Ecuador: Alberto Acosta: Si estamos haciendo una revolución afectemos los intereses de los más ricos
Yásser Gómez / Mariátegui
Desde Quito
02/11/10
Alberto Acosta, economista, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), ex presidente de la Asamblea Constituyente y fundador de Alianza País conversó con Mariátegui. La revista de las ideas sobre la intentona de Golpe de Estado, sus motivos y consecuencias, además de analizar que rumbo está tomando la Revolución Ciudadana. Alberto nos recibe en su oficina ubicada en el octavo piso de la sede de FLACSO, entre las esquinas de La Pradera y Diego de Almagro. Quito continúa en Estado de Excepción y aún se siente un ambiente enrarecido, los comentarios de la gente y las pintas en las calles nos muestran a este Ecuador después del 30 de septiembre.
- ¿Cuál es tu análisis sobre el intento de golpe de Estado?
- En primer lugar lo que nosotros tenemos que anotar es que el día jueves 30 de septiembre se registró el hecho político más violento de las últimas décadas en el Ecuador. No recuerdo haber vivido un momento de tanta violencia, muerte, sangre y destrucción, desde que acabó la dictadura militar en 1979 y ni si quiera durante esa dictadura tuvimos situaciones tan complejas ni difíciles, salvo si recordamos la matanza de los trabajadores en el ingenio azucarero Astra.
Esto debe hacernos reflexionar y analizar sobre lo que significó ese 30 de septiembre, la discución de que si se trató de un golpe, no hubo golpe de Estado o incluso -como dicen determinados sectores- si se trató de un autogolpe y todo fue algo fraguado por el gobierno para elevar la figura del presidente seguirá en marcha. Alrededor de ese tema habrá todavía mucho que discutir, pero que quede absolutamente claro que hay algunos elementos que configuran un escenario muy preocupante.
En primer lugar había una conspiración que se había fraguado con varios días de anterioridad o seguramente semanas, en la cual estaban involucrados miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas. Esa conspiración explota el 30 de septiembre -pero insisto esto ya se estaba trabajando con anterioridad- hay datos que nos dicen que eso es así. Además podríamos anotar que no fue sólo un cuartel policial -el más grande de la ciudad de Quito- sino que fueron cuarteles policiales en casi todas las provincias del Ecuador y adicionalmnete algunos recintos militares.
Se bloquearon dos aeropuertos, el de Quito y el de Latacunga, que si bien en términos civiles este segundo aeropuerto no es muy importante pero en términos militares es vital, porque podría haber sido el punto de partida de las tropas de élite desde las provincias centrales hacia la ciudad de Quito. Adicionalmente como dato anecdótico, los soldados de la Fuerza Aérea que desfilaron en la pista y que bloquearon el aeropuerto, lo hicieron con pancartas elaboradas previamente.
Entonces, eso demuestra que estuvo preparado un operativo donde participaron policías y Fuerzas Armadas ¿Cuántos miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas participaron? ¿De qué manera estaban comprometidos los oficiales? Son preguntas importantes. No olvidemos que no sólo tomaron los cuarteles sino que se bloquearon varias calles y carreteras en todo el país e incluso la Asamblea Nacional fue tomada por la Policía Nacional. Creo que el primer punto es que hubo una conspiración en marcha desde tiempo atrás. Luego nos preguntamos por qué.
Un segundo punto importante que tiene que quedar claro, es que el Presidente de la República quedó rehén de la Policía Nacional cuando él va al regimiento Quito a tratar de frenar o enterarse de lo que estaba pasando, pero estuvo de rehén todo el día. La policía le decía: sí, el señor presidente puede salir cuando quiera, pero firme este papelito, donde le reconocían el reestablecimiento de lo que ellos consideraban sus derechos perdidos, los que le habían perjudicado con la ley de servicio público.
Y un tercer elemento -que también queda a todas luces claro- es que hubo un intento de asesinato del Presidente de la República, sobre todo al finalizar la jornada cuando el Ejército entra a rescatar al presidente en el hospital, quedó claro que le dispararon a Rafael Correa. Incluso una de las personas que iban al lado de él cae y muere inmediatamente.
