Ecuador: Proyecto Yasuní - ITT rompe lógicas internacionales respecto de corresponsabilidad en cambio climático

La ministra coordinadora de Patrimonio del Ecuador, María Fernanda Espinosa Garcés (Foto: cortesía Juanita Pérez Guerrero).

Entrevista con María Fernanda Espinoza, Ministra Coordinadora de Patrimonio del Ecuador

Fernando Arellano Ortíz / Mariátegui
29/05/11


La innovadora propuesta ecológica de Ecuador al mundo, liderada por el gobierno del presidente Rafael Correa, en el sentido de mantener las reservas petrolíferas del corredor amazónico Ishpingo-Tambocoha-Tiputini (ITT) en el Parque nacional Yasuní bajo tierra, a cambio de una compensación financiera por parte de la comunidad internacional, está en pleno camino de concreción.

Este proyecto medioambiental busca dejar el petróleo sin explotar a cambio de una compensación del orden de 3.500 millones de dólares, evitando la emisión de unas 410 millones de toneladas de dióxido de carbono y garantizando al mismo tiempo la conservación de la biodiversidad y el respeto por los pueblos indígenas en estado nativo que habitan este parque natural.

Dicha compensación equivale como mínimo el 50 por ciento de las utilidades que obtendría en el caso de explotar esas reservas. Para ello y a través de Naciones Unidas se conformó un fideicomiso con el propósito de recibir y administrar los aportes que hagan países y organizaciones internacionales.

La excanciller y actual ministra Coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa Garcés, lidera esta novedosa iniciativa ecológica.

Aprovechando su presencia en Bogotá dentro de la comitiva del presidente Rafael Correa que inauguró la XXV Feria Internacional del Libro por ser Ecuador el invitado de honor, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net dialogó con ella sobre el avance del proyecto.

- ¿El fideicomiso con Naciones Unidas para recolectar recursos con destino al proyecto Yasuní cómo está operando?

- El fideicomiso está operando con los primeros depósitos y aportes, se encuentra en pleno funcionamiento y estamos ahora en una cruzada para alimentar este fondo y cumplir el umbral que es de 100 millones de dólares a diciembre de 2011.

- ¿Qué monto han logrado recolectar hasta el momento?

- En este momento estamos finalizando un canje de deuda con Italia por 35 millones de dólares y contamos con algo más de cinco millones de dólares del fondo con lo cual sumamos alrededor de 40 y tantos millones, nos faltarían 60 millones de dólares. Para lograrlos, el presidente Rafael Correa ha creado un grupo de especialistas que está trabajando en el levantamiento de fondos a nivel mundial e incluso con el sector privado.

- Sectores de izquierda que hacen oposición al gobierno del presidente Correa sostienen que buena parte del campo de Yusaní está concesionado, como ocurre con el bloque 31 a Petrobras y el bloque 16 que está en disputa entre esta empresa brasileña y China. ¿Eso es así?

- El compromiso del Gobierno Nacional es con el bloque ITT. Lo que es cierto, lamentablemente, es que existen esos bloques que ya fueron entregados en el 2000, mucho años antes de comenzar el gobierno del presidente Correa y ha habido operación petrolera en el Parque Yasuni a partir de ese año, no en el bloque ITT. La exploración se hizo a partir de los años 80 y la operación dentro del parque se inició a través de concesiones a comienzos de la década del 2000 en el bloque 31 principalmente, pero reitero, esta zona esta fuera del bloque ITT. El compromiso del gobierno es sobre el 20% de las reservas petroleras de este bloque que está totalmente intocado.

- ¿Su gobierno es optimista en el sentido de lograr para el fondo el umbral de 100 millones de dólares al finalizar este año?

- El equipo internacional de negociación presidido por Ivonne Baki es especialista en conseguir fondos y aunque somos optimistas hay que entender que no es una tarea fácil. Cuando uno propone un proyecto que rompe totalmente las lógicas internacionales en materia de negociación en cambio climático y de los mecanismos de compensación por emisiones de CO2 como lo estamos haciendo, es complicado posicionarlo. A todo el mundo le gusta el proyecto, hemos logrado ponerlo como ejemplo mundial en esta materia, lo que ha sido complicado efectivamente es concretar los aportes y básicamente por una razón fundamental: hay que recordar que las economías europeas que eran nuestras principales aliadas sufrieron grandes estremecimientos y crisis fiscales muy importantes. Ese fue el caso de España que a pesar de ello ha hecho un aporte simbólico en 2010 y estamos finalizando la negociación para un aporte plurianual de este país al fondo fiduciario.

