Perú: En la segunda vuelta electoral: No al continuismo. Cambio de modelo económico y reforma constitucional


Mariátegui
03/05/11


La segunda vuelta de las Elecciones Generales 2011 coloca al Perú en un escenario aparentemente polarizado. Sin embargo, en su afán por ganar votos, las dos opciones hoy están compitiendo por el centro, sin esforzarse más bien en delinear el proyecto de cambio que necesita con urgencia nuestro país.

La llamada “clase política”, los medios de comunicación, los intelectuales, orientan la agenda de modo tal que evitan un pronunciamiento claro respecto a esta necesidad de cambiar el modelo económico. Por el contrario, se esfuerzan en defender la continuidad del neoliberalismo extractivista que vulnera los derechos ambientales, económicos, culturales y sociales, dejando graves e irreversibles impactos en la naturaleza y la población.

Para ese sector que pretende imponer los temas de agenda y orientar a la opinión pública, es muy fácil desde Lima y las grandes capitales disponer de los territorios para imponer las actividades extractivas (mineras, petrolíferas, forestales, gasíferas). Desde sus cómodas oficinas, pretenden que esos territorios carecen de dueños, pero sí los tienen: son las comunidades indígenas andinas y amazónicas, con derechos territoriales plenamente establecidos y que sin embargo son sistemáticamente vulnerados.

Son muchos los casos que confirman esta sistemática violación de derechos. El baguazo de junio del 2009 es el más dramático de ellos. A ello se suman los cientos de dirigentes y líderes indígenas y sociales en general criminalizados, perseguidos y procesados judicialmente por defender los derechos de sus comunidades y de la Madre Tierra. Y más recientemente la represión en Cajamarca, Islay (Arequipa), Angaraes (Huancavelica), Puno, etc., engrosan la lista de crímenes perpetrados para mantener el neoliberalismo extractivista.

En este contexto nos preocupa lo que sucederá cuando, quienquiera que gane la segunda vuelta, no realice los cambios indispensables para garantizar un modelo económico redistributivo y equitativo y en cambio siga imponiendo el extractivismo sin cumplir con la consulta y el consentimiento previo, libre e informado. Qué sucederá si el futuro inquilino de Palacio de Gobierno, en lugar de empezar a garantizar un desarrollo sostenible continúa trabajando sólo a favor de las multinacionales y los tratados de libre comercio, que únicamente benefician a los funcionarios públicos y de las grandes empresas, mientras se sigue profundizando la gran brecha de pobreza y exclusión para la mayoría de la población.

Los pueblos del Perú quieren una transformación. Y si esta no se produce, los conflictos sociales crecerán a niveles que pueden hacerse insostenibles.

El Movimiento Cumbre de los Pueblos (MCP), desde su creación, ha mantenido una sola postura: la de cambiar el modelo impuesto por la Dictadura de Alberto Fujimori y su constitución ilegítima. La que arrasó con todos los derechos e inició la criminalización de la protesta social, que deja y sigue dejando miles de excluidos, perseguidos, penalizados. La que redujo la integración del Perú con el mundo a la entrega del país en concesión, reprimarizando nuestra economía y condenándonos a ser eterna fuente de materias primas y mano de obra barata. La que batió récords históricos de corrupción y violó sistemáticamente los derechos humanos. La que esterilizó forzadamente a miles de mujeres indígenas en un crimen masivo de lesa humanidad todavía impune. La que suscribió vergonzosos convenios de estabilidad jurídica y tributaria. La que allanó el camino para imponer la minería en territorios indígenas, despojándolos de su condición de inembargables e inalienables. La que sustituyó las responsabilidades del Estado por el paternalismo a través de “programas de ayuda social” usados como instrumentos de cooptación.

Todo esto fue continuado por los sucesivos gobiernos, como el actual de Alan García Pérez, el del baguazo, el de los decretos del TLC con Estados Unidos y los de la criminalización de la protesta. El de las puertas abiertas a los transgénicos que pueden arrasar con la agricultura y la biodiversidad y con ello con la soberanía y la seguridad alimentaria. El de los faenones y la impunidad.

ESTO NO PUEDE CONTINUAR.

El retorno del fujimorismo al gobierno solo significaría mayor recorte de derechos sociales, laborales, ambientales. El desconocimiento total de los derechos humanos y los derechos colectivos. La garantía de impunidad para la corrupción generalizada y su institucionalización. Nuevas acciones “legales” e ilegales dirigidas a la desaparición de las comunidades indígenas andinas y amazónicas. Y con todo ello, un escenario de crecientes conflictos sociales que traerán más represión, más judicializados, perseguidos, presos, torturados, desaparecidos, asesinados… EL FUJIORISMO NO PUEDE VOLVER AL GOBIERNO.

La mayoría de la población exige cambios. En consecuencia, el MCP, ante la coyuntura de la segunda vuelta electoral, consecuente con los principios y banderas que ha levantado desde su fundación, llama a decir:

•No al continuismo. Cambio del modelo económico neoliberal extractivista.
•No a la corrupción y a la impunidad.
•Respeto estricto a los derechos humanos y a los derechos colectivos de los pueblos.
•Cambio de la Constitución.


Esta sigue siendo nuestra propuesta. Y gane quien gane en la segunda vuelta, levantaremos estas exigencias, nos mantendremos vigilantes y seguiremos luchando por la transformación del Perú.


Comisión Política Nacional MCP


Lunes 02 de mayo del 2011.

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