Perú: Banderas huérfanas de ideales


John Ochoa / Mariátegui
11/04/11


Cuando las sociedades empiezan a organizarse de diversas maneras con la finalidad de alcanzar mejores niveles de vida, los hombres que lo iban construyendo iban planteando en función a sus ideales y aspiraciones humanas el conjunto de propuestas para así pretender lograr el bienestar social de todos los habitantes.

Así desde la formación del sistema demoburgués podemos registrar cómo las diversas organizaciones iban formándose en función a sus concepciones y los propósitos que éstos perseguían.

A pesar de que en las sociedades esclavistas y fedudales predominaban los individualismos y personalismos podemos registrar que había manifestación de ideales colectivos. Esparto y su lucha es un ejemplo de este sentimiento. El mismo Cristianismo es signo de esta colectividad.

Con el arribo del Humanismo y la Ilustración, podemos encontrar a la política más preñada de ideales, las que estaban engranadas con causas sociales. Con propósitos que superaban la sola voluntad de alguien. El solo deseo voluntarioso y personalizado de algún monarca.

El surgimiento de diversos partidos políticos no se hizo esperar, quienes desde sus evaluaciones interpretaron las necesidades de sus pueblos en función a sus concepciones e intereses. Así , por ejemplo, en Norteamérica, tenemos dos partidos que a pesar de que sabemos que en los hechos hayan demostrado en esencia ser lo mismo; sin embargo, en las formas y modos y sobre todo en sus orientaciones fundacionales han sido concebidos con personalidad propia. Así tenemos a los “demócratas” por un lado; y por el otro a los “liberales” conservadores.

En nuestro país luego de medio siglo de imposición militarista desde la "Independencia", podemos arribar en 1870 a la primera experiencia civilista en el gobierno. Mediante el Partido Civilista de corte conservador, liderado por Pardo y Lavalle.

Luego el partido constitucionalista de Andrés Avelino Cáceres, seguido por la Unión Nacional, el Partido Radical mentado por Manuel González Prada. Partido abrigado bajo las banderas del anarquismo novecentista.

En la generación del 20 al 30 surgen nuevos referentes partidarios. Cada cual llevaba como consigna idearios qué cumplir. Había exposición ideológica que sostener. Idearios políticos que defender. Así se instaura en el país, por primera, por ejemplo, el Partido Socialista, fundada por el Amauta José Carlos Mariátegui en 1928. Luego en el 30, se funda como partido el Apra. Y así podemos encontrar una serie de surgimientos de referentes partidarios hasta la última década del siglo XX. Entre ellos, Acción Popular, más allá de su praxis derechista, te indicaba algo, su logo representaba un sentir, un movimiento, una expresión verdaderamente política.

La izquierda Unida.- su logo una bandera y las iniciales de sus siglas. Así podíamos encontrar al PPC, a los frentes iniciales como el FREDEMO. Un conjunto, una gama de referentes que significaban proyectos colectivos, tanto en su denominación, así como en sus logos, o símbolos.

DE IDEALES CON BANDERAS; A BANDERAS SIN IDELAES

Un logo partidario o el símbolo de algún movimiento debe ser siempre el ideal que marque la orientación, la pauta de lo que se pretende representar. El logo debe de registrar los ideales que se piensa defender. Un logo no puede ser jamás una antojadiza decisión del supuesto "líder" o alguna forma que no tenga ninguna proyección política.

Sin embargo desde la década de los 90s del siglo pasado hemos tenido que concurrir, cómo es que efectivamente el sistema neoliberal ha venido enquistándose en la clase política parasitaria y ha desarrollado una forma de vender la política. Pues para ellos la Ciencia de la Política ya no es hacer pedagogía. La política anda desde hace 30 ó 20 años divorciada de la filosofía. La política lo han entendido como una mercancía más. La política está siendo tecnocratizada en su máxima degradación. La política en nuestros días es el Marketing arrogado en la inicial de alguien. Esto es simplemente la más abyecta miseria al que hemos podido degradar aquella función maravillosa de creación y superación que debiera representar la política.

Por ello, en las presentes elecciones, podemos registrar cómo es que se están expresando precisamente esos "ideales colectivos". Y cómo es que expresan sus enseñas aquellos partidos tecnocratizados. Cómo es se encuentran tan huérfanas de valores auténticamente políticos aquellas banderas levantadas sin valor por sus candidatos. Veamos.

