Perú: Latifundio Mediático: ¡Madre Mía! ¡Humala primero en las encuestas!


Yásser Gómez / Mariátegui
01/04/11


A nueve días de las elecciones presidenciales del 10 de abril, la campaña se había convertido en una especie de reality show o programa de espectáculos en vivo, repleto de insultos, calificativos y acusaciones entre los candidatos.

Lejos estaba la polarización entre proyectos antagonistas del 2006 cuando en la primera vuelta la pelea era entre Lourdes Flores de Unidad Nacional, defensora del modelo económico neoliberal y Ollanta Humala de UPP (inscripción prestada con el que postuló el Partido Nacionalista) el antisistema, el que quería cambiarlo casi todo y hasta reivindicaba al general Juan Velasco Alvarado -también admirado por Hugo Chávez- mientras que Alan García asomaba tercero con su doble discurso.

Con respecto a la confrontación de posiciones ideológicas en la actual campaña, había transcurrido sin novedades a excepción del momento -hace un mes- en que el diario El Comercio soltó un cable del Departamento de Estado de los EE.UU. -filtrado por Wikileaks- y ponía al descubierto como 2 ex empleados y amigos de Alejandro Toledo y de su gobierno 2001-2006 (Ruben Vargas y Fernando Rospigliosi) buscaron a funcionarios norteamericanos para organizar una campaña contra la candidatura de Humala el 2006, la que al final se realizó pero los nombres de quienes fueron los operadores es casi imposible que El Comercio los publique. (1)

Esto sirvió para que la alianza Gana Perú de Humala marque diferencias con la candidatura de Alejandro Toledo -que en un momento tuvo el desparpajo de decir que era de centroizquierda- y denuncie que Toledo era la principal carta de los EE.UU. entre los candidatos de la derecha.



Desde el 10% que Ollanta Humala tenía en enero, este había venido subiendo de manera sostenida, pero las encuestadoras en coordinación con algunas medios de comunicación intentaban ocultarlo. Mejor dicho pretendían crear una matriz de opinión, sobre todo para que las televisoras ignoren la candidatura de Humala en sus programas propalados en horarios de mayor audiencia.

Por ejemplo, lo común era que los programas dominicales entrevistaban o hacían reportajes a los candidatos o agrupaciones políticas ubicados primeros en las encuestas. En ese momento Ollanta estaba en 4to lugar, sin embargo los que salían en los estelares eran Toledo, Castañeda, Keiko -del primero al tercero- y se salteaban hasta el 5to que era PPK. Humala no existía.

Entonces, cuando ya era imposible seguir ocultando el ascenso de Humala en las encuestas, retornaron los miedos que vivieron el 2006 los sectores más reclacitrantes de la derecha. Y volvieron a "leer" el Plan de Gobierno de Gana Perú, que había pasado desapercibido gracias al poco preocupante 10% que tenía en enero.


Humala -aparentemente- no es el mismo de hace 5 años, ha marcado distancia con los gobiernos de Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) se ha acercado a Lula y al Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil. Ya no se autodenomina antisistema ahora dice que ha madurado, ha cambiado hasta su vestimenta dejó el polo rojo por el blanco o por la camisa celeste.

Ha visitado Washington en varias oportunidades para conversar con representantes de la banca de inversión y hasta al mismo Mario Vargas Llosa en España, para aclarar que él no es quien dicen malévolamente que es. ¿Estrategia? ¿Táctica? Eso sólo lo saben él y su entorno más cercano. Ni las bases de su partido lo saben.

Sin embargo, el programa de la alianza Gana Perú que es el frente que ha formado el Partido Nacionalista de Ollanta con algunas partidos de izquierda y gremios de base para estas elecciones, mantiene importantes reivindicaciones populares, pero la principal es la convocatoria a una Asamblea Constituyente, la que dará origen a una nueva Constitución, que cuestiona y pretende cambiar el modelo económico por otro en el que el Estado sea quien lo maneje en favor de las mayorías excluídas.

Sabemos que en nuestros países la política del gobierno de turno no la manejan el Ejecutivo o el Legislativo sino el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Entonces, acabar con el capítulo económico de la Constitución fujimorista (1993) que fue producto de un Golpe de Estado impulsado por los EE.UU., el Consenso de Washington y avalado por la OEA, será un gran avance. Hasta ahí podemos llegar -por ahora- en hacer futurología sobre un probable gobierno liderado por Humala.

