Venezuela: Hablando de Golpes y Personajes Siniestros

Hermes Rojas Peralta trabajao para terroristas como Luis Posada Carriles (foto)

Mario Silva García / Mariátegui
07/05/11


Hay un personaje tenebroso que ha estado ocultando el gobernador de Miranda, el golpista Enrique Mendoza, que es necesario descubrir ante la opinión pública nacional. Este señor se desempeña actualmente como Director de la Policía del Estado Miranda, se desenvuelve silenciosamente y se llama Hermes Rojas Peralta.

En reciente edición del diario “Ultimas Noticias”, vino encartado un homenaje a Salvador Allende, treinta años después del golpe nefasto ejecutado por el gorila Augusto Pinochet en contra del pueblo chileno. En la página cinco de este homenaje, reseñan con el título “Los Agentes de la Desestabilización”, a un grupo de personajes que hoy forman parte de la conspiración dirigida por el imperio con el fin de derrocar a Hugo Chávez Frías y que tuvieron nexos en la participación del golpe de estado en Chile. Charles Shapiro, actual embajador norteamericano en Venezuela; Otto Reich, asesor para asuntos latinoamericanos y el hoy silencioso director de la policía mirandina, Hermes Rojas Peralta. Tres personajes involucrados en el Golpe de Estado del 11 de Abril, conjuntamente con la organización “Patria y Libertad”, vinculados a la extrema derecha demócrata cristiana y el Opus Dei, Primero Justicia entre ellos.

Charles Shapiro participó y formó parte del grupo de funcionarios pagados por la CIA en el plan de desestabilización del gobierno chileno presidido por Salvador Allende y ha sido colocado posteriormente en estados latinoamericanos para conspirar en contra de las luchas populares. Viajo periódicamente a Nicaragua y El Salvador durante la década de los ochenta y se especializa en acciones de desestabilización gubernamental.

Otto Reich, gusano emigrado a Miami en 1960, formó parte de la contrarrevolución cubana en el exilio. Estuvo involucrado en el plan de propaganda y desestabilización del gobierno chileno. Miembro del grupo “Halcones del Pentágono” durante los últimos años del gobierno de Richard Nixon, enfrentó los intentos revolucionarios en Latinoamérica. También estuvo involucrado en el caso Irán – Contras.

Hermes Rojas Peralta, trabajo bajó las órdenes de Luis Posada Carriles, durante las operaciones que conducirían al derrocamiento y muerte de Salvador Allende. Hoy, como señalé anteriormente, es director de la policía de Miranda, bajo las órdenes de Enrique Mendoza quien fue uno de los líderes en el golpe de estado del 11 de Abril y responsable del cierre fascista de Venezolana de Televisión.

Recientemente hice una denuncia concreta sobre la participación del grupo de extrema derecha “Comandos F4”, radicado en Miami, dirigido por el auto nombrado “comandante” Rodolfo Frometa, quien está vinculado a los militares que se pronunciaron en Altamira. Este grupo tiene nexos con la CIA y actualmente entrena a mercenarios en campos autorizados por el gobierno norteamericano, para un eventual ataque a la constitucionalidad de nuestro país ó para ejecutar acciones terroristas desestabilizadoras que conduzcan a un nuevo y cruento golpe de estado.

No es de extrañar, vistos los antecedentes de estos personajes, que existan lazos en procura de un plan que solo concibe el genocidio y reeditar con mayor fuerza una acción similar a la que se llevó a cabo en Chile hace treinta años. Hermes Rojas Peralta, ha estado de bajo perfil y no aparece en ninguna actuación pública que lo delate. El protagonismo del fascista Enrique Mendoza, sirve de tapadera perfecta a este sujeto que sin duda, estaría involucrado en los planes conspirativos que tienen su cuartel general en la República Dominicana.

La derecha reaccionaria está movilizando sus posiciones y no es menos cierto que el estado está infiltrado en sus instituciones, incluyendo sus aparatos de seguridad, infectados por el fascismo e influencia de las agencias de inteligencia norteamericanas. Esto, indudablemente, debilita la capacidad de respuesta revolucionaria.

Parece reiterativo, llamar al pueblo a estar alerta; pero la única defensa poderosa de la revolución bolivariana, está en las bases populares y en su capacidad de respuesta ante situaciones graves que requieren de la organización en las masas. No parece probable que el imperio acuda a una solución genocida, pues Venezuela no tiene las condiciones que tenía Chile hace treinta años. Un ataque fascista al pueblo venezolano, encendería focos de insurrección en toda Latinoamérica y esto debilitaría la capacidad de respuesta del imperio. Hay que desenmascarar a los sujetos que están apostando por salidas golpistas. Este silencioso cancerbero de Enrique Mendoza es un de ellos.

mario@aporrea.org
msilvaga@yahoo.com

Comentarios

Unknown dijo…
Camarada, no confunda !!
el golpe de estado en Chile fue el 11 de septiembre de 1973 !

Saludos