Venezuela: Notas sobre el caso del Cacique Yukpa Sabino Romero (III)


Sociedad Homo et Natura / Mariátegui
31/12/10


Parte (I)
http://www.elpueblosoberano.net/2010/12/notas-sobre-el-caso-del-cacique-sabino-romero-erradicado-al-estado-trujillo/
Parte (II)
http://www.elpueblosoberano.net/2010/12/notas-sobre-el-caso-del-cacique-yukpa-sabino-romero-ii/

El pasado martes 21 de diciembre no se presentaron los testigos citados, así como tampoco asistió el detective del CICPC Robert Rincón, para no interrumpir el proceso de las audiencias en su fase final se dio lectura uno de los informes balísticos, específicamente el referido a una de las armas utilizada por la comunidad de Guamo Pamocha en día del conflicto. Todo se desenvolvía con normalidad hasta el momento en el que finalizando la audiencia uno de los familiares del cacique Olegario gritó a un hijo de Sabino que lo mataría si su papá salía de la cárcel, inmediatamente los alguaciles de la sala intervinieron y sacaron de la sala al grupo que gritaba sin detenerse. Pero allí no quedó la agresión, al salir del tribunal este grupo siguió amenazando a los familiares de Sabino, gritándoles en el idioma Yukpa y en español que los iban a joder en la Sierra, mientras esto ocurría la voz de Daisy la esposa de Olegario repetía insistentemente que su esposo se tenía que quedar en la cárcel pero que los otros dos también y si éstos salían libres los iban a matar.

Llama la atención algo que no había ocurrido antes en todo el proceso. Hace apenas unos meses atrás las dos familias unidas se plantaron frente al Tribunal Supremo de Justicia para exigir respuesta ante el recurso de amparo introducido el 10 de febrero de 2010 donde se solicitó el respeto de la jurisdicción indígena Yukpa, al rechazar esta petición el cacique Olegario recusó la defensa pública y nombró como su defensor al abogado Alfonso Chacín quien es consultor jurídico de GADEMA, es decir, el representante del sector que históricamente ha violado todos los derechos indígenas vigentes y responsable de las matanzas racistas ocurridas a lo largo del siglo pasado. Una vez asumida la nueva defensa a cambio de que se devuelva la hacienda Kusare a la Familia Vargas, es sembrado nuevamente el odio entre las familias y saltan graves amenazas sobre indígenas y activistas. El Juez Moreno Matheus no puede aceptar este tipo de defensor que lo que está haciendo es llevar esta situación a un callejón sin salida. El no es ningún defensor, es acusador.

Mientras tanto, seguimos encontrando incongruencias y contradicciones en el documento acusatorio, las pruebas y las actas de entrevistas y procedimientos. En esta nota comentaremos tres aspectos que hemos observado y consideramos necesario compartirlo con los lectores:

1) El día 15 de octubre de 2009, es decir, dos días después del enfrentamiento, el señor Antonio Romero Romero padre de Evert Romero una de las personas fallecidas quien estaba casado con Guillermina hija del cacique Sabino Romero, se presenta en la sede de la Sub-delegación Machiques del CICPC para entregar dos cartuchos percutados que recogió en el lugar de los hechos y ofrecer su testimonio referencial dado que no estuvo presente. En el acta se puede leer cuando el funcionario le pregunta: “Diga usted si tiene conocimiento de la persona que le quitó la vida a su hijo” a lo que respondió: “según los comentarios de los que estaban fue Olegario quien mató a mi hijo”. Sin embargo, en la acusación que presentan los fiscales no se imputa al cacique Olegario Romero de matar a Evert Romero, textualmente el delito del que se le acusa es “homicidio calificado por motivos fútiles e innobles con complicidad correspectiva”, eso quiere decir, que él no disparó, pero sí lo hicieron Israel Romero e Ignacio González que se encontraban en el grupo liderado por él, resultando muerto Evert Romero y heridos Sabino Romero, su hija y su sobrino. Decimos todo esto, para destacar que ni en los testimonios recogidos ni en los hechos imputados sobre los que se basa la acusación el cacique Sabino Romero es acusado de matar a Evert; sin embargo, en la reunión sostenida el día 22 de octubre de 2010 en Caracas en la sede del Ministerio de Ambiente con el Hermano José Korta y el Padre Numan, Lusbi Portillo, dos hijos de Sabino Romero Izarra, representantes Yukpa afectos al gobiernos y empleados del Ministerio Indígena, activistas del movimiento social y los ministros Alejandro Hitcher y Nicia Maldonado para hablar sobre la demarcación y el caso de los cacique detenidos el señor Antonio Romero acuso a Sabino Romero de matar a su hijo, contradiciendo sus declaraciones y la acusación del Ministerio Público. De ahí en adelante en todos los escenarios que el señor Antonio Romero interviene acusa a Sabino de haber matado a su hijo. Nos preguntamos ¿qué le pasó? ¿por qué cambió de opinión Antonio Romero siendo el único que dice esa versión de los hechos? ¿será parte el señor Antonio Romero de la campaña de criminalización contra los dirigentes Yukpa que adelantan la vice-ministra María Teresa Yaspe, el ministro Tarek El Alsaimi y la Ministra indígena Nicia Maldonado? ¿Qué gana Antonio Romero que sólo tiene repercusiones en la opinión pública?

