huella en América Latina.

El mundo cambiaba y los jóvenes –en particular— no iban a quedarse atrás. En Córdoba, Argentina, germinaba un estallido estudiantil, que sería el grito –manifiesto— más hermoso de libertad que se haya escrito y ejecutado por los jóvenes latinoamericanos en el siglo pasado. La Universidad de Córdoba ubicada en las faldas de los Andes argentinos –fundada por los jesuitas en el siglo XV— era, en apariencia y en realidad un claustro-convento de la Edad Media. la Universidad era un lugar privilegiado de los herederos de las nobles clases dominantes. La educación monacal, autoritaria, sin participación de los estudiantes y, una enseñanza, infértil, senil y decadente, provocaron en los universitarios cordobeses, indignación y hambre de libertad.

Luego de varias tomas del campus universitario y movilizaciones con el apoyo de decenas de miles de manifestantes, se hace posible la intervención del Ministro de Educación. Es la victoria de los estudiantes. De inmediato se cambian los estatutos y se introducen los principios de la reforma: autonomía, participación estudiantil en el gobierno universitario, docencia libre, extensión universitaria y asistencia libre a clases. Transcurrido varios meses de lucha, la Reforma Universitaria parecía un hecho. La Reforma se extiende por todo Argentina.

La liberación estudiantil cordobesa se propagó por más de diez años en todo el continente. En el Perú de 1919, las castas oligarcas, estaban anquilosadas en los claustros universitarios y en el poder –igual que en Argentina—, los estudiantes peruanos fueron los primeros de América, en levantar las banderas de la Reforma Universitaria. En julio del mismo año, Augusto B. Leguía asume la Presidencia de la República, lo logra con el apoyo de los estudiantes, pues, decía ser un liberal. Al principio cumplió los reclamos estudiantiles y promulgó una ley universitaria que incluía las demandas de los jóvenes. Pero esto, duró poco, Leguía gobernó con la clase dominante y la iglesia. Es así, que en 1923, reprime una movilización estudiantil matando a 2 estudiantes. Las reformas son eliminadas de la Universidad. Haya de la Torre, el máximo líder estudiantil, se exilia en México. La lucha dejaría de ser universitaria y debía transcurrir a una propuesta política.

El Partido Socialista Peruano (Después Partido Comunista del Perú) que fundara el intelectual y líder social, José Carlos Mariátegui y el APRA (Partido Apirsta Peruano) liderado por Víctor Raúl Haya de la Torre, serían los representantes de las vertientes: reformista, la primera y revolucionaria, la segunda. Las cuales guiarían por décadas el debate y la lucha ideológica de la política peruana.

Uno de los principios fundamentales de la Reforma de Córdoba fue la Extensión Universitaria. Los universitarios no debían encerrarse en sus aulas sino integrarse al pueblo. Este principio era una obligación de los estudiantes quienes debían entregar a la población los saberes adquiridos en la universidad. De esta propuesta surgieron las Universidades Populares Manuel Gonzáles Prada, donde los obreros asistían a clases dictadas por los estudiantes, para intercambiar y debatir las ideas. Esta unión obrero-estudiantil se interpretó como una integración de carácter revolucionario.

Carlos Cáceres Álvarez, llegó al puerto del Callao en un vapor norteamericano en la segunda década del siglo veinte. Nacido en París, hijo de la cubana Mercedes Álvarez y del peruano Carlos Cáceres Rivero, educado entre Suiza y Francia, hablaba con fluidez el inglés, el francés y el alemán, pero cuando arribó al Perú, casi no sabía hablar español. Había realizado estudios de Fisioterapia, Kinesiología y Masaje en los Estados Unidos. Su primer trabajo en Lima fue de monitor de Educación Física en la Escuela Naval. El 27 de noviembre de 1924 se inauguró el Gimnasio de San Marcos, era –en ese entonces— el mejor del Perú, y, estaba dirigido por Carlos Cáceres, quien –después— en los años treinta fundaría la Escuela Nacional de Educación Física.

