Perú: La no muerte de Violeta Valcárcel


Foto: Violeta en su matrimonio con el poeta Gustavo Valcárcel

Winston Orrillo / Mariátegui
18/09/10


La de ella es una de esas partidas que -a pesar de ser esperadas por los vuelos tenaces del almanaque- no dejan de sorprender.

Porque uno, la verdad, ya habia asimilado aquello de que Violeta Valcárcel o Violeta Carnero de Valcárcel (jamás viuda porque Gustavo, su esposo, es asimismo, uno de los penates inmortales de la poesía peruana de todos los tiempos), Viloleta, decía, ya había pasado a esa categoría de trascendente, de superadora del avatar de la muerte.

Porque diáfamente, la justicia, la lucha por los derechos humanos, la solidaridad, la belleza del gesto fraterno, la dulzura de la tierna búsqueda de un mundo distinto, son algo que no morirá mientras tengamos el honor de seguir discurriendo entre esta gran humanidad que ha dicho ¡basta¡ y su marcha de gigante no se detendrá sino hasta conseguir su segunda y definitiva independencia (Declaracion de La Habana).. Aquella con la que, por la que Violeta, Gustavo y todos los
suyos -nosotros- no hemos dejado ni dejaremos de luchar jamás, (Es hermoso recordar que en tu vuelo hacia el eterno cielo de la verdad y la justicia pediste que te acompañe la imagen del Che: y así fue: la vimos sobre tu catafalco.

En momentos en que América ya es, defintivamente, otra: gracias a Marti, gracias a Mari´tegui, gracias al Che, gracias a Fidel, y sus vástagos entre los que destacan, por solo mencionar a unmso cuentos, Hugo, Evo, Daniel, en estos momentos, con exquisita cortesía, Violeta nos pide permiso para darse un descansito.

Sí, solo un descansito porque la lucha continúa, Y no podrá cesar hasta que el cadáver emocionado del poema "Masa", de ese otro hermano, César Vallejo, no se haya echado a andar, precisamente cuando todos los hombres de la tierra lo rodeen.

Hacia eso vamos, ¿verdad Violeta? ¡Hacia ese mundo solidario donde nos encontremos, desayunados todos, "al borde de una mañana eterna"(otra vez, por cierto, el vate de "Poemas Humanos"¡

En fin, Violeta, hermana mayor, aquí estamos los que no creemos en la muerte de nada de lo grande que permite al Hombre seguir siendo Hombre, a pesar de los cantos agoreros de los tanatofílicos, de los mortícolas, de todas esas especies excrementicias que siguen, aún, medrando, para que,. en fin, no sea tan aburrida la vida, esta vida que tú nos enseñaste a vivir: grande, generosa, inabarcable, inexhaustible, eviterna.

Nos seguimos viendo, Violeta, dulce paloma de alas iluminadas, iluminantes..

Pues "Hay, hermanos, muchísimo que hacer"

Y concluyo -sin concluir- nuevamente con César, porque sé cuánto le hubiera gustado esto al viejo "Gus" (y hasta salió medio con rima).

Comentarios

Hemos recibido saludos, cartas, llamadas, mails, este texto es significativo, su autor admiró realmente a Violeta y le mostró solidaridad durante las últimas estaciones. La foto tan dulce, embellece la página. Gracias Winston, gracias Chris, gracias amigos, Ros
Erasmus dijo…
Cuando el capullo fenece, entonces alza el vuelo la mariposa.

Con el aprecio de siempre, a tí Rosina, digna hija de Violeta.

Erasmus