Ecuador: La derecha y el gobierno temen promover la movilización social porque se les puede ir de las manos


Yásser Gómez / Mariátegui
20/10/10


Edgar Isch es integrante de la Unión Nacional de Educadores (UNE), de la Red Sepa Ecuador y ex Ministro del Medio Ambiente. Mariátegui. La revista de las ideas lo entrevistó durante su participación en el Seminario: Educación y Trabajo Docente en el nuevo Escenario Latinoamericano organizado por la Red Estrado, la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH) y la CLACSO en Lima.

- ¿Cuál es tu análisis de las políticas de evaluación de los docentes en relación con el modelo neoliberal en América Latina?

- Lo primero que hay que entender es que, precisamente se trata de políticas hechas en el marco del Neoliberalismo que estableció una política educativa muy precisa que tiene que ver con la mercantilización de la educación y con una serie de concepciones de sentidos de la educación, desde una perspectiva de que la calidad está determinada por el mercado y por la demanda. Por tanto no es una política de evaluación aislada, que pueda ser entendida como un elemento técnico y no político como a veces se sostiene. Todo lo contrario tiene un sustento político absolutamente claro y ese sustento político es el que conduce a que la evaluación en síntesis se convierta en un mecanismo de vigilar y castigar a los docentes.

Es decir, castigar a los que no cumplen las normas, premiar a los que sí, de tal manera de ir adiestrando y no educando. Vigilar y castigar al grado de que el docente llegue a interiorizar la mirada del gran hermano que está siempre ahí, para hacer lo que otros determinaron. Por lo tanto se elimina la autonomía personal y autonomía institucional de las escuelas y así los neoliberales logran a través de la evaluación a los docentes y a los estudiantes, establecer realmente que y como debe trabajarse en la escuela. Lo que no lograron hacer mediante reformas curriculares, lo que les faltó hacer en reformas administrativas lo han impuesto a través de la evaluación, de tal manera que la evaluación no es -como algunos todavía piensan- la parte final de un proceso de enseñanza, sino que se convirtió en la parte orientadora no sólo de los sentidos sino también del hacer cotidiano en las escuelas, en los colegios y en las universidades poniendo todo el sistema educativo fiscal al servicio del mercado. Haciendo que estos trabajadores de la educación como los docentes, al ser evaluados con estos mecanismos, además caigan en formas de desregularización y de flexibilización laboral que en algunos casos han tenidos experiencias realmente graves.

Una de ellas es la del llamado presentismo en Argentina, primero se bajaron los salarios docentes y prácticamente la gente se moría de hambre. Entonces les dijeron: les vamos a dar por méritos un salario adicional si es que usted no falta ni se atrasa ni un día al mes.

Aparentemente eso es justo pero en realidad el derecho es a tener un sueldo justo, pero además se podía morir el hijo del maestro y no podía faltar, porque si faltaba por cualquier motivo perdía las posiblidades de alimentar a su familia ese mes. Y eso llevó a que en las provincias donde se aplicó se llegó al extremo de que hubo tres maestros que murieron delante de sus estudiantes en el aula de clase, porque no podían faltar por enfermos que estuviesen. Es decir, la flexibilización va ligada a este otro aspecto y todo ello va dentro de una lógica de capital humano, cuando los maestros y trabajadores dejamos de ser seres humanos y nos convertimos en capital, en algo que puede ser invertido, aprovechado, puesto en el mercado y que tiene que producir plusvalía para el enriquecimiento de un tercero.

- En el caso de Ecuador también se están dando estas medidas de flexiblización con las evaluaciones ¿Cómo está esto?

- El presidente Correa tiene un criterio que estaba muy ligado con lo anterior que es que le dan el nombre de meritocracia, la meritocracia que aparentemente es justa porque se supone que es premiar al que tiene méritos, esconde quien escoge cuáles son los méritos premiables.

Es decir, si es que tú eres una persona crítica y el otro considera que ese no es un mérito sino que un estorbo, por tener pensamiento crítico le molestas, entonces tú no vas a tener premio por tener pensamiento crítico sino vas a tener premio por tener pensamiento esclavo. Entonces quien determina los criterios de lo que es meritorio o no y es una forma de eliminar derechos. En consecuencia de lo que hemos dicho el gobierno del Ecuador está haciendo una selección de los estudiantes que entran a secundaria a octavo año de básica que lamentablemente -incluso- confrontó padres de familia entre sí.

Y que supone que el primer día inscribo a los que tienen 20, el segundo a los que tienen 19, el tercero a los que tienen 18, por supuesto se llenan los cupos y la pregunta es: ¿Los que tienen 15 o 14 no tiene derecho a la educación? ¿No es un derecho para todos? No es mejor que la educación apunte a progresar siempre a los más débiles, hay consideraciones de derechos que quedan absolutamente pisoteadas por esta visión meritocrática del gobieno que es una visión de competencia entre los seres humanos de exponerse al mercado en esa competencia y de, por tanto ser valorados para la compra-venta de nuestros servicios, capacidades y hablidades.

