Egipto: Los Hermanos Musulmanes, ¿socios aceptables o islamistas peligrosos?


Mariátegui*
06/02/11


Están en primera línea en las barricadas y en las manifestaciones contra el presidente Hosni Mubarak. Occidente los teme, pero se muestran más pragmáticos de lo que parecen: los Hermanos Musulmanes quieren un papel esencial en el cambio en Egipto. Seguir leyendo el arículo

En la plaza Tahrir, en el centro de la capital egipcia, los Hermanos Musulmanes distribuyen víveres, cuidan a los heridos y están en las barricadas para defenderla de los partidarios de Mubarak.

Los 'ijuán' ('hermanos') se mezclan con los opositores laicos, izquierdistas y jóvenes que utilizan las redes sociales en internet. Están presentes, se movilizan de forma organizada y su fuerza es indiscutible, pero resulta difícil medir su porcentaje entre los manifestantes que piden la salida inmediata del mandatario, que dirige el país desde hace treinta años.

Tras la rebelión popular tunecina, que acabó con la partida del presidente Zine El Abidine Ben Alí el 17 de enero, el Movimiento del 6 de abril, un grupo democrático egipcio sin afiliación religiosa, lanzó un llamamiento a manifestarse contra el presidente. Una primera concentración, convocada a través de Facebook, reunió a 15.000 personas en El Cairo el 25 de enero, sin participación significativa de los Hermanos Musulmanes. Pero luego, su presencia contribuyó aumentar la participación en las manifestaciones.

"En la televisión estadounidense, no dejan de decir que si Mubarak abandona el poder, los Hermanos Musulmanes tomarán el poder. Pero no es el caso. Es el pueblo que se une para defender sus derechos", explicó Tamer, un manifestante egipto-estadounidense.

"Los que se movilizan en Egipto son mujeres y hombres que quieren libertad y democracia", declaró el viernes a la radio RMC el profesor universitario Tariq Ramadán, de origen egipcio y nieto del fundador de los Hermanos, movimiento creado en 1928 con el impulso de Hasan al Bana. "No hay que limitar (las protestas) a un enfrentamiento entre el poder y los Hermanos Musulmanes", afirmó.

"Los Hermanos Musulmanes constituyen un movimiento opositor que representa entre un 20 y un 30% de la población", explicó el universitario. Ese porcentaje les otorga un papel importante, como lo demostró el llamamiento al diálogo lanzado esta semana por primera vez por el gobierno a los Hermanos, su tradicional bestia negra, para buscar una salida a la crisis que paraliza desde hace 13 días el mayor país árabe, con una población de 80 millones de habitantes.

La Casa Blanca pide actualmente una transición, pero la participación de los Hermanos Musulmanes en un eventual gobierno de transición, sería "un error histórico", advirtió el ex candidato republicano John McCain a la presidencia de Estados Unidos, derrotado por Barack Obama en 2008.

"Los Hermanos Musulmanes constituyen un grupo extremista, cuyo mayor objetivo es instaurar la sharia (ley islámica). Es totalmente antidemocrático, especialmente en lo que se refiere a los derechos de la mujer", añadió el senador de Arizona, en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel.

"Es muy posible, observando el curso de la historia, que en un momento revolucionario, acabe destacando un líder civil que logre reunir" a la población, subrayó Robin Niblett, presidente del Instituto británico Chatham House. "Esto da la impresión de estabilidad durante un año o dos, pero por debajo, las fuerzas revolucionarias siguen movilizándose", dijo. Y "dentro de dos o tres años, podríamos ver que (Egipto) se orienta hacia una opción de tipo iraní", agregó, en referencia a la revolución iraní de 1979.

"No queremos que la revolución sea presentada como una revolución de los Hermanos Musulmanes. Es el pueblo egipcio el que se está rebelando", declaró Rachad al Bayumi, el número dos de la cofradía, también en una entrevista a Der Spiegel. "Occidente no quiere escucharnos. Nos somos el diablo", aseguró.

* Con información de agencias

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