Carlos Bernales / Mariátegui
09/04/11
No pensaba votar por Humala, porque no creo que alguno de los candidatos actuales represente un cambio positivo para nuestro país. En el Perú, especialmente desde que la mafia fujimontecinista llegó al poder, el Estado se ha convertido en una agencia de las grandes corporaciones capitalistas, que funciona no para lograr el bienestar de los peruanos sinó para enriquecer a esas corporaciones.
Y ¿cómo funcionan esas corporaciones capitalistas? Corrompiéndolo todo. Las corporaciones capitalistas son responsables de la corrupción de la atmósfera que es la que ocasiona el cambio climático, ha corrompido los mares en su terquedad de extraer petróleo, como en el Golfo de México donde los daños son enormes pero que los medios de comunicación callan porque pertenecen a esas corporaciones depredadoras.
También esas corporaciones han corrompido las áreas de cultivo, con semillas transgénicas que comprobadamente alteran, para mal, la calidad nutritiva de los vegetales que se producen por estas deformaciones genéticas, o también produciendo, por ejemplo, maiz no para el consumo humano sinó para transformarlo en gasolina para los carros, o contaminando la tierra con los relaves mineros.
También las corporaciones capitalistas están corrompiendo el agua potable, no sólo debido a la contaminación por causa de la extracción de metales sinó por la privatización de los manantiales lo que impide que éstos sigan sirviendo naturalmente a los habitantes del planeta.
El planeta, de seguir así, marcha a su destrucción, a la extinción de la especie humana, a menos que se produzcan cambios reales y se quite el poder a esas demenciales corporaciones capitalistas que son las responsables de la amenaza que hoy tiene en jaque a todos los seres vivientes del planeta.
Humala, no propone ningún cambio radical (de raiz) a los grandes problemas que en el Perú se agigantan, porque somos un país amenazado precisamente por su alta biodiversidad.
Así como ser ricos en metales y minerales nos hace pobres, porque para extraer esas riquezas no se necesita gente culta, bien instruida y bien alimentada sinó seres que bajan la cabeza y están acostumbrados a recibir órdenes, es que ni tenemos educación de primera para toda la población, ni tenemos salarios justos, y el único futuro seguro que tiene la mayoría de peruanos es la fosa común porque hoy hasta para poseer un nicho o ser enterrado cuesta demasiado. Así también nuestra gran biodiversidad nos hace débiles porque cualquier daño ecológico nos alcanza, como en el caso de la disminución de glaciares que determinan muchos manantiales.
Humala no propone cambios, pero su candidatura le duele a la derecha extremista que existe en el Perú, esa que se alimenta con odio racial contra la mayoría de la población peruana (45% somos indígenas y 37% somos mestizos) que sufre la marginación por descender de la raza de los quechuas, aymaras, moches, ashaninkas, etc.
Sus medios de comunicación salpican racismo día a día, y hacen que muchos peruanos desciendan a la marginalidad, a la falta de autoestima y a la desesperación, toda vez que por no ser parte del minoritario 5% de raza blanca de los ricos y dueños del poder económico y político, no tienen más que lanzarce muchas veces a la violencia social y delincuencial.
Y como los ricos, que son dueños del estado, roban y matan impunemente, los de muy abajo imitan el modelo pero como no son dueños del sistema judicial como los ricos, pueblan las cárceles de donde entran y salen a matar y robar cada vez más envenenados por el odio.
Y como no existe autoestima, el más fuerte abusa y golpea al débil, los patrones abusan y golpean (a través de la guardia de asalto) a los trabajadores, éstos resentidos e inconformes ya no ven con respeto a sus mujeres, las abusan y las golpean; y ellas, terminan desquitándoselas con sus hijos o finalmente poniendo fin a sus vidas envenenándose ellas y a sus hijos con venenos para ratas. Así es como termina la vida de muchos peruanos y peruanas qu finalmente sirven de alimento a la obcenidad y escarcimiento que de ellos hace la televisión en todos sus noticieros.
¿Queremos que el Perú siga así?
¡Yo digo que no!
Y como no puedo votar por el cambio, votaré por Humala que, al menos, representa la protesta de un pueblo que sabe lo que no quiere, pero que aun no tiene quien represente lo que si quiere.
Aunque anticipemos que, Humala, en cuanto llegue al poder será atrapado por el estado mafioso y corrupto, nuestro voto por Humala:
Será como, por aunque sea una vez en la vida, levantarse bien apoyado en los dos pies y abofetear a quienes nos hacen vivir de rodillas.
Será la bofetada contra quienes le quitan el pan de la boca a nuestros hijos.
Una bofetada contra quienes empujan a la violencia contra mujeres y niños y ancianos.
Una bofetada contra quienes roban no solo nuestros salarios sinó nuestras esperanzas y los sueños por un mundo de bienestar, amor y prosperidad.
¡Una bofetada contra el perverso sistema capitalista!
¡No a Toledo, No a Keiko, No a Kuczynski, No a Castañeda! ¡NO!
Expresa tu protesta, vota por Ollanta Humala, no será el cambio pero un triunfo nuestro debilitará las trancas del camino que nos lleva al bienestar.
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