- ¿Cómo está el tema de la criminalización de la protesta? Hay dirigentes de la FEUE, indígenas y ambientalistas presos, judicializados o acusados de terrorismo...

- A veces sorprende un poco a los compañeros de otros países porque Correa ha hecho el esfuerzo de presentarse como un presidente de izquierda. Pero hace pocas semanas estuvo Hillary Clinton Secretaria de Estado de los EE.UU. en Ecuador y Correa con muchas sonrisas y abrazos le dijo que él representaba una nueva izquierda que no es anti nada, no es antiimperialista, anticapitalista, no es antinorteamericana. Cualquiera entiende que si alguien no es anti algo tampoco está a favor de algo, te quedas en una suerte de limbo de pensamiento, porque siempre uno está a favor o en contra de algo. El presidente Correa al decir eso dejo claro cual es su perspectiva ideológica que es realmente débil y una perspectiva en la cual la palabra Socialismo del Siglo XXI es utilizada simplemente en términos verbales pero no en términos reales. Y eso se ha reflejado en normas que quieren imponerse, en este momento se ha difundido por parte del Colegio de Abogados que se habría trabajado una reforma al Código Penal, que señala que quien sale en una marcha e interrumpe el tráfico tiene tres años de prisión. No es una ley que este vigente todavía pero es una ley que asumiría un corte dictatorial.

Con esos principios el gobierno es absolutamente intolerante a la organización popular, no hay gremio que no haya sido insultado. A los indígenas les dijo indios roscas -tiene una carga sexista por la relación que hay entre tornillo y tuerca, por otro lado quiere decir que valen igual que una tuerca, es decir nada- que es un viejo calificativo racista utilizado mucho tiempo por los sectores más atrasados de la sociedad. A los maestros nos dijo mediocres y pelajustanes a los ambientalistas que son ecologistas infantiles y pagados supuestamente por las transnacionales.

Y a eso se agrega el hecho de utilizar normas emitidas por la dictadura militar en la década de los setenta, para someter a prisión a la gente que está en la oposición. El caso más grave es el de Marcelo Rivera, presidente nacional de la Federación de Estudiantes del Ecuador (FEUE) el cual se encuentra diez meses injustamente como preso político por oponerse a las reformas de la Ley de Educación Superior, pero también están denunciados por subversión: la presidenta nacional de los educadores, el presidente del Guayas de los educadores, por terrorismo Marlon Santi, presidente de la CONAIE (Confederación Nacional de Organizaciones Indígenas), Delfín Tenesaca, presidente de la ECUARUNARI y haciendo la suma total estamos hablando de algo más de cien dirigentes populares, de las distintas corrientes y organizaciones que tienen este tipo de procesos, incluyendo el caso de una señora de más de sesenta años -quien también está acusada por terrorismo- de la organización Defensoras de la Pachamama, que jamás hizo política pero que defendía su tierra y el agua que necesita para evitar que entre una transnacional minera usurparlas.

Entonces tienes una serie de casos que evidencian un accionar persecutorio permanente y sistemático que ubica realmente cual es el posicionamiento del Presidente de la República. Esta criminalización supone además un esfuerzo de judicializar la política, de tal manera que la política no sea una acción social libre de expresión organizada del pueblo, sino que se pase a llevarlo todo a través de cortes que están absolutamente controladas por el poder fáctico que existe por parte del poder de la gran burguesía y también por el poder político representado en el Presidente de la República.

Los sectores afectados por esta criminalización ven con mucha preocupación que esto es un proceso que va a continuar, pero hay que decir también que esa preocupación no ha significado frenar la acción popular. Correa acostumbra cada día sábado hacer una rueda de prensa a modo de cadena nacional de radio. En las últimas semanas en todos los eventos donde ha estado ha habido protestas sociales y expresiones de descontento y de reclamo. A pesar de que en lo fundamental procuran controlar de quienes llegan allá. Por ejemplo a un joven universitario que lo único que hizo es levantar un cartel que decía: La Universidad es del pueblo y no del gobierno y que pedía la libertad de Marcelo Rivera, por ese simple hecho de levantar un cartel, en ese momento el presidente Correa había señalado que debían quitarle el cartel y detenerlo pero la gente no lo permitió. También estuvo en Cotopaxi en una población indígena y allí uno de los invitados le dijo que ya deje de insultar a los indígenas, que deje de tratarlos de esa manera.

