Juan Cristóbal / Mariátegui
25/05/11
Sea cuales fuesen los resultados de estas elecciones (del 5 de junio, 2011), el papel de ambas agrupaciones y líderes políticos serán y tendrán que ser diferentes.
Las razones y los objetivos políticos de cada tendencia los conocemos, por ello no insistiremos en ello. Pero sí en el trascendente “día siguiente”.
El papel de “Gana Perú” y de su líder Ollanta tendrá, a nuestro modo de ver, dos caminos y necesidades si es que desea cumplir un importante destino histórico:
a) Consolidar su estructura parlamentaria y abrir nuevos caminos de concertación con otras agrupaciones afines dentro del poder legislativo, con el fin de tener una importante mayoría para poder realizar en lo posible los planteamientos que han ofrecido al país, y
b) Consolidar, estructurar y posibilitar opciones realizables a las organizaciones sociales de base, a los no agrupados, a las diversas clases y status sociales que puedan realizar una labor no sólo de fiscalización sino también de presión para la realización de los ofrecimientos electorales, y si fuese necesario para los que no fueron graficados en los planes de gobierno-
Mientras que el papel de “Fuerza 2011” y de Keiko, su lideresa por herencia, tendrá también dos caminos:
a) Cumplir lo que prometió, y
b) No cumplir lo prometido.
No insistimos más en esta agrupación pues detrás de sus decisiones estará el fantasma viviente de Alberto Fujimori, y ya sabemos que sus compromisos con la verdad fueron y serán siempre una incógnita.
Lo que sí será indispensable, en cualquiera de las dos circunstancias, es que el papel de la democracia directa se ponga rápidamente sobre el tapete, para que las grandes mayorías se sientan representadas y puedan influir, si la realidad y las circunstancias así lo permitan, en cambiar o profundizar todas las medidas posibles dentro del respeto al marco jurídico y político del país.
Avanzar en la conciencia, organización y educación política, será avanzar en nuestro desarrollo económico, social y cultural del país. Será darle alternativas viables y visibles al conjunto del país, tan fragmentado y multicultural. Será enfrentarse con la realidad y la esperanza, pero no como un salto al vacío.
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