Estos son tres elementos indiscutibles. Si eso configura o no un golpe de Estado es algo que uno podría preguntarse. Hay muchas interrogantes como ¿Qué habría pasado si el Presidente de la República no iba al Regimiento Quito? La respuesta es obvia, a lo mejor no había tantos muertos, heridos, no se provocaba esto o a lo mejor eso no ayudaba a develar un Golpe de Estado en marcha.
Estuvo claro que hubo una conspiración, que el presidente estuvo de rehén y que lo intentaron matar, el magnicidio estuvo en la mente de la policía al menos. No sé de cuántos ni quienes pero hubo un intento de magnicidio. Ese es un primer punto muy preocupante.
Un punto que también deberíamos preguntarnos es ¿Por qué y si es que realmente hay fuerzas golpistas? Sí, definitivamente en el Ecuador hay fuerzas golpistas desde hace mucho tiempo, desde que se inició este proceso político hubo, ha habido y siguen existiendo fuerzas que hacen lo imposible por detener todo el proceso de transformaciones que se inició en enero del 2007.
- ¿Qué grupos son?
- Recuerdo que cuando era presidente de la Asamblea Constituyente, había grupos parlamentarios que recurrieron a todo tipo de mañas y artimañas para interrumpir el proceso constituyente. El grupo de Sociedad Patriótica del coronel Lucio Gutiérrez también estaba en esta línea, eran de los que siempre buscaban interrumpir y boicotear este proceso, también estuvo el PRIAN (Partido Renovador Institucional Acción Nacional ) de Alvaro Noboa el hombre más rico del Ecuador, incluso llegaron a bloquear la Asamblea el 28 de diciembre del 2007 para que no se apruebe la Ley de Equidad Tributaria. Noboa movilizaba gente asalariada para bloquear en Montecristi a la Asamblea para tratar de entrar e impedir la aprobación de esta ley.
Entonces hay algunos elementos que nos dicen que hay grupos que estaban y están claramente interesados en que esto fracase, quizás habría que señalar un dato en relación a Sociedad Patriótica. No es casualidad que varios miembros de este partido hayan estado presentes en varios cuarteles el día del alzamiento policial y militar. Son ex militares y ex policías que ahora forman parte del partido de Lucio Gutiérrez. Hay claramente algunas señales de que ellos también estaban enterados del asunto y que estaban propiciando esta sublevación policial que fue una intentona golpista que fracasó.
¿A quienes más dentro de la policía les incomodaba esto? Sin duda alguna la Ley de Servicio Público que se aprobó quitaba algunos beneficios a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas en general, todo lo que era bonificaciones por condecoraciones, por ascenso y según información oficial se les habría mejorado los ingresos.
Pero ahí se cometió un error, porque se obvió una reflexión sobre lo que significa en términos de la cultura policial y militar el tema de las condecoraciones que les dan un cierto estatus a las personas que las obtienen. Fue el cálculo demasiado tecnocrático de ver cuanto es lo que ganaban y cuanto es lo que ganan ahora. Esa es la demostración de un manejo tecnocrático, poco apegado a reconocer y a valorar la cultura de la policía. Ahí tenemos un problema muy serio por esa falta de predisposición para entender lo que representan estos elementos culturales en instituciones como la policía y las fuerzas armadas.
Además la policía tenía algunos motivos, no digo justificaciones porque para lo que hicieron no hay justificación alguna, un intento de golpe de Estado , tener al Presidente de la República de rehén, agredirlo, intentar asesinarlo. Pero el hecho es que el gobierno del presidente Correa descabezó a la cúpula de la Policía Nacional de manera continua, salieron más de 23 generales, ha habido como siete comandantes generales de la policía en menos de cuatro años, entonces hay una enorme inestabilidad.
También habría que anotar el hecho de que algunos miembros de la Policía Nacional deben haber estado molestos porque se desarmó una unidad de inteligencia que estaba directamente controlada y financiada por la Embajada de los EE.UU., que pagaba a los oficiales, la embajada recibía la información, hasta el polígrafo era manejado por la embajada norteamericana, todo para detener el narcotráfico, una unidad de inteligencia que se desarmó.
