Colombia: Entrevista a la dirigente indígena Aída Quilcué


Catalina Carmona Ruiz / Mariátegui
17/05/11


Aída Quilcué, ha sido una de las líderes indígenas más reconocidas en Colombia. Su mirada es certera y su voz tranquila. Es una persona a la que le gusta escuchar los pensamientos de quienes le rodean y, por esto, genera un sentimiento de admiración y respeto por su lucha y por sus pensamientos, que es compartido por muchas personas.

Desafortunadamente, esto también le ha traído amenazas contra su vida. El 16 de diciembre de 2008, el Ejército disparó contra un vehículo en el que ella se iba a trasportar y que no abordó a último momento, asesinando a su compañero, Edwin Legarda. Desde entonces, Aida siempre ha denunciado que este incidente se trataba de un atentado hacia ella y, el 8 de marzo de 2011, un juzgado de Popayán confirmó una sentencia condenatoria contra los militares que atentaron contra las personas que viajaban en el automotor.

En Valencia (España) nos concedió una entrevista donde habló del gobierno de Colombia, las reivindicaciones de los indígenas en la actualidad y la mujer en el movimiento de los pueblos originarios.


Catalina Carmona: –Respecto al Plan Nacional de Desarrollo, ¿cómo han evolucionado los diálogos con el gobierno de Santos?

Aída Quilcué: –El Plan Nacional de Desarrollo tiene unos límites: de aquí a junio debe estar aprobado por el Congreso de la República. Entonces, previamente entre los pueblos indígenas y el Gobierno Nacional hicimos unos acuerdos para hacer una consulta excepcional. Esto quiere decir que lo haríamos en un tiempo mínimo y que presentaríamos nuestra propuesta. De hecho, primero presentamos el concepto de desarrollo, que es totalmente distinto al “modelo de desarrollo”; segundo, el plan no se denominó “Plan de Desarrollo” sino “Plan Nacional para la Pervivencia y los Pueblos Indígenas en Colombia”; además, ahí ya iban incluidas las políticas que seguimos construyendo en los marcos de planes de vida, educación, salud, tierras, vivienda.

Diríamos que llegamos a una concertación desde el punto de vista social y dentro de lo que está estipulado en la Constitución Política de Colombia, pero no llegamos a acuerdos estructurales con relación a las políticas de desarrollo, de carácter y de modelo. Por decir algo, no se llegó a las 'locomotoras', que tienen que ver con minería e infraestructuras y en donde realmente se debe consultar, ni por parte del gobierno ni por parte de los indígenas, porque nosotros no cedemos los derechos históricos fundamentales y el gobierno tampoco cede sus intereses. Entonces, eso quiere decir que el gobierno debe cumplir los acuerdos, pero que de todas formas no se han desarrollado. En el tema estructural de tierras y temas territoriales en general no hubo acuerdo.


CC: –¿Podíamos hablar de una diferencia entre las acciones del Gobierno actual y las del gobierno anterior?

AQ: –Yo pienso que el modelo continúa. Una cosa es que hayan cambiado las actitudes, pero el modelo continúa y lo que todos y todas tenemos que estar pendientes es sobre cómo seguir defendiendo los derechos y las reivindicaciones.


CC: –En 2008 se realizó una gran movilización por toda Colombia y el movimiento indígena fue el gran protagonista en un escenario donde se mostró el por qué luchan los pueblos originarios. Actualmente, este tipo de movilización masiva, con manifestaciones hasta Bogotá no se lleva a cabo. ¿Cuál es la razón?

AQ: –En principio, son mandatos. Si las mingas se desarrollan es por el mandato de las mismas autoridades y pueblos. Eso no quiere decir que haya mejorado la situación, al contrario, ha empeorado. Pero, para hacer una minga de esa magnitud, se requiere compromiso, se requiere preparación, se requiere mucho tiempo. Entonces, en este momento lo que el movimiento indígena ha creado es un poco la estrategia de diálogo hacia el gobierno, pero no quiere decir que cesen los procesos de reivindicación: se tienen que hacer porque las políticas siguen siendo aplastantes, dominantes.

Pero la minga continúa. Ha estado no solamente en el marco de la movilización, en los encuentros o en las asambleas permanentes comunitarias, está en el marco social, porque la minga sigue generando la movilización en los otros sectores sociales. Todavía falta contundencia, como [la que tuvo] la de 2008, pero pienso que en algún momento se seguirá dando.


CC: –¿Cómo podríamos enmarcar o explicar las reivindicaciones de las mujeres en el movimiento indígena?

AQ: –Yo creo que el proceso de las mujeres está inmerso a un proceso colectivo de hombres y de mujeres del movimiento indígena. El tema de las mujeres lo tocamos con más fuerza en temas del empoderamiento, en temas de la capacitación, en temas que no están involucrados de manera transversal en otros temas de carácter del movimiento indígena.

Todos estos procesos lo que nos lleva es a fortalecer al movimiento indígena, porque sabemos que las luchas no deben ser aisladas de mujeres y hombres, ni tampoco de indígenas y otros sectores sociales en general. Entonces, todo esto va como muy ligado a ese proceso colectivo, porque en Colombia lo que tenemos que resolver es un problema estructural y aquí no lo vamos a hacer de manera individual sino de manera colectiva.


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