Perú: De Marchas, Encuestas, Debate y Gran Transformación


Rene Galarreta / Mariátegui
28/06/11


Luego de un arduo trajinar, es bueno evaluar todo lo andado y pensar con cabeza fría. La campaña pasó y ahora nos encontramos en el gobierno, donde cualquier error puede costar un país. Lo que sí es seguro, es que politiqueros, medios y empresarios seguirán en su intento de boicotearnos.

El descrédito de los medios ha mellado su poder de manipulación. Las redes en internet llegan a sectores juveniles A y B normalmente engañados por los medios masivos, quienes buscan medios alternativos por más información y veraz. Fue sorprendente como reportes del fujimorista Canal N, de propiedad de los Miró Quesada, se comportase como la prensa basura del fujimontesinismo del 2000 y haya indicado solamente trescientos manifestantes en la marcha del #26M del Fujimori nunca más, que tuvimos que refutar en vivo los propios activistas, con universitarios y en tweets que muchos enviamos para corregir a una Katya Cruz, para que mencione las 20 cuadras de marcha, ante el mutis de seudo periodistas y blogueros como Marco Sifuentes, bajo la línea del Grupo El Comercio a través de su pasquín Perú21.

Los miles que marchamos y que corregimos las informaciones parcializadas tuvieron efecto y fue necesario seguir sin bajar la guardia en la última semana donde la desinformación abundó y la guerra sucia de mayor calibre trató de mellar a Gana Perú y a Ollanta, poniendo más miedo y dudas para evitar nuestro triunfo, con apoyo de psicosociales propios del plan sábana del servicio de inteligencia de Alan García.

Parte de ese plan estuvo aplacado por la no publicación de encuestas durante la última semana, aunque accedimos a ellas a través de frases del twitter con adecuadas analogías, que no gustaron mucho a Hugo Sivina del JNE. Aun así, las encuestadoras fujimoristas CPI y Datum soltaron sus últimas cifras con sendas portadas en votos válidos para cimentar a la Fujimori y en diarios tan fujimoristas como Perú21 y Correo. Todo en familia.

Otras encuestadoras como la del IO-PUCP e IPSOS- APOYO tuvieron un comportamiento más prudente y coincidieron en mostrar cifras que indicaban empate técnico. Sólo Imasen puso primero a Ollanta, a pesar de todo el cargamontón de la frecuencia latina de Ivcher, Delta, Mariátegui, etc., y otra vez de los medios de los Miró Quesada en la américa TV y el canal N. Días antes de las elecciones, todas las bocas de urna nos daba como ganadores, con ventajas en promedio de cinco puntos, aunque claro, eso no podía publicarse, pero si defenderse, orientando a la militancia para evitar el fraude que se evidenciaba en los innumerables incidentes que se reportaron para tratar de alterar la voluntad popular. Ese trabajo coordinado, con información de primera mano durante el día D, fue vital para la victoria.

El debate final también dejó varias conclusiones. Que Keiko Fujimori aplicaba la demagogia y mencionaba propuestas que no aparecían en su plan de gobierno. Que no pretendía devolver el dinero que recibió del narcotraficante Olluquito. Que intercambiaba infantilmente el concepto de flexibilidad laboral por el de simplificación administrativa. Que era consciente que su padre dirigía desde la DIROES toda la maquinaria de campaña. En suma, que nos esperaba un gobierno de vena corrupta donde ella era la pantalla de una serie de personajes de mala reputación, que bajo el anonimato entre los más jóvenes, creían poder engañar nuevamente a los peruanos.

La heroica campaña de las bases nacionalistas sin millonario presupuesto como sus contrapartes fujimoristas, las marchas y campañas anti Keiko que aglutinaron a jóvenes universitarios y colectivos de gran diversidad, el trabajo abnegado de los personeros para evitar las jugarretas de apristas y fujimoristas asalariados para cuidar el voto, las luchas en las redes sociales con contenidos adecuados para aclarar y atacar frente a embates fujimoristas de todo calibre, y la estrategia de un comando nacional de campaña, digno de reconocimiento, que orientaron la militancia, actuando inteligentemente, trabajando en coordinación con organizaciones sociales, jóvenes y mujeres.

Que tareas pendientes hay para realmente hacer la Gran Transformación. Repetiré la frase de nuestra campaña: Honestidad para Hacer la Diferencia. La ética y moral necesarias para trazar esa línea que nos dividirá del pasado, de fanfarrones y oportunistas, que intentarán subirse al coche como alguna vez lo hicieron personajes venidos de UPP, intentando robarnos nuestra identidad y poniendo en riesgo un proyecto de cambio en el país. La meritocracia también es importante y sobretodo en las comisiones de transferencia que vienen auditando lo dejado por la corruptela alanista y en los funcionarios públicos que integrarán el Estado, provenientes de la concertación alcanzada. Fijarse objetivos y metas acorde a las propuestas económicas distributivas, teniendo en claro que pasamos de la oposición al oficialismo, siendo ahora completamente parte del sistema que pregonamos cambiar.

Finalmente, consolidar el Partido Nacionalista Peruano y la confluencia Gana Perú, con reglas claras de organización que permita ampliarlo, con la concertación de fuerzas progresistas, nacionalistas y de izquierda, que dejen de lado sus actitudes sectarias y tradicionales, para construir una alternativa a la continuidad neoliberal que con todos sus medios, empresarios, politiqueros y aliados en el extranjero, intentará evitar ser removido de las entrañas del Estado, del sistema y de la mentalidad peruana…

Comentarios