Igualmente hay que anotar como un elemento que debe haberles preocupado a los policías, la decisión de las Asamblea Nacional con la Ley de Descentralización y Autonomías para que las policías de tránsito puedan pasar -si así lo demandan- a determinados municipios. También pondría en esa lista de posibles explicaciones del malestar, el resultado de la Comisión de la Verdad que denunció los atropellos contra los derechos humanos de algunos elementos de la Policía Nacional. En ese contexto entonces puede haber habido un malestar que fue aprovechando por fuerzas extrañas, golpistas que están atentas para darle un puntillazo final si es posible al proceso de la Revolución Ciudadana.
Ahí habría que preguntarnos cuál es el grado de responsabilidad que tienen determinados estamentos del gobierno y del propio Presidente de la República en lo que sucedió. La pregunta que queda flotando es si él debía haber ido o no al regimiento Quito, una es que eso abrió la puerta para que puedan tener de rehén e incluso intenten asesinarlo, dos es que su presencia pudo haber develado un Golpe de Estado mucho más amplio y él rompió esquemas. Eso queda a la discución, pero lo que sí queda absolutamente claro es que hubo determinados ministros que no cumplieron con sus obligaciones. ¿Cómo puede haber un Ministro de Gobierno que no sepa que se estaba fraguando una movilización de este tipo? ¿Dónde estaban los servicios de inteligencia? ¿Dónde estaba la unidad de inteligencia que depende de la Presidencia de la Repúlica? que no supo absolutamente nada de lo que estaba pasando. ¿Qué pasaba con los mandos militares? ¿O eran unos ineptos que no se daban cuenta que su tropa estaba conspirando desde dos semanas antes por lo menos? ¿O estaban complotados con la tropa y ellos no daban la cara?, porque para ellos si puede haber una corte marcial por lo que hicieron. Entonces hay que preguntarse ese tipo de cosas. Pero lo que se vivió fue una clara intentona de Golpe de Estado que puede haber sido una suerte de ensayo general, de quienes de alguna u otra manera están empeñados en acabar con el gobierno del presidente Correa.
- Sobre ese tema me parece que hay una contradicción, porque para el exterior el presidente Correa y el gobierno dicen que el golpe vino desde la derecha y lo comparan con lo que sucedió en Venezuela y Bolivia. Y para dentro del país dice el gobierno que la izquierda radical y los indígenas estuvieron involucrados en el golpe ¿Cuál es tu percepción?
- Ahí habría que analizar los distintos actores y cuál fue su comportamiento. El Presidente de la República ya sabemos lo que hizo y hay gente que cuestiona lo que hizo y gente que lo justifica. El gobierno nacional demostró una enorme incapacidad para dar una respuesta clara en el momento de crisis. La Ministra de la Coordinación de la Política siguió perdida como desde el principio de sus funciones, no tuvo ninguna capacidad para dar una respuesta, el Ministro de Gobierno no sabía lo que sucedía, permitieron que el Presidente de la República se meta en la boca del lobo con o sin razón. Luego vemos que el Ministro que da una respuesta política es el Canciller, quien es el que dice a la gente vamos a rescatar al Presidente de la República que está de rehén en el hospital.
Y ese es un tema que debería ser reflexionado, Alianza País no tiene una capacidad de movilización importante, la movilización popular ese día fue muy limitada. No se de dónde saca el presidente Correa en una entrevista que habían cien mil personas en la calle, no habían ni cien mil personas caminando en todas las calles del Ecuador, porque cuando se fue la policía la gente se retiró a sus casas, hubo mucho miedo, recelo y la gente se quedó a ver por televisión lo que sucedía, no se llenó la Plaza Grande de Quito que no requiere más de quince mil personas para llenarse. Entonces no hubo una gran movilización de Alianza País que ha demostrado ser una fuerza electoral muy vigorosa, pero no tiene capacidad política de respuesta inmediata. Nada comparable con las movilizaciones masivas en Bolivia o en Venezuela cuando se produjeron situaciones más o menos similares.
