Brasil: Jirau. la rebelión obrera en la mayor construcción del país


Rebelión contra las megaobras del PAC (*)

Mariátegui
24/04/11


Atnágoras Lopes2, Ailson Cavelheiro Cunha3 e Nestor Bezerra4

Traducción Laura Sánchez


La imagen de alojamientos en llamas, mientras miles de trabajadores, con sus bolsos y maletas, caminaban por una calle de tierra. Esa es la escena símbolo de la rebelión de Jirau, complejo de la hidroeléctrica del Río Madeira, localizada en Rondonia.

La imagen recorrió el mundo y mostró la inmensa superexplotación en la mayor obra de las megaobras del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). Es necesario dar nombre a los responsables por esa situación y exigir la reversión inmediata de ese escenario. La constructora Camargo Correa y los gobiernos federal y estadual tienen que ser responsabilizados e incriminados, y no los trabajadores. Es bueno recordar que esta constructora está entre las cinco mayores empresas financieras de la campaña electoral de la presidenta Dilma. Solo, Camargo Correa, donó R$ 8.5 millones (casi US$ 5.370.000). Juntos, gobierno y constructora implementan ese proyecto sin ningún respeto al medio ambiente, al pueblo riberiño y, ahora, a los derechos de los trabajadores.

Para la ejecución de las obras de Jirau y San Antonio, complejo que queda a aproximadamente 130 kilómetros de Porto Velho, fueron desplazados más de 35 mil obreros de construcción civil, llegados, en su gran mayoría, del norte y del nordeste. En el complejo se montaron las instalaciones para la permanencia de esos obreros.

Las condiciones precarias de vida en aquel lugar llevaron a una situación insostenible que desencadenó la reacción de esos obreros. En este momento, las obras están paralizadas, fruto de la explosión de innumerables protestos, y las contratistas insisten en criminalizar a los trabajadores. El gobierno federal refuerza el sesgo represivo al enviar a la Fuerza Nacional de Seguridad al lugar, después de las agresiones, de los arrestos, de las balas de goma y de las bombas lanzadas por la Policía Militar. Traumatizados, muchos decidieron retornar a sus ciudades y no continuar trabajando en ese complejo. A los que resolvieron permanecer, será necesario garantizar:

– El fin de toda y cualquier contratación tercerizada y la automática absorción, por el consorcio adjudicatario de la obra, de esos trabajadores, con la garantía del pago inmediato de todos los derechos laborales del período anterior;

– La reconstrucción de las áreas de vivienda, con el acompañamiento y fiscalización de los órganos competentes, una comisión electa por los trabajadores de la obra y entidades representativas de los mismos;

– La reanudación de la ejecución de las obras solamente después de concluida la recuperación de la infraestructura de los espacios incendiados y mediante la aprobación por asamblea general de trabajadores;

– Que el consorcio pague a todos los trabajadores una indemnización por daño moral colectivo;

– La atención de todos los puntos de reivindicación ya presentados por estos trabajadores, comenzando por el aumento salarial.

Es hora de luchar, de asumir la defensa de los trabajadores de Jirau y San Antonio, en un acto de extrema unidad entre todas las organizaciones del movimiento y las centrales sindicales, para enfrentar al gobierno y a los patrones y fortalecer las movilizaciones previstas para el mes de abril, comenzando por el acto de los servidores públicos federales, el día 13 de abril, en Brasilia, e intensificando la organización de las movilizaciones en todos los estados para el próximo 28 de abril.


(*) Plan de Aceleración del Crecimiento.

1. Jirau. Ciudad en el estado de Rondonia, sobre el río Madera, en la selva cerca de la frontera con Bolivia, donde se construye una de las megaobras del PAC, la central hidroeléctrica de Jirau. Ambicioso plan de modernización de la infraestructura, donde laboran más de 80 mil obreros de construcción civil.

2. Miembro de la Secretaría Ejecutiva Nacional de la CSP-Conlutas – Cental Sindical y Popular.

3. Coordinador del Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil de Belém (PA).

4. Coordinador del Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil de Fortaleza (CE).


En reunión con el Planalto, CSP-Conlutas defiende penalización a las contratistas


Atnágoras Lopes defendió la cancelación de los contratos del gobierno con las contratistas que no cumplen con la legislación laboral, y cobró una mayor fiscalización de las obras


De la redacción

Traducción Laura Sánchez


Los días 29 y 30 de marzo, la CSP-Conlutas participó de una reunión llamada por el gobierno con las centrales sindicales y representantes de las contratistas de las obras del PAC. La reunión, convocada por el ministro en jefe de la Secretaría General de la Presidencia, Gilberto Carvalho, tuvo como agenda las rebeliones obreras que pusieron de cabeza algunos de los principales campos de obras del PAC.

Las rebeliones obreras causaron conmoción a partir de las manifestaciones en la construcción de la usina de Jirau, en Rondonia. La rebelión se expandió a miles de trabajadores de la construcción civil de las obras del PAC, que están paralizadas en todo el país. De forma general, denuncian las condiciones subhumanas que prevalecen en los campamentos comandados por grandes contratistas.

“En la reunión con el gobierno, defendimos la penalización severa de las contratistas que superexplotan a los trabajadores e incumplen la legislación laboral”, afirmó Atnágoras Lopes, dirigente de la CSP-Conlutas, que estuvo en la reunión junto con Zé Maria. Atnágoras es también dirigente de Construcción Civil de Belém. Participaron, además, en la reunión, de parte de los trabajadores, representantes de la CUT, Fuerza Sindical, CGTB, NCST y la CTB, además del Sindicato Nacional de Construcción Pesada.

Al contrario de las demás centrales, los dirigentes de la CSP-Conlutas defendieron la cancelación de los contratos del gobierno con las contratistas que incumplen las leyes laborales. “Le cobramos, también, al gobierno que garantice mayores condiciones para las fiscalizaciones del trabajo, con más estructura y un número mayor de servidores, abriendo concursos públicos para la contratación de auditores fiscales”, relata Atnágoras.

Los representantes de la CSP-Conlutas denunciaron, incluso, la brutal represión contra los trabajadores, que tuvo el uso de la Fuerza Nacional de Seguridad en Rondonia. El ministro llegó a reconocer la responsabilidad del gobierno en la actual situación de los obreros empleados en las obras del PAC.


Comisión

Al final de la reunión, el ministro Gilberto Carvalho informó la creación de una “Comisión Nacional Permanente” para seguir discutiendo el establecimiento de normas para la ejecución de las obras y la protección de los trabajadores. Atnágoras Lopes va a ser miembro de la comisión por la CSP-Conlutas. La primera reunión se realizó el día 31 de marzo.

En la reunión, el dirigente de la CSP-Conlutas defendió dos banderas esenciales para frenar la superexplotación de los trabajadores. La primera de ellas es doblar inmediatamente el número de auditores fiscales del Ministerio del Trabajo para que pueda haber una verdadera fiscalización de las condiciones de trabajo en las obras del PAC. Otra medida muy importante es asegurar estabilidad del empleo a todos los trabajadores de las Comisiones de Base. “Las comisiones fueron surgiendo espontáneamente en la base de los trabajadores, y se afirmaron durante las huelgas. Pero los trabajadores que las componen sólo tienen 60 días de estabilidad. Finalizado ese plazo, las contratistas van a despedir a todos aquellos que lucharon por los derechos de los trabajadores”, dijo Atnágoras.


* Tomado del PST - Perú

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