Euskal Herria: Patxi López: Sortu no es lo mismo que ETA


Guillermo Malaina / Mariátegui
13/03/11


El lehendakari, Patxi López, reflexiona en esta entrevista sobre la situación política en Euskadi, el proceso judicial contra Sortu y los pasos a dar para el final de la violencia de ETA. Apuesta por mantener la firmeza y la prudencia, pero sin impedir el avance hacia un nuevo tiempo de paz en Euskadi.

¿Cumple Sortu las condiciones de la Ley de Partidos para ser legal?

Deberán decidirlo los tribunales.

Usted pide hechos, ¿qué tipo de hechos?

El último pronunciamiento de Sortu es importante. Es la primera vez que el mundo de la izquierda abertzale rechaza directamente actos de kale borroka o posibles atentados. También es importante que dicen que esos principios no obedecen a una táctica para presentarse a las elecciones, sino a una reflexión de ese mundo, y que la paz no tiene precio político. Todo esto demuestra que la política de firmeza tiene resultados.

¿Comparte con la Fiscalía General y la Abogacía del Estado que Sortu es un fraude de ley por ser una sucesión de Batasuna?

Yo no tengo datos para decir eso. Algunas de las cosas que he visto entre la información trasladada por la Fiscalía y la Abogacía al Tribunal Supremo tienen una consistencia relativa. Otras pueden tener más. Pero que en un acto como la presentación de los estatutos de Sortu haya alguien que hubiera pertenecido anteriormente a Batasuna no tiene que significar nada. Precisamente, lo realmente importante es que quienes rompan con ese pasado sean los mismos.

En sus estatutos, Sortu rechaza "abiertamente y sin ambages" la violencia de ETA. ¿Por qué es insuficiente para su legalización?


Yo digo que los estatutos son impecables, que demuestran que ese mundo da pasos en la buena dirección hacia la democracia y que parece que, por primera vez, es la izquierda abertzale la que adopta las decisiones, toma las iniciativas y no se las impone ETA. Esto hay que tenerlo muy en cuenta. Otra cosa es que unos estatutos tampoco son la panacea. Uno los puede fotocopiar de un partido democrático e intentar engañar a la Justicia. Por eso digo que, además de los estatutos, debe haber una demostración de que ha roto con la violencia.

El miembro permanente del Consejo de Estado Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón cree que a la izquierda abertzale se le piden nuevas exigencias a cada paso que da. El rechazo expreso a la violencia de ETA ha sido, precisamente, la exigencia del Gobierno los últimos meses.

No, yo no creo que se estén poniendo condiciones nuevas. El rechazo a la violencia de ETA es una condición cumplida y la valoro muy positivamente, pero la única condición que de verdad demostraría la voluntad real de hacer política e integrarse en democracia es la ruptura total con ETA. Esa es la condición fundamental y la misma de siempre.


¿Puede condicionarse la legalización de Sortu a la desaparición de ETA?

No lo sé, no soy jurista, no lo creo. Porque si la condición es romper con la violencia en la hipótesis de que ETA siguiera existiendo, si una formación no tiene ningún tipo de vinculación podría ser legal. No digo que esto vaya a pasar, sino que no debe estar condicionado. Creo.

¿Cree, como afirma la Fiscalía, que la constitución de Sortu tiene el "beneplácito" de ETA?

Eso no sé en base a qué lo dice. No sé si los informes policiales son nuevos o antiguos. Antes, efectivamente, ETA siempre marcaba el recorrido de la izquierda abertzale y decía que debía tener una formación con la que presentarse a las elecciones. Esta vez creo que la izquierda abertzale ha adoptado sus decisiones.

¿Comparte la idea de que Sortu es lo mismo que ETA?

No, no comparto esa idea porque entonces no podría haber hecho las reflexiones anteriores en el sentido de que si la izquierda abertzale cumple los requisitos, puede tener una marca legal, independientemente de lo que sucediera con ETA. En todo caso, quien determina esto son los tribunales, porque quiero recordar que a Batasuna se le ilegaliza por formar parte del entramado de ETA. Vamos a esperar a ver qué dicen los tribunales.

Jesús Eguiguren y Odon Elorza han dicho que "Sortu reúne las condiciones para ser legal". ¿Esta es una postura con peso en el Partido Socialista de Euskadi?

