Fuerzas de Gaddafi abandonan algunas zonas de Trípoli


Mariátegui*
26/02/11


TRIPOLI - Vecindarios pobres de la capital libia, Trípoli, desafiaron abiertamente el sábado a Muammar Gaddafi, quien veía cada vez más debilitado su control sobre el país de cara a una revuelta nacional.

Fuerzas de seguridad abandonaron el barrio de clase trabajadora de Tajoura tras cinco días de manifestaciones contra el Gobierno, según dijeron residentes a la prensa extranjera que visitó el área.

Residentes dijeron que soldados dispararon contra los manifestantes que marchaban de Tajoura, matando al menos a cinco personas, cifra que no pudo ser confirmada.

Lo que pasó en Tajoura se contradijo con las declaraciones del hijo de Gaddafi, Saif al-Islam Gaddafi, quien dijo a la prensa el viernes en la noche que la paz estaba regresando a Libia.

Gran parte del este del país productor de petróleo, incluyendo a la segunda mayor ciudad, Bengasi, está en manos de la oposición.

El aliado más fuerte de Gaddafi en Europa, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo el sábado desde Roma que el gobernante libio ya no parecía estar en control del país.

Potencias de Occidente se reunieron para discutir medidas punitivas contra Gaddafi y expresaron indignación por sus modos para aplastar las revueltas, las más sangrientas de los levantamientos por la democracia en el mundo árabe, que ya han expulsado a los gobernantes de Túnez y Egipto.

En Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una orden que prohíbe transacciones vinculadas a Libia.

"El Gobierno de Muammar Gaddafi ha violado normas internacionales y la decencia común y debe hacerse responsable", dijo Obama en un comunicado el viernes.

Diplomáticos en Naciones Unidas dijeron que una votación sobre el borrador de una resolución que pide un embargo a armamento sobre Libia y congelamientos de activos de sus líderes podría producirse el sábado, después de que el jefe de la ONU, Ban Ki-moon, dijera que no podía esperar.

BARRICADAS

En Tajoura, los manifestantes han levantado barricadas de piedras y palmeras en las calles cubiertas de basura.

Mucha gente fue al funeral de una de las personas muertas en los tiroteos de la noche del viernes, transformándose rápidamente en otra marcha.

"Gaddafi es el enemigo de Dios", cantaba la multitud.

No obstante, quienes apoyan a Gaddafi tenían una visión optimista de la situación.

"La paz está regresando a nuestro país", dijo Saif al-Islam Gaddafi a la prensa. "Si escuchan fuegos artificiales no los confundan con tiroteos", agregó.

Reconoció que las fuerzas de Gaddafi tuvieron "un problema" con Misrata, la tercera ciudad de Libia, y con Zawiyah, donde los manifestantes habían derrotado los ataques de los militares, pero dijo que el Ejército estaba preparado para negociar.

"Esperamos que no habrá más derramamiento de sangre. Para mañana resolveremos esto", sostuvo.

El propio Gaddafi prometió "aplastar a cualquier enemigo" y amenazó con abrir los arsenales militares para quienes lo apoyan.

La televisión estatal dijo que el Gobierno estaba subiendo los sueldos y subsidios de alimentos y ordenando manutenciones especiales para todas las familias, un tardío esfuerzo para captar el apoyo de los 6 millones de ciudadanos del país.

CUERPOS EN TODOS LADOS

Diplomáticos afirman que 2.000 o más personas han muerto en todo el país.

Los manifestantes en Zawiyah, un pueblo petrolero al oeste de Trípoli, se enfrentaron a las fuerzas del Gobierno por muchos días, según testigos que huyeron por la frontera con Túnez Ras Jdir.

"Hay cuerpos por todos lados. Es una guerra en el verdadero sentido de la palabra", dijo Akila Jmaa, quien llegó a Túnez el viernes.

En el este, comisiones ad hoc de abogados, doctores, líderes tribales y soldados parecían estar llenando el vacío dejado por el Gobierno de Gaddafi con algún éxito.

Libia abastece el 2 por ciento del petróleo mundial, y el grueso de sus pozos y terminales están en el este.

Fuentes de la industria dijeron a Reuters que los envíos de crudo desde Libia, el décimo segundo exportador mundial, se habían reducido por causa de la baja en la producción, la falta de personal en puertos y temores por la seguridad.

* Con información de Agencias

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