En agosto de 1924, la pasión por el foot - ball –como le decían en aquel entonces— ya estaba encendida en el Perú, en las ciudades de la costa, pero sobre todo, en las que se ubicaban en los puertos. El Lima Cricket era el único club peruano que había sobrevivido a la ocupación chilena, pues pertenecía a la colonia inglesa y, reunía a la alta sociedad limeña. Y, el Circolo Sportivo Italiano, uno de los clubes más importantes, había invitado a un representativo de jugadores uruguayos, --En junio, Uruguay había sido campeón olímpico de fútbol en París— para disputar un partido de fútbol. Nunca antes un encuentro de balompié había causado tanto interés.

Los habitantes de Lima, disfrutaban de la puesta en escena de la Compañía española Vílches Heredia que se presentaba en el teatro Municipal. La libra esterlina subía de precio, estableciéndose en $ 4. 5238 dólares. Mientras, en Marruecos, los indígenas se enfrentaban a las tropas españolas y, en La Habana, los obreros de los muelles eran reprimidos por la policía, por protestar en demanda de mejoras salariales. Los chocolates Cadbury eran la publicidad principal del diario El Comercio y el aviso de la Antigua Botica Francesa Remy adornaba las páginas del diario La Crónica.

Precisamente, la Extensión Universitaria que formaba parte de la Reforma Universitaria iniciada en Córdoba, había sido el fundamento principal, para que un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos (UNMSM) crearan la Federación Universitaria de Fútbol. Entre ellos los docentes Carlos Cáceres y Guillermo Gastañeta, quienes como muchos otros de su claustro, pensaban que el deporte era un esencial complemento para la formación intelectual y profesional de la juventud universitaria.

En 1924, luego de haber sido deportado Haya de la Torre, presidente de la Federación de Estudiantes, las acciones políticas estaban suspendidas en la UNMSM, por la represión. Sin embargo, el deporte suplía ese vacío en los jóvenes estudiantes y, las competencias atléticas emergían en la Decana de América. Así mismo, el fútbol se convertía en el deporte preferido de muchos sanmarquinos, y la Escuela de Medicina de San Fernando lograba ser el mejor once del campeonato inter - universitario de fútbol.

El 7 de agosto de 1924, en el número 106 de la calle Juan de la Coba, Lima, este conglomerado de ideas políticas, proyectos sociales y amor al deporte, representado en universitarios y maestros sanmarquinos, declaran fundada la Federación Universitaria de Fútbol (Después Club Universitario de Deportes). El club crema, se puede decir –sin lugar a la equivocación— que fue una hechura de la reforma universitaria, de las universidades populares, de los cambios culturales, políticos y humanistas que se vivían en toda América Latina a principios del siglo veinte, de la confluencia entre la teoría y la práctica.


Por eso, no es extraño que en los principios de su fundación se encuentren frases como: “Cultivar los valores espirituales, morales, intelectuales, sociales y deportivos de sus asociados” o “Estimular la unión y solidaridad entre los mismos y en su relación con la comunidad toda”. Y, eso era cierto, los universitarios cuando disputaban sus primeros partidos frente a equipos de la primera división del fútbol. Enfrentaban con el mismo espíritu fraternal y aguerrido, un domingo en la mañana al Atlético Chalaco del Callao en la Mar Brava, --rival y lugar temido por muchos equipos de Lima— y, al mediodía tomaban el Ferrocarril Central para viajar a Vitarte y enfrentar en la tarde al Sport Vitarte, (equipo de obreros textiles) con los que al terminar los partidos, departían gratos momentos tanto en almuerzos de camaradería como en las universidades populares, que los universitarios impartían.