2) Partiendo del documento acusatorio elaborado por el Ministerio Público notamos una contradicción significativa que sin duda determinará el futuro del proceso. Entre los delitos por los que se acusa al cacique Sabino Romero se encuentra el de “homicidio calificado por motivos fútiles e innobles en grado de determinación en perjuicio de Mireya Romero”, en criollo, ordenó a Alexander Fernández que matara a su esposa Mireya Romero quien esperaba un hijo de él, es decir, Sabino ordenó que matara a su esposa y a su hijo (cabe destacar que en la descripción de los hechos imputados y en el documento en general no aparece el parentesco entre Alexander Fernández y Mireya Romero, según esto eran personas entrañas entre sí). Ahora bien, vamos con la contradicción a la que nos referimos, según las declaraciones de Eddy Romero Romero (uno de los testigos presenciales) el 14 de octubre de 2009 en la sede del CICPC Sub-delegación Machiques, la muerta Mireya Romero y su persona se dirigían de la Misión del Tukuko hacia la comunidad de Guamo Pamocha montados en caballos, de pronto apareció Sabino Romero y su gente, al acercarse Alexander Fernández Fernández le pegó un culetazo a Eddy y un tiro en el pecho. El 02 de diciembre de 2009 Eddy vuelve a declarar en audiencia oral y pública que tuvo lugar en la ciudad de Trujillo. Esta vez con algunos particulares cambios como la aparición de Sabino como quien da la orden para matar a Mireya sin embargo, más allá de las contradicciones entre ambas declaraciones, lo que nos interesa rescatar es que existe una constante curiosa: Alexander mata a su esposa y su hijo de un tiro en el pecho cuando ella intentó correr. Al comparar esto con la necropsia de ley número 1893 practicada a Mireya Romero indica en el segundo punto: Doce heridas producidas producida por el paso de proyectil único (perdigones) disparada con arma de fuego con características de distancia. Según el mismo informe Recibió múltiples heridas en la región clavicular derecha, la región infraclavicular izquierda, región interna del brazo derecho y la región externa del mismo brazo. Al cruzar esta información no sé explica fácilmente que Alexander matara a Mireya de frente a corta distancia cuando las ubicación de los heridas implican que el disparo tiene “características de distancia”, ante este análisis toma sentido lo narrado por los niños heridos (todos testigos presenciales) cuando describen en sus declaraciones que al momento del enfrentamiento Evert Romero herido le dispara a Mireya cuando ve que se acerca. Sin ánimos de emitir conclusiones, lo que parece evidente es que Alexander Fernández Fernández acusado de matar a su esposa embarazada no lo hizo, porque habría tenido que estar muy lejos y eso contradice la versión que declara el testigo presencial, menor de edad, Eddy Romero. Si Alexander no disparó a Mireya, se caería la acusación en contra de Sabino Romero por homicidio calificado en grado de determinación. Esto constituye apenas una de las contradicciones en el que ha llevado este juicio. Nos preguntamos, ¿será por incongruencias como estas que en primera instancia la jueza negara a los abogados defensores la reconstrucción de los hechos? ¿Por qué Eddy en la segunda declaración que tuvo lugar en la audiencia, luego de prepararlo el abogado ganadero Alfonso Chacín, incluye en la historia con un papel tan preponderante a Sabino Romero para determinar la muerte de Mireya y en la primera entrevista, al otro día de los hechos, se le había pasado por alto?

El próximo martes es la penúltima audiencia en la ciudad de Trujillo, así como seguimos acompañándolos en la calle, seguiremos estudiando los materiales jurídicos que han soportado un proceso violatorio de los derechos indígenas desde el principio hasta el final; sin nombrar la terrible consecuencia política que significa la división de la resistencia del pueblo indígena Yukpa.

Este juicio fue montado por el CICPC Machiques y el Fiscal recusado por Sabino Víctor Raúl Valbuena por ordene de sus superiores en Caracas. Es un juicio simulado, es para condenar a Sabino y para sacarlo de la escena del proceso de demarcación del territorio Yukpa. En fin para quebrar la resistencia y la unidad Yukpa en la defensa de su territorio original.

¿A qué resistencia se refieren, aquí ya no es necesario resistir…? Diría la Ministra del Poder Popular para los Pueblos Indígenas si tomamos su discurso el pasado 12 de octubre Día de La Resistencia Indígena, en la sala central de la Asamblea Nacional y frente a toda Venezuela a través de las pantallas de televisión.

Comentarios