Pero si para el campo popular esto sería un avance, para el establecimiento económico y sus voceros que son los medios de comunicación es una herejía al neoliberalismo, es -dicen horrorizados- volver al pasado estatista de Velasco Alvarado.

Durante estos últimos tres meses de la campaña -como lo escribí líneas arriba- sobresalieron las virtudes faranduleras -vía medios de comunicación- de los candidatos de la derecha, leáse Toledo, Castañeda, Fujimori y PPK quienes intercambiaban insultos, amenazas, enrostraban vicios, se hacían pruebas antidrogas, inventaban novias, sentían apretados sus genitales, escondían esposas o ponían en duda sus opciones sexuales.


Mientras, Ollanta Humala -versión 2011- se dedicaba a visitar los pueblos más pequeños del Perú, haciéndole críticas al actual modelo económico neoliberal -con un discurso menos confrontativo que del 2006 pero igual de contudente- y poniendo énfasis en la necesidad de la justicia social y en la distribución de la riqueza.

Se podría decir que de esta forma Ollanta recuperaba poco a poco las simpatías, la confianza y el voto de un sector de la población que el 2006 lo vio como la esperanza del cambio, pero que transcurrido el tiempo no vio plasmado esto en una organización política amplia, que abra los brazos a las diversas corrientes populares.

Esta herida abierta se empezaba a cerrar por el momento, para hacerle frente al neoliberalismo representado por las otras cuatro candidaturas.

Y con la nueva estrategia de marketing, Humala también ganaba a otros sectores como el de la clase media, de la población de la costa norte y del mismo Lima que siempre le fue reacio por la continua campaña sucia de la prensa.

Así, conocedores de este proceso y al mismo tiempo asustados, los operadores del poder hegemónico se acordaron del caso Madre Mía -denuncia hecha pública durante las elecciones presidenciales el 15 de febrero del 2006-, en el que se acusaba a Humala de bajo el seudónimo de "Capitán Carlos" haber perpetrado desapariciones, torturas y asesinatos de pobladores, cuando fue capitán del Ejército (1992) durante la guerra entre el Estado y los grupos alzados en armas. Esta denuncia la realizó la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El Poder Judicial archivo definitivamente el caso y lo absolvió en última instancia el 2009. Es decir, quedó demostrado que fue una puesta en escena para dañar su candidatura que crecía de manera acelerada. Sin embargo, hoy funcionarios del gobierno aprista intentan golpear su candidatura con este refrito -como diríamos en el periodismo-.



En marzo del 2006 una investigación de la importante revista norteamericana de izquierda Upsidedownworld (2) puso al descubierto el sesgo político de la CNDH, que había recibido millonarias donaciones de agencias norteamericanas como la USAID (Agencia para el Desarrollo Internacional) y la NED (Dotación Nacional para la Democracia) instituciones conocidas por ser la extensión del Departamento de Estado de los EE.UU. y por hacer el trabajo político que hace décadas la CIA realizaba a escondidas.


Por eso, a los peruanos nos interesaría que se hagan públicos los documentos desclasificados de las comunicaciones entre el Departamento de Estado de los EE.UU. (2006) con las ONGs de derechos humanos que se embarcaron en esa denuncia -y como lo denunciamos en aquel momento en la Revista Mariátegui- (3) para de una vez por todas se desnude la injerencia política de organismos como USAID o la NED, que son extensiones de la CIA que realizan trabajos político-ideológicos -y en casos extremos como ocurre hoy con los estudiantes opositores venezolanos a quienes no sólo les dan talleres de redes sociales sino también de como hacer disturbios- bajo el nombre de "sociedad civil"(4).

Porque la denuncia del caso Madre Mía le quitó muchos votos a Humala, sirvió para confundir a la población incluso a un gran sector de la izquierda. Y así evitaron un triunfo político que habría marcado mucho más -por el significado geopolítico que tiene nuestro país- los procesos de cambio que en ese momento se estaban dando en la región como los triunfos de Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.

Días antes de realizarse la segunda vuelta electoral (Ollanta Humala-Alan García) del 4 de junio del 2006, los medios de comunicación y un sector reaccionario de la clase política denunciaron una supuesto ingreso de cientos de fusiles por la frontera con el altiplano boliviano. Mientras -decían- que un ejército venezolano llegaba a diversos aeropuertos del Perú mediante vuelos comerciales, (5) todo esto como preparación para una posible asonada nacionalista si el resultado le fuera desfavorable a Ollanta como finalmente ocurrió. Y ninguna de estas fantasiosas advertencias se concretaron.