El equipo de los universitarios jugaba en cualquier cancha y ante cualquier rival e incluso terminaban siendo aplaudidos, por público que antes de disputar el partido, pensaban que como estudiantes que son, le iban a correr a las patadas y al juego fuerte. Pero no era así, Galindo, Astengo y De las Casas, era una barrera infranqueable que ni la Furia Chalaca del Callao podía doblegar fácilmente. El antropólogo Raúl “Tito” Castro[*], asegura que el objetivo social de los estudiantes, los llevaba a amoldarse a este juego rudo.

“Los historiadores hablan de las culturas proletarias, las culturas de la clase trabajadora. Esta cultura por definición es ruda, violenta, los historiadores la han determinado así. Por eso, el Atlético Chalaco –como dice Steve Stein— era un club bastante aguerrido, el mismo Alianza Lima y todos los equipos de barrios y haciendas, de ese momento. Siendo la Federación Universitaria de Fútbol un equipo con proyección popular, tenía que entrar al código y tenía que apropiarse de comportamientos de clase popular con culturas rudas. Lo que los ingleses llaman el surgimiento de las clases trabajadoras.

Hay una línea de historia de la sociedad occidental que se refiere a eso como el nacimiento de los sindicatos, por ejemplo. Tanto en Estados Unidos como en Inglaterra y Francia la lucha por las ocho horas, todo eso se da en la misma época, en esos años decisivos de la post primera guerra mundial. Los cambios ideológicos en el mundo, nacen las masas, porque las urbes explotan. Es un fenómeno en el que las urbes se convierten en lo que los historiadores denominan: megaciudades. Es decir, son las ciudades que dejan de tener las murallas con las que se defendían de los piratas, y se expanden horizontal y verticalmente, en ese momento hay una alta migración del campo a la ciudad. Y, las industrias hacen que haya gente, --antes considerados campesinos—, quienes se incorporan a la masa laboral como proletarios”.

Esta proyección popular de la recién creada Federación Universitaria como principio fundamental de la Reforma, tiene, para Raúl Castro, un importante significado en la historia de los clubes deportivos peruanos. “Los torneos de ese entonces, estaban dominados por clubes de barrios, y el único club que logro pasar los años alborales de los campeonatos de fútbol, más allá de las comunidades de inmigrantes europeos como las del Lima Cricket y el Ciclista Lima. Más allá de esa primera etapa aristocrática, el único club que consigue trascender eso, por propia voluntad, por tener un proyecto (de pronto no consciente) pero sí, inconscientemente, fue la Federación Universitaria. Entonces, esa es su importancia.

En esa primera etapa, Jorge Basadre tiene un capítulo en su libro Historia de la República que se llama “La irrupción de las masas” y, está hablando precisamente de esta misma época, de los años treinta, que es cuando precisamente Universitario de Deportes disemina sus rasgos de identidad entre las masas. Es decir, gente sin abolengo, sin raíces aristocráticas, más bien popular de procedencia mestiza, obrera, intelectuales, comerciantes, profesionales, las clases medias, que gracias a los estudios, es que consiguen una buena ubicación en la sociedad de ese momento. Es el nacimiento de la clase media. La “U” es un club que por definición quiso acercarse a esta naciente clase media”.

La popularidad de Universitario de Deportes en la sociedad peruana es sólida, por ello, Tito Castro afirma: “La “U” es popular por su origen. Cuando tú haces un análisis social de un grupo humano, por lo general empiezas desde un enfoque histórico y luego haces un análisis social del grupo, de como está organizado, estilo de vida, calidad de vida y finalmente actitudes culturales. Desde las tres perspectivas, Universitario –hoy— es un equipo popular. Origen: nació en una universidad con estudiantes cuya proyección fue convertirse en un club popular. Y lo hicieron. Cuando hacemos un análisis componencial de sus integrantes, hay gente de todos lados, culturalmente también. Las expresiones culturales de la “U” no están relacionadas a los clubes privados, sino relacionados a las provincias, a distritos como Breña, Ate, La Victoria a zonas populares, a los grafitos y culturas alternativas. Entonces, en ese sentido es popular”.