La postura unánime en el Partido Socialista de Euskadi es que son los tribunales los que van a decidir esto y que el Partido Socialista va a acatar y respetar lo que digan. Y esperamos que lo respeten también los demás partidos. Esto de que, desde un lado, se pida al Gobierno la legalización de Sortu y, desde el otro, la ilegalización está mal direccionado y, además, es malintencionado.

Eguiguren ha sido el dirigente socialista más certero, al vaticinar hace dos años que en 2011 se vería "el inicio de la paz". ¿Sigue usted sus consejos?

En algunas cosas sí, y en otras no, pero no me cabe duda de que Jesús Eguiguren es una de las personas que tiene mayor conocimiento de este asunto y que más se ha implicado a lo largo de su vida para conseguir la paz y la libertad. Por eso, me molesta profundamente cuando algunos le quieren atacar y tachar casi de pseudoterrorista por defender sus posiciones. Jesús Eguiguren ha arriesgado su vida por defender la democracia, la libertad, la Constitución y el Estatuto. No admito que nadie intente atacarlo y desprestigiarlo desde posiciones muy cómodas.

¿El Gobierno de Zapatero actúa con este tema condicionado por la política del PP?

Espero que no sea así. Estoy convencido de que la Guardia Civil, la Policía y el CNI le remiten al Gobierno la información que tienen sobre ETA, Sortu y sus posibles relaciones, si las hubiera, y el Gobierno lo pone a disposición de la Justicia a través de las dos vías que tiene: Fiscalía y Abogacía. Nada más. No hay condicionamiento.

¿Qué le transmite a Zapatero?

La posición es prácticamente la misma entre el Gobierno de España y el Gobierno vasco. Nos tenemos que manejar con prudencia. No podemos bajar la guardia en la lucha contra el terrorismo, ni lo vamos a hacer, como lo evidencian las últimas detenciones, porque ETA sigue existiendo. No nos equivoquemos. Si ese mundo se mueve es porque ha habido una presión democrática, una Ley de Partidos y una política de tolerancia cero. Hay que utilizar la política para que no se nos engañe, pero también sin impedir el avance del tiempo de la paz.

Dice que la postura de ambos gobiernos es prácticamente la misma. ¿Qué matiz les separa?

Pues el mismo que puede existir entre la visión de la sociedad vasca y la sociedad española. Aquí, en Euskadi, hay más esperanza en que estemos ante un nuevo tiempo, y allí existe más cautela.

¿Se atreverá el Estado a poner en cuestión la legalidad de un partido con la trayectoria democrática de EA?

Espero que no. Una cosa es el partido y otra las listas. Si entrega listas para que vayan otros que no tienen derecho legal, podría impugnarse alguna. Ahora, sobre su pregunta acerca de la legalidad de EA, estoy convencido de que no se cuestionará. Es un partido intachablemente democrático.

¿Arnaldo Otegi debe seguir en prisión preventiva por el caso Bateragune'?

Eso lo tiene que decidir la Justicia y yo acatarlo como lehendakari. Yo haría una reflexión que supera el caso de Arnaldo Otegi: ¿cuánto puede durar la situación de prisión preventiva? Lo dejo ahí.

¿Tiene una hoja de ruta para favorecer la paz?

Los partidos nacionalistas hablan de liderazgo sólo en cuanto a que asumes su hoja de ruta, entre comillas, que tiene que ver con lo que ellos llaman normalización. Y por eso todos piden una mesa de partidos para hablar de derecho a decidir y ese tipo de cosas. Si eso está ligado a la paz, quiere decir que efectivamente estamos pagando un precio, ¿no?

Todos los partidos, incluida la izquierda abertzale, están de acuerdo ahora en que no caben contrapartidas políticas a cambio del final de la violencia.

Por eso quiero desligar las cosas. Parece que para ayudar en el camino de la paz hay que poner en marcha una mesa de partidos para hablar del derecho a decidir... ¿Pero no hemos dicho que esto era aparte, que una cosa es la paz y la libertad y otra la normalización? ¡Pues que no las mezclen! Por eso he rechazado yo esa mesa de partidos. Otra cosa es que tengamos que ponernos de acuerdo para algo que también es fundamental: ver, incluso desaparecida ETA, cómo reforzamos la convivencia y la concordia.

¿Qué ideas tiene para recuperar la concordia en la sociedad vasca?