La difusión de esta mentira escondía un miedo latente en la clase dominante, porque un triunfo de Ollanta el 2006 hubiese consolidado un corredor andino La Paz -Lima-Quito-Caracas, hubiese fortalecido los procesos de integración y de resistencia frente a la hegemonía de los EE.UU..-contrapeso ideal al papel que cumplen los gobiernos de Chile y Colombia-, pero claro con las limitaciones que se dan en este tipo de procesos.

Y en esa "relectura" del Plan de Gobierno de Gana Perú que han hecho los últimos días los sectores más recalcitrantes de la derecha, recién ahora se "dan cuenta" de puntos del programa como "Asamblea Constituyente" o "Nueva Constitución" por consecuencia un nuevo modelo económico. ¡Estatismo! ¡Lunes negro! ¡se dispara el dólar! ¡Se cayó la Bolsa de Valores de Lima! empezaron a titular en sus portadas, leyeron: democratizar los medios de comunicación y titularon: ¡quiere acabar con la libertad de prensa y de expresión!, ¡chavismo puro, lo de Lula es mentira! ¡es el mismo Humala del 2006!


A pesar del desprestigio que alcanzaron estos medios de comunicación en la campaña de las elecciones municipales (2010), que con sus ataques victimizaron, propagandizaron y -sin querer- ayudaron a Susana Villarán a llegar a ser Alcaldesa de Lima.

Hoy han retomado su papel de propagandistas al desnudo del gran capital y están desarrollando una campaña para meterle miedo a la población -como la que hicieron el 2006- y así impedir que esta vote por Ollanta.

A la cantinela de que el posible gobierno de Humala será como las supuestas dictaduras de Chávez (Venezuela), Evo (Bolivia) y Correa (Ecuador) le han sumado que será una especie de colonia de Brasil, donde prevalecerán los intereses económicos del Estado brasileño y de las empresas de ese país.

Que cinismo el de los medios de comunicación, si ya existe una hegemonía de empresas brasileñas en el Perú entonces ¿por qué no denuncian proyectos como el IIRSA que destruye la naturaleza, daña el medio ambiente, parte el subcontinente en pedacitos y sólo favorece a Brasil? ¿por qué encubren los negocios turbios de algunas transnacionales brasileñas que pagan publicidad en sus medios? ¿por qué defienden a muerte proyectos como el de Inambari que la población de Puno rechaza? Si ellos mismos son los extremos defensores de las inversiones, sin importar que sean de estados o de empresas privadas ni las consecuencias que estas traigan.

A pesar de las vacilaciones de Ollanta Humala y del Partido Nacionalista durante 2006-2011, aún mantiene en su programa de gobierno la convocatoria a una Asamblea Constituyente para dar paso a una nueva Constitución que cambie el modelo económico neoliberal, eso lo convierte en la candidatura más progresista.

Pero este cambio tendrá que realizarse junto al pueblo, a los sindicatos, a las organizaciones sociales, a los pueblos indígenas, a los Frentes de Defensa, a los que han sido protagonistas de las luchas en los últimos 10 años desde el Arequipazo (2002) hasta el Baguazo (2009).

Con un triunfo de Humala el Perú abandonaría el eje derechista Chile-Colombia-México y sería parte o estaría muy cercano al ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de América y del Caribe). Esa es la mayor pesadilla del Latifundio Mediático, por eso hay una frase histérica que recorre y se multiplica en las salas de redacción, las cabinas de radio y los sets de televisión: ¡Madre Mía! ¡Humala primero en las encuestas!

Notas:

(1) Perú: Fernando Rospigliosi pidió a EE.UU. organizar complot contra Humala 20/02/11 - http://t.co/71wJHm8

(2) ¿Se Meten los Estados Unidos en el Concurso Presidencial Peruano? - 15/03/06
http://upsidedownworld.org/main/en-espatopmenu-81/228-ise-meten-los-estados-unidos-en-el-concurso-presidencial-peruano

(3) Cacería Macartista contra Ollanta Humala y la Coordinadora Bolivariana - 21/08/06http://www.nodo50.org/mariategui/caceriamacartista.htm

(4) El golpe dirigido por Washington - 09/02/09
http://t.co/Tp3IhBd

(5) De Búfalos, asonadas y guerras asimétricas. 02/06/06
http://www.nodo50.org/mariategui/guerrasiemtrica.htm

Yásser Gómez. Periodista. Editor de Mariátegui. La revista de las ideas.

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