Es decir, el miedo no es la tónica del caso ecuatoriano hay elementos de confusión sí, porque claro sectores sociales que recibieron beneficios en el primer periodo de Correa, como no tener que pagar por la matrícula escolar o que reciben los bonos, no ven con suficiente profundidad este proceso de derechización del gobierno. Pero no hay temor y eso se va reflejando cada vez con más fuerza, de tal manera que de alguna forma uno puede preveer que nuevamente la lucha social va a crecer en el Ecuador y que van a ser los pueblos organizados los que tienen la posibilidad de expresar una política nueva y de redireccionar los procesos que vive el Ecuador.

- Ante los procesos que se desarollan en países como Venezuela o Bolivia -uno más avanzado que el otro- hay una derecha que sale a la calle en forma violenta tanto en Santa Cruz -los de la Media Luna- como en Caracas o en las ciudades de la frontera de Venezuela-Colombia, porque ven que sus intereses económicos están en peligro. Sin embargo, en Ecuador a las elites guayaquileñas no se les ve mucho en las calles ¿Esta es una señal de que el gobierno de Correa no ha avanzado con la Revolución Ciudadana y es una muestra de su derechización?

- Tomemos dos indicadores adicionales: el primero es que el año pasado los bancos obtuvieron las mayores ganancias de su historia y el otro es que el índice de confianza empresarial en el gobierno cada mes está creciendo. Es decir la derecha lo ataca desde el punto de vista conceptual, teórico pero al final no. En Guayaquil se hizo una marcha importante desde la Alcaldía hace unos meses pero más por exigencias absolutamente puntuales de la ciudad. La derecha en sus convocatorias no ha obtenido apoyo popular y eso es importante y ha perdido la oportunidad de lograr que crezca una tendencia popular antisocialista, anticomunista, antirevolucionaria, porque lo que la derecha decía era: esto que hace mal el gobierno es el socialismo, pero ese discurso no pega.

Porque las fuerzas que realmente piensan en el socialismo en el Ecuador, en el socialismo comunitario desde el sector indígena, el socialismo científico desde los partidos de izquierda, han hecho esfuerzos por aclarar que el Socialismo del Siglo XXI no es tal y que, por tanto como una crítica desde la izquierda han protegido la idea del socialismo frente a la intención que tenía la derecha.

Un último factor es que la derecha en el Ecuador -te diría que incluso el gobierno en un determinado momento- temen promover la movilización social porque saben que esta se les puede ir de las manos, porque en este momento ni la derecha ni el gobierno controlan suficientemente a las grandes organizaciones sociales -sólo lo hacen con las pequeñas-. Entonces es un riesgo muy grande tener eso, es muy distinto a Venezuela donde la derecha logró ello, logró confundir a sectores juveniles universitarios y logró que pequeños partidos que se autocalificaban de izquierda se pongan a la cola de la derecha.

Ese no es el caso del Ecuador donde el movimiento social es muy fuerte, donde estas dos grandes vertientes del Frente Popular (1) y la CONAIE -indígenas- mantienen independencia, donde las expresiones políticas ligadas a estas como MPD y Pahacutik respectivamente llevan una alianza parlamentaria y están fortaleciendo un trabajo conjunto interesante que además abre muchas perspectivas, porque a diferencia de otros momentos es una izquierda que está buscando su unidad lejos de procesos electorales.

Y te plantea entonces una condición tan distinta que no logra la derecha presionar por ahí, pero si puede presionar por otros lados, con toda la fuerza que tiene el imperialismo norteamericano, presiona por el lado de dañar la economía. Hace poco tuvimos -sobre todo en la región Costa- todo un proceso de desparición del azúcar como producto de uso en las tiendas, cuando había excedente de azúcar en el Ecuador. Es decir, utilizan sus propios mecanismos económicos y administrativos para presionar, más los medios de comunicación -aunque su peso social ha bajado- pero evidentemente siguen haciendo su trabajo reaccionario de confusión.

Entonces, cierto es que no salen a las calles pero tampoco es que esten quietos, que han dejado de pensar en la posibilidad de subvertir al gobierno para tener el poder 100% en sus manos. Y eso hay que tenerlo muy claro, porque evidentemente una crítica desde la izquierda tiene que ser una crítica muy diferenciada no sólo en el contenido de lo que hace la derecha sino además en los métodos y en los propósitos de la crítica.


(1) Frente Popular.- Es un instancia que coordina a las organizaciones nacionales como la Unión Nacional de Educadores (UNE), los afiliados al seguro social campesino, la Central Sindical Unión de Trabajadores del Ecuador, la Federación de Estudiantes Secundarios (FESE), Federación de Estudiantes Universitarios (FEUE), la Juventud Revolucionaria, organizacione de mujeres como la CONFEMEC, CUBE que es una organización barrial, entre otras.

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