- ¿Cómo es visto por los países de la Unión Europea la viabilidad del proyecto Yasuní?

- Hemos tenido varias manifestaciones y respaldo escrito del Parlamento Europeo en pleno y el apoyo político de la mayor parte de los países miembros de la Unión Europea y lo que tenemos que hacer es que estas manifestaciones que han sido incondicionales se transformen en aportes concretos al fondo fiduciario Yasuní-ITT. La anterior secretaria de Relaciones Internacionales de la Unión Europea, Benita Ferrero, decía que es una de las iniciativas más creativas e innovadores que ella conoce.

- ¿En que se inspiraron para proponer una iniciativa de esta naturaleza que no tiene antecedentes, sobre todo en América Latina?

- Bueno, yo misma y muchos compañeros que conformamos el primer gabinete de Rafael Correa veníamos de una larga militancia ecologista de muchos años, durante la cual habíamos pensado en una fórmula de moratoria a la explotación petrolera, y fue el propio Presidente quien dijo que una moratoria a secas es irresponsable con un país, cuyo presupuesto y estabilidad fiscal dependen en casi un 50% de las exportaciones de este recurso. Frente a ello, planteó un compromiso compensatorio un poco mirando este modelo del mecanismo del desarrollo limpio pero que realmente compensa las emisiones ya realizadas. Es un mecanismo un poco perverso porque compensa lo que ya se ha emitido a través de inversiones en bonos en mercados de carbón. El presidente Correa dice no, nosotros tenemos que generar una nueva lógica en virtud de la cual se compense la no emisión. En el caso ecuatoriano son 846 millones de barriles de petróleo que evitarían 450 millones de toneladas métricas de emisiones a la atmósfera. Y en función de la iniciativa hemos sacado un concepto que además ya fue conocido y respaldado por UNASUR sobre emisiones netas evitadas que cambia totalmente la lógica de corresponsabilidad en materia de cambio climático. Por todo esto es un tema complicado de posicionar que si bien gusta mucho, ha tenido problemas en su concreción financiera.

- El sector de la izquierda que está en la oposición al gobierno del presidente Correa apoya en términos generales el proyecto Yasuní. ¿En dónde cree usted que están las mayores divergencias?

- Yo diría que mayor divergencia no hay. Lo que pasa es que se ha utilizado el tema ITT para politizar otros aspectos de interés nacional, y un poco se acusa al gobierno de no ser firme con este compromiso, hablan del Plan B y otra serie de especulaciones. El Plan B era un plan que existió desde el primer día en que se presentó la iniciativa cuando yo era canciller en 2007 en la ciudad de Puyo para prever en caso de no funcionar la propuesta. No es que a último momento se haya salido con otro plan, nuestra propuesta que ha sido prioritaria y privilegiada, que ha sido permanentemente acompañada por el presidente Correa ha sido el Plan A. Pero es irresponsable decirle a un país en desarrollo como el nuestro que tenemos que renunciar a cambio de nada a siete mil millones de dólares que es lo que hay bajo tierra en el ITT. Ahora, estamos con plena conciencia en dónde esta ese 20% de reservas petroleras, en uno de los sitios con más alta diversidad del planeta y en la casa de los pueblos en asilamiento voluntario. Pero hay pronunciamientos irresponsables como señalar que se está sacando el petróleo del ITT, lo cual no es cierto, y la palabra del Presidente se mantiene desde el principio hasta el fin. Y existe el Plan B porque sería un sacrificio gigantesco del pueblo ecuatoriano tener que renunciar a esos recursos sin un mínimo de corresponsabilidad de la comunidad internacional. Lo que estamos haciendo también es poner sobre la mesa un debate ético respecto de la corresponsabilidad de un bien público global que es la atmósfera. Por eso es que el proyecto ITT no es un proyecto importante sino el más importante de la Revolución Ciudadana en el Ecuador.

Bogotá, mayo de 2011.

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