Varias, pero la hoja de ruta tiene que nacer de los partidos. No voy a poner ahora encima de la mesa una hoja de ruta que no esté pactada, consensuada al cien por cien. Si estamos hablando de ver cómo lo hacemos entre todos, lo mejor es que la iniciativa salga de hablarlo con todos. También hay que implicar a todo el mundo. A las instituciones, a los ayuntamientos, a la propia sociedad... Hay mucho trabajo por delante. Hay quien cifra esto en una generación o más.

Si Sortu es legal, ¿se reunirá también con esta formación?

Hablaría con ellos, claro.

Otra cuestión es la normalización política. Si hay un cese definitivo de la violencia de ETA, ¿convocará una mesa de partidos?

Le he dicho que no, que para eso ya está el Parlamento vasco. También nos corresponde prestigiar las instituciones y el Parlamento es el sitio adecuado para estas cuestiones.

Pero, si Sortu lograra su legalización, aún quedan dos años para las elecciones vascas.

Dos años es muy poco tiempo para estos cambios políticos: una formación que tendría que celebrar su congreso, elegir su ejecutiva... Además, la traducción de normalización en clave nacionalista es derecho a decidir, territorialidad... Pues no, yo apuesto por la normalidad democrática. Si alguien quiere esas propuestas, ya tiene las instituciones para plantearlas, cuando llegue el tiempo, cuando le corresponda a cada uno, cuando estén integrados... ¿O es que de repente ahora todos vamos a tener que correr al paso que nos marca la izquierda abertzale?

¿Se plantearía en alguna situación un adelanto de las elecciones, como pide el PNV?

No. Parece que están como locos para recuperar el poder, incluso pactando con la izquierda abertzale, a la que han echado de menos durante todo este periodo de sesiones.

¿Ve disposición en el PP vasco para colaborar en su hoja de ruta?

Estoy convencido de que en este asunto, cuando ETA sea historia y nos pongamos a trabajar para la convivencia, estaremos todos. Quizá cada uno con un matiz, quizá cada uno con una pretensión, pero el objetivo puede ser compartido por todos, también por el PP, por supuesto.

¿Cómo recibió la noticia de que ETA planeó atentar contra usted?

Estas cosas te afectan, pero bueno... No era la primera vez que he aparecido en papeles de seguimientos. Intentas no centrarte en ello porque te podría paralizar. Sabíamos que eso era así. Este Gobierno nace con la amenaza directa de ETA. Y, por lo tanto, lo que provoca es que te mantengas más firme en tus decisiones. Ha salido mi nombre, pero en este país somos miles los amenazados.

El logro de la paz y la salida de la crisis eran dos de sus grandes objetivos. ¿Serán una realidad esta legislatura?

Confío en que sí. Para eso trabajamos. El conjunto de la ciudadanía está de acuerdo en que deben ser dos prioridades de la política, de las instituciones y de la sociedad.

En mayo se celebran las elecciones municipales. ¿Qué resultados espera obtener el PSE?

Vamos a tener un buen resultado y a ser capaces de revalidar todas las alcaldías y disputar diputaciones y algunos ayuntamientos. Y no a través de una alianza con el PP que se traslade a todas las instituciones. Eso no es posible. En Euskadi, los pactos poselectorales serán plurales. De hecho, al primero que le he oído hablar de un pacto con el PNV es al PP. "En Donostia pactamos y quitamos a Odon Elorza", dicen.

¿Le gustaría tener la relación que parece tener Urkullu con Zapatero?

La relación que tiene Urkullu con Zapatero es la suya. No quiero tener esa, sino la mía, la que tengo.

¿Y está satisfecho?

Sí, sí, sí.

¿Y su relación con Urkullu...?

Mejorando.

¿Cómo vive el debate sobre la sucesión de Zapatero?

Alfredo Pérez Rubalcaba es un buen referente para lo que necesita el Partido Socialista si no sigue Zapatero.

¿Cuál es su postura ante el debate sobre la reforma del Estado de las autonomías?

Ha sido uno de los mayores éxitos de este país. Todos sabemos adónde lleva la centralización: al abandono de regiones enteras y a la marginación de mucha gente. Gracias a la descentralización se ha podido progresar de una forma cohesionada. Que hay que hacer ajustes y evitar duplicidades... Bien, también nos pasa en Euskadi. Pero, repensar el modelo para ir hacia atrás lo rechazo absolutamente.

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