Y, el tiempo no merma lo que conocemos como la garra crema ni tampoco la identificación de los nuevos hinchas con la quinta vocal. El espíritu merengue –según Tito Castro—, está incólume. “Como todo fenómeno cultural puede desaparecer, pero tal cual se están dando las cosas, no creo que eso pase. Porque según he observado en las cifras de compañías encuestadoras de Perú. En porcentaje de hinchas de equipos de fútbol, la “U” mantiene su tasa de crecimiento alta, quiero decir, que la respuesta espontánea de la gente demuestra que todos los años más o menos, Universitario sigue en las preferencias de la gente. Creo que a largo plazo, los valores de la “U” se van a afirmar más que a perder. Porque Universitario, representa valores y pautas culturales que la gente lleva muy dentro. Para mí la “U” es el equivalente a lo que para otros es la religión, para mí define un estilo de vida, una manera de ver el mundo y eso está pasando con los niños. Eso significa, eslogans como “La “U” es más grande que sus problemas”, representan mucho en la vida de los hinchas. Cada vez que vas al estadio o veas un partido de Universitario por televisión, y estas sin plata, enfermo o con problemas, vas a tener una compensación por esos sufrimientos. De la misma forma los colores, crema, guinda y negro, también está la cuestión de la garra, ser muy práctico en la vida, ser pragmático. Es una manera de ver la vida y los hinchas cremas se reflejan en eso.”

Ochenta y seis años se han cumplido desde la fundación de la Federación Universitaria de Fútbol, el mundo ya no es el mismo, las universidades tampoco. Ellas se han vuelto a convertir en un lugar de enseñanza para privilegiados, en el rincón de la educación infértil, senil y decadente, como lo era antes de la Reforma Universitaria de Córdoba en 1918. Y, las ideas que hace menos de un siglo movían los sentimiento nobles y rebeldes del ser humano, hoy, --son mal vistas— han dado paso al individualismo egoísta, y a la casi desaparición de los ideales en nuestras sociedades capitalistas.


Este acercamiento al origen de Universitario de Deportes, es para que muchos recuerden que la camiseta crema no sólo es un equipo de fútbol, por el cual se puede gritar en cualquier estadio, tampoco un exclusivo club social donde unos privilegiados lo utilicen para propagar sus chismes. Es, ante todo, el club deportivo más importante en la historia del Perú, por sus motivos fundacionales, por su expresión popular, por su noble objetivo de confluir las ideas progresistas de los hombres, --que nunca pasarán de moda— con el ejercicio del cuerpo, porque bien se dice que la mente agita el cuerpo. Y, luego de ochenta y seis años, la garra crema, es la mejor representación de esta frase.

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[*] Raúl “Tito” Castro.- Antropólogo y editor del diario El Comercio de Lima. Es co autor del libro Futbol. Identidad, violencia y racionalidad. Ha realizado investigaciones sobre la identidad del hincha de Universitario y prepara un libro sobre el significado de la aparición de la Barra Norte en la sociedad peruana.
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Bibliografía:

- Memorias del Club Universitario de Deportes 83/85. Rafael Quirós Salinas. Editado por el Club Universitario de Deportes.
- Manifiesto de Córdoba. Tomado de la Federación Universitaria de Buenos Aires. La Reforma Universitaria, Buenos Aires, 1959, pp. 23-27.
- Fundación del movimiento estudiantil latinoamericano. Extraído de "En Defensa del Marxismo" N° 20 (Mayo de 1998).Gabriel Solano.
- El Revés de morir. Guillermo Thorndike. Editorial Mosca Azul.
- Diario El Comercio. Agosto 1924.
- Diario La Crónica. Agosto 1924.
- Entrevista de Yásser Gómez a Baldomero Cáceres Santamaría. (hijo de Carlos Cáceres Álvarez)
- Entrevista de Yásser Gómez a Raúl Tito Castro

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