Además tenemos que anotar que la Policía Nacional tuvo una actuación muy preocupante, indignante. Hay que rechazar eso, que hayan orientado las armas que reciben del pueblo para agredir al propio pueblo me parece que eso es intolerable. Las Fuerzas Armadas volvieron a aparecer como factores dirimentes de la vida democrática nacional, dieron una rueda de prensa cuando no tenían que hablar absolutamente nada, tenían que estar ahí respaldando al Presidente de la República, su mensaje debía haber sido a la Policía; ustedes tienen tres horas para retirarse o nosotros entramos y punto se acabó. Ellos tenían que salvar a su comandante general y menos aún aprovechar de esa rueda de prensa para decirle al gobierno; esa ley no es buena para nosotros también. Fue una suerte de chantaje velado o abierto, que dio resultado porque a los dos o tres días revisaron lo sueldos, salarios de la Policía y las Fuerzas Armadas de forma retroactiva de manera nada despreciable.
Luego los distintos movimientos sociales, hubo grupos como el Pachakuti a través de uno de sus dirigentes (Lourdes Tibán) que se pronunció inmediatamente a favor de la asonada, pero esa no fue la tónica del movimiento indígena, luego de una importante reunión que tuvieron ese día tomaron la decisión de no sumarse al golpe, rechazaron la intentona golpista, se declararon partidarios de la Constitución pero cuestionaron al gobierno del presidente Correa. La tarde de ese día el Ecuarunari que es el grupo más importante de la CONAIE se pronunció también en ese sentido en contra del golpe y reclamando cambios al gobierno del presidente Correa.
El Movimiento Popular Democrático (MPD) lo que aquí le llamamos los chinos, los antiguos maoístas, ellos si se pronunciaron a favor del levantamiento policial y fueron a la CONAIE para presionar con todos sus estamentos para que los indígenas se sumen, pero estos no se sumaron. Entonces los que se sumaron a esta sublevación policial y conciente o inconcientemente al golpe de Estado, fueron los dirigentes de los sindicatos públicos, de los petroleros, los grupos que conforman el Frente Popular que es del MPD, el Frente Unitario de Trabajadores, esas agrupaciones que no lograron movilizar más de cien personas en las calles frente a la Asamblea Nacional.
Lo que ocurrió es que los sectores sociales y de izquierda se fragmentaron, no tuvieron una posición clara. Algunos plegaron en su lucha su bronca con las políticas del presidente Correa, plegaron inmediatamente a la sublevación, otros dijeron no, salvamos la Constitución, pero no hubo un posicionamiento claro y categórico para defender la democracia, debía haber sido mucho más efectivo, mucho más presente esa movilización pero eso es lo que se pudo conseguir ese rato. Y ahí habría que preguntarnos porque los movimientos sociales que en un momento dado fueron aliados estratégicos de la Revolución Ciudadana no plegaron al gobierno del presidente Correa.
- ¿Qué sucedió?
- Las explicaciones son múltiples, recordemos que hay una serie de políticas que están afectando los intereses de los sectores populares, hay varias leyes como las de minería, soberanía alimentaria, la propuesta de Ley de Aguas que están incluso en contra de la Constitución recientemente aprobada. Recordemos que a las protestas populares se les ha vuelto a criminalizar. A los indígenas se les acusó de terroristas cuando se movilizaron en una reunión que hubo de los presidentes del ALBA en Otavalo.
Entonces el Presidente de la República de una u otra manera, está cosechando todos los insultos, agresiones y represiones que ha desplegado en contra de los movimientos sociales.
- ¿Quienes estuvieron detrás del golpe?
- Es difícil establecer en este rato quien estaba detrás del golpe, lo que si uno podría imaginarse es a quien beneficia el golpe o quienes sacan ventaja de este. Lo hacen sin duda alguna las fuerzas oligárquicas que están viendo como se les está afectando de alguna manera en sus privilegios. Aunque tampoco es mucho, porque este no es un gobierno que a afectado mucho los intereses de los grupos oligárquicos, hay una política económica y agraria que ha favorecido a los grandes grupos económicos.
Ha habido un discurso en contra de los grupos oligárquicos, de los grandes empresarios, de los grandes banqueros pero no es mayor cosa. Quizá una de los últimos puntos positivos es el hecho de obligarles a los banqueros a vender sus medios de comunicación, lo cual es positivo porque los banqueros estaban en un tira y afloja. Me imagino que muchos de esos banqueros no deben estar nada contentos con el gobierno de Correa aunque no han dejado de ganar mucho dinero. El año 2008 tuvieron utilidades de más del 20% en dólares, el 2007 de más del 13%, este año dicen los pobres banqueros sólo van a ganar un 11%.