El impulsor de estas “creaciones heroicas”, fue nada más y nada menos que el ladrón que pugna cárcel. Cuando en el 90 apareció con su famosa publicidad de “Cambio 90”. Para luego, sin mayores proyectos políticos cambiarse por “Vamos Vecinos”, para luego decir: “Perú 2000”; Y luego terminar hoy en día con esa ideota al que lo etiquetaron de: “Fuerza 2011”, con el logo más personalista y aberrante de la historia: La “K”. ¿Qué demonios es lo que representa una “K” sociológica y políticamente hablando? ¿Qué ideal colectivo es que se promueve con la “K”? En fin, solo sé que fonéticamente está muy bien, -y muy bien- asociado con todo lo que comprenda el estercolero de la historia.

Siguiendo la misma dinámica, ¿qué podemos encontrar el Partido de la Chacana? Que si bien, la chacana en sí representaba un sentimiento, un ideal en el incario; sin embargo, hoy lo han disvirtuado prostituyéndolo colocándosele en el primer plano: la “T”, dicen los toledistas que es la "T" de "Trabajo". Que esos pobres militantes le crean al míster Toledo no quiere decir que los peruanos seamos limitados para no interpretar sus egocentrismos wasqueros.

Alianza por el gran Cambio, debería tener un logo acorde con el nombre que promueven, sin embargo el mapa de Unidad Nacional, el cual incluso sí interpretaba una idea afín a su denominación, -aunque sea de nombre-, sin embargo, ahora también pasan solo a colocar en la propaganda, un PPK colorín; y el mapa peruana recontra postergada al fondo y a eso todavía se le coloca la “A”, de la supuesta “Alianza para el Progreso”, que no es otra que el apellido de su fundador: César "A"cuña. O sea un sancochado de miserables ególatras que solo pueden compitir con las del rechoncho de palacio.

Pero no son todos, ahí tenemos en las elecciones municipales a la “L” supuestamente de Lima, que no sabemos qué tiene que ver la denominación “Cambio Radical” con la Letra “L”. La de “Fuerza Social” que sin falta de creatividad para representarse en algo que interprete lo que dicen representar, solo se colocaron una “FS”, que bien pudo ser “Fuerza Susana”.

Bueno, podríamos decir que hasta ahí no hay mayores problemas, que finalmente la derecha es así de cavernaria, de personalista, de ególatra. Pero de espacios que se hacen llamar del pueblo, de partidos que se reclaman de las masas, es algo que nuestro deber socialista no debe dejar pasar por alto. Y es que en el fondo son también los mismos embaucadores que en casi 200 años de asquerosa vida república, siguen jugando con las ilusiones del pueblo.Y por ello es nuestro deber cuestionar con la severidad de la inteligencia, y con la claridad de las ciencias, esta pobreza moral, política e intelectual propias de las relaciones de producción a los que arriba las estructuras económicas en las que están cimentdas el juego político de la democracia burguesa.


Por ello condenamos con severidad, más allá de que algunos coleros socialistas del nacionalismo nos quieran señalar de "puristas" , porqué poe ejemplo ¿Cómo es posible que un supuesto Partido “Nacionalista” Peruano, tenga en su logo una simple y triste vocal como la “O”? ¿Qué diablos o qué demonios es lo que representa la “O”? ¿Qué ideal lleva aquella inicial del comandante con los idarios del Nacionalismo? Por último hasta pasable hubiera sido la “N”, digo, ¿no? Más soterrado, pudo haber significado hasta “N”adine. ¿Y es que, es tanto el egocentrismo de la cachacada ollantista para simplemente colocar como su logo oficial una primariosa vocal? Y lo más vergonzante es que sus “chupes”, aquellos que se llaman militantes así se lo toleraron. Hasta la olla del UPP, le asentía mejor. Una olla, una alpaca, una vicuña, el árbol de la quina, y hasta la flor de los incas, hoy flor nacional del Perú asentaba mejor “Proyectos Nacionalistas”. Y habiendo tenido el tiempo suficiente para cambiar, simplemente su ego berraco hizo PERSONALIZAR UN LOGO QUE DEBE REPRESENTAR TODO UN PROYECTO POLÍTICO. Eso ya dice bastante del comandante caudillo. Esas juventudes timoratas debieron imponer esa jota con su bandera tahuantinsuyana, ahí se puede encontrar y rescatar el verdadero sentir de un nacionalismo no mediocre ni tubular. Sino rebosante de ideales mirando el ayer para reafirmar el futuro. Ojalá de ganar estas elecciones supere esas triquiñuelas y aquellas estrecheces propios del pensamiento que anida el comandante.


A este paso, los partidos políticos del futuro, solo llevarán como denominación el nombre y apellido de sus candidatos, es decir unas monarquías de nuevo tipo.



John Ochoa - Colectivo Los Amautas
qantumauta@hotmail.com

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