Perú: De Medios toledistas vs JNE a EE.UU. vs Wikileaks


René Galarreta / Mariátegui
21/02/11


Luego del enfrentamiento entre las encuestas y los medios afines a Toledo, versus el JNE, por la inoportuna resolución que pedía datos personales de los encuestados, donde los primeros se hicieron del triunfo, el tema resaltante y que se venía venir, era el de los wikileaks peruanos.

Esta historia comienza con la misteriosa cesión de los Wikileaks relativos al Perú de parte del mismísimo Julián Assange, al grupo de medios informativos El Comercio en el Perú, de propiedad de los Miró Quesada. Y lo primero que hicieron fue manipular un cable sobre una citación de la embajada venezolana a Miguel Palacín y Ollanta Humala para llevar a cabo conjuntamente la cumbre de los pueblos alternativa a la AL-CUE de mayo del 2008. En dicho cable, se habla de una convocatoria, pero no de la realización de dicha reunión.

Para matizar esa tendenciosa forma de hacer periodismo, publican otro cable, ésta vez de las gestiones de Del Castillo ante la embajada norteamericana para que ésta interceda ante Lourdes Flores y la haga desistir de su intento de cuestionar su derrota, por sospechas de fraude en mesas, de parte de apristas en el 2006. Flores desmiente aquella proposición, pero Del Castillo confirma la reunión, con lo que ahonda la duda sobre la transparencia de aquel proceso sui generis en el Perú, donde la campaña fue tildada como la más destructiva en guerra sucia, con la concertación de todos los poderes políticos, económicos y mediáticos contra una candidatura que pregonaba el cambio, obteniendo un 47% en segunda vuelta. Relativamente, la esperanza vencía al miedo, frase acuñada originalmente por Ollanta el 2006.

Debido a las posibles repercusiones políticas, la embajada de EE.UU. decide convocar a aquellos políticos relacionados a los Wikileaks. Recordamos que dos semanas antes, Toledo aparecía en la revista peruana Caretas al costado del cuestionado por narcotráfico, Manuel Sánchez Paredes. El guión que siguió fue el apoyo de todos sus medios afines para sacar del embrollo a Toledo, y una visita -oh sorpresa- a la embajada norteamericana, para que desmienta una posible investigación de la DEA a Perú Posible por narcotráfico, como dejó entrever el alanista Ministro del Interior, Miguel Hidalgo.

Pero todos sabemos que en dicha reunión, a Toledo le advirtieron de sus wikileaks para que luego aparezca un bluf fabricado, de fotos de supuestos familiares del chakano candidato a vicepresidente Javier Reátegui con cuasi jóvenes apestados del narcotráfico, que dejaron mal parada a la revista. Luego, una posterior denuncia de parte de -oh sorpresa- El Comercio, que informa de cinco mil dólares donados a Alan García por el hijo de otro Sánchez Paredes para la campaña del 2006. García, para evitar el roche narcótico, devuelve el dinero, pero no el resto de donaciones donde figura incluso una camioneta. Los directivos de El Comercio de Toledo atinaron el golpe salvando al "sagrado", para luego tener su propia reunión con la embajadora norteamericana Linkins, previo a los destapes Wikileaks.

El siguiente en ser convocado por la embajada fue Ollanta. Y en esta ocasión, bajo el mismo tenor que Toledo, le informaron sus wikileaks para supuestamente evitar que el grupo El Comercio deje mal parada a la participación de EEUU, ventilando cables en la actual campaña, como en el caso Del Castillo-Flores. Pero a diferencia del "sagrado", Ollanta reveló parte de los contenidos, donde funcionarios del Ministerio del Interior del gobierno de Toledo pidieron ayuda a la embajada norteamericana para destruir mediáticamente a Ollanta en el 2005-2006, cosa que efectivamente sucedió.

Por esa infidencia, Ollanta ha tenido desmentidos convenientes del sistema imperante. Y para lograr dicho objetivo, los medios vuelven a las andadas, como El Comercio, distrayendo a la opinión pública con el wikileaks de la celebración de Lula por la victoria de Alan García en el 2006, del apoyo del FBI a la Dirandro para la lucha contra las drogas, o de los vinitos argentinos con la cara de Alan García en sus etiquetas.

Y con La República reforzando la idea de que Toledo no se reunió con el embajador norteamericano de entonces, pero sin decir nada de su emisario del Ministerio del Interior. Y el diario16 del toledista Tafur habla de la caída de la lista parlamentaria de Gana Perú para distraer a sus voceros. La embajadora Linkins cierra la estrategia invitando a otro candidato, ésta vez Keiko Fujimori, para equiparar los daños colaterales. La respuesta final del grupo El Comercio es la de no tener el cable de wikileaks, porque supuestamente pertenece al 2005 y ellos, oportunamente sólo tienen cables wikileaks desde el 2006.

Era de esperar dicho comportamiento del actual director de El Comercio, Francisco Miró Quesada, profeso liberal, supuesto progresista y comprobado ex embajador chakano en Francia, en las épocas finales de ese gobierno, de Eliane Karp con sus exposiciones de momias peruanas en Paris, actualmente no habidas. Y lastimosamente tampoco tenemos ni a Beto Ortíz, ni a Jaime Bayly, anti toledistas acérrimos convenientemente silenciados para la ocasión, por temor a sus capacidades en la opinión pública, para decirle sus verdades y desmentir su compulsiva demagogia.

Por mientras, tenemos que soportar la incoherencia de algunos socialistas "antiimperialistas" que no dicen esta boca es mía, a pesar que solían marchar contra la presencia de Bush en el Perú o por el imperialismo anti Cuba; seudo postulantes que creen que los wikileaks los ponen los candidatos y no EEUU; otros en la derecha que defienden a su embajada por ser ciudadanos norteamericanos; bandas como La Sarita que con sus venas abiertas van de la izquierda a la derecha, tocando como teloneros de Villarán y Toledo; supuestos izquierdistas que hablan de la inclusión social con la repartija de palo a cuanto ambulante minusválido o besante LGTB se atreva a cuestionar el status quo de normas anticonstitucionales.

Y así, un largo etc. de incoherentes que prefieren a la derecha antes que algún cambio impida el renacimiento de una izquierda peruana el 2016, sin darse cuenta que ellos son sus eternos enterradores con sus reacomodos políticos y sus convenientes mutis. Saludar por ello a César Hildebrandt y Raúl Wiener, que con nuevos y reveladores artículos, desmienten al mitómano Toledo y la real injerencia norteamericana que da vergüenza, más por la inactividad de varios izquierdistas de escritorio que creen que la revolución se hace con chistes…

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