Después diría que en Washington -no diría el gobierno de Obama, ni siquiera diría que este la CIA metida en esto- pero hay ciertos grupos de ultra derecha que no deben estar satisfechos, porque el gobierno ecuatoriano mandó sacar a dos funcionarios de la embajada norteamericana que estaban involucrados o habían tenido acciones que no eran compatibles con la soberanía ecuatoriana. Desarmó las unidades de policía que estaban al servicio de la embajada, que sacó la base militar de Manta, que no ha tenido un posición proactiva a favor del Plan Colombia.
Entonces, creo que si tienen que haber ciertos grupos que están preocupados por lo que significa el gobierno de Correa cercano al gobierno de Chávez al de Evo y eso tiene que haber propiciado cierto malestar allá.
Lo que si me preocupa a mí es que luego de este intento de Golpe de Estado que puede haber sido un ensayo general, los grupos golpistas saben como reaccionan los distintos sectores de la sociedad, la capacidad de respuesta del presidente, la capacidad de respuesta del gobierno, la capacidad de acción de Alianza País como partido oficialista, las respuestas que fueron dando los distintos sectores sociales y se deben dar cuenta -porque para nadie es desconocido- que la izquierda está fracturada y que el gobierno no da señales claras para reestablecer esas alianzas estratégicas con quienes fueron sus acompañantes de ruta en buena parte de este proceso.
- Por eso decías que la que más ha sido dañada ha sido la izquierda...
- Sí, la veo bastante afectada a la izquierda. Los grupos de derecha no, ellos no dieron la cara uno que otro tuvo determinados posicionamientos, podemos estar de acuerdo o no con lo que dijeron pero no aparecen como los golpistas, como los que están propiciando el asesinato del presidente Correa, como los que le tuvieron de rehén, ellos trabajaron a través de mano larga, distantes, no aparecieron directamente involucrados como ocurrió en Venezuela (2002). Mientras que a los grupos de izquierda los veo distanciados entre sí, fracturados, incapaces de entender que la hora era de unión para rechazar el Golpe de Estado y salir a defender la Constitución sin ningún otra condición y luego mantener todas las posiciones críticas al gobierno del presidente Correa, pero lamentablemente eso no fue posible. Había gente que estaba muy dolida y resentida por la forma de hacer política del presidente Correa.
- ¿A qué te refieres con eso?
- Cuando alguna vez he dicho que el presidente Correa y su gobierno tienen razgos prepotentes y autoritarios no digo que esa sea la causa de los problemas, pero esos razgos no ayudan a resolverlos. Eso tiene que quedar claramente establecido, es la incapacidad del presidente Correa para dialogar, escuchar a la contraparte. A ver si pueden ponerse de acuerdo y llevar juntos un proyecto con amplios sectores de la sociedad. Luego del 30 de septiembre no veo ninguna señal o pronunciamiento claro de este gobierno que invite ahora sí a los movimientos sociales a sentarse a dialogar.
Por el contrario, justamente el día de hoy (viernes 15 de octubre) que va haber esa movilización en respaldo al presidente, están reapareciendo unos membretes y reconstituyendo lo que se conocía como la Coordinadora de los Movimientos Sociales que estaba ya archivada desde el año 2008, para decir que sí están los movimientos sociales alrededor del gobierno. Ese es un error, el gobierno del presidente Correa debería hacer un esfuerzo por rectificar, creer que no pasó nada o que todo fue adecuadamente resuelto ese día es una enorme equivocación.
- ¿Qué tendría que rectificar Correa?
- Tiene varias cosas, una cosa fundamental es establecer espacios de diálogo, sentarse a dialogar a escuchar la opinión del otro. El dialogar no es socializar las leyes, las políticas, no es hacer reuniones desde una perspectiva tecnocrática para informar con el criterio de ONGs. Sentarse a dialogar es poner las posiciones gubernamentales a la discusión de la sociedad y escuchar lo que proponen lo sectores sociales, por ejemplo cuáles son las propuestas del movimiento indígena y tratar de entender que es lo que quieren decir ellos, por qué están planteando eso, qué significa en relación a las propuestas oficiales. Eso parte por respetar las opiniones de los otros y tener la capacidad para procesar la opinión de los otros en función de nuestra opinión o de la del gobierno y si es el caso corregir o tratar de convencer a la otra parte, tener incluso la capacidad para decir; de estos 85 puntos estamos de acuerdo en 60, en el resto no lo estamos pero trabajemos en los que estamos de acuerdo para seguir juntos y estos lo vamos a ir procesando de otras maneras.
- ¿Qué te preocupa más?
- La Revolución Ciudadana tiene un déficit de ciudadanía, ese es el problema de fondo, tiene un déficit democrático, no hay espacios de participación, se imponen las leyes, las resoluciones del bloque parlamentario son pisoteadas por el veto presidencial. Si estamos haciendo una revolución afectemos los intereses de los más ricos que son los que causan la pobreza y la miseria, tiene que afectarse la opulencia, eso no se ha afectado. No hay una reducción sustantiva de los índices de inequidad, no hay una reducción de la pobreza, en algunos casos ha vuelto a subir la pobreza. Nosotros (FLACSO) tenemos cifras calculadas recientemente que del 2008 al 2009 aumentó la pobreza y subió mucho más para los indígenas, algo que el gobierno no ha aceptado. Entonces ¿De qué revolución estamos hablando? Si no se trata aquí de sostener la inequidad y reducir la pobreza, a partir de la inequidad no se reduce la pobreza, hay que enfrentar esa excesiva concentración de la riqueza.
Otro tema indispensable abordar es una nueva forma de inserción en el mercado mundial, no podemos seguir por la senda extractivista; más petróleo y abrir la puerta a la minería metálica a gran escala a cielo abierto. Eso son algunos de los temas de fondo, donde tiene también que corregir el gobierno, tiene que replantearse un modelo de política económica y social, un estilo de vida para hacer realidad el Buen Vivir.
Soy de las personas que aplaudo cuando veo que la inversión social ha pasado de un 4%a cerca de un 8% en relación al Producto Interno Bruto (PIB), pero la pobreza no se reduce, la inequidad tampoco.
La tarea en este instante es cerrar filas para defender la Constitución y en el marco de la Constitución, la democracia sin objetivos, eso exige tanta democracia representativa como sea indispensable y tanta democracia participativa como sea posible. Entonces siempre más democracia nunca menos.
- ¿Rafael Correa está a tiempo de rectificar las cosas que ha hecho mal?
- Sí, el presidente tiene un enorme potencial, no nos olvidemos que el Presidente de la República tiene la mayor aceptación popular -las encuestas lo dicen- pero no debería estar tan pegado a lo que dicen las encuestas. A ratos le veo rehén de las encuestas, rehén del marketing político, debería pensar más políticamente para dar unas respuestas estratégicas que le permitan posicionarse en amplios sectores populares con capacidad de acción e intervención en la vida política nacional y eso le obligará a radicalizar la Revolución Ciudadana. Sino la radicaliza el presidente Correa seguirá cada vez más atado a ciertos grupos de derecha que están ya enquistados en su gobierno. Hay varios ministros de derecha, continuará con las mismas políticas de derecha pero la derecha oligárquica nunca lo verá como un hombre de confianza.
El rato que lo consideren oportuno le pondrán a un lado de cualquier manera, pacífica o violenta, él nunca será una garantía para la derecha oligárquica. Y si va a seguir en esta política de enfrentar a los grupos sociales, terminará cada vez más de rehén también de las Fuerza Armadas que será su único punto de sostén y tratará de ir construyendo bases a partir de la bonocracia, las políticas sociales clientelares; yo te doy un bono tu me respaldas, te doy un bono sales a la marcha de defensa del gobierno, te doy un bono y me aplaudes los sábados. Eso no le va a dar resultados a largo plazo y eso no es conveniente para el país.
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Necesitamos cambiar una sociedad con pensamientos de hace 500 anos y entender que no es un caso de izquierda o derecha sino del futuro de un pais que necesita education, salubridad, seguridad y eso se logra solamente con Inversiones locales y extrangeras, con apertura comercial, con estabilidad legal, con inteligencia para todos