José Antonio Varela: Hacer cine venezolano significa recuperar una voz que no teníamos


Yásser Gómez Carbajal / Mariátegui
25/10/11


La Fundación Villa del Cine es la primera productora cinematográfica del Estado venezolano. En tan sólo 5 años, esta institución hija de la revolución, ha realizado más de 70 proyectos entre producciones propias y co producciones. Entre ellas destacan las películas que buscan rescatar la memoria histórica como Miranda Regresa, Zamora y Taita Boves.


Con motivo de la 16 Feria Internacional del Libro de Lima se realizó una muestra sobre cine venezolano, Mariátegui. La revista de las ideas entrevistó a José Antonio Varela, joven guionista y director, presidente de la Fundación La Villa del Cine, quien nos explica los avances del cine venezolano en los últimos años gracias a la democratización de los bienes y servicios culturales promovidos por la Revolución Bolivariana. Asimismo, conversamos de su produción personal donde destaca el largometraje La Clase, éxito de taquilla y ganadora de premios en diversos festivales internacionales.

- ¿Cómo se inició tu carrera de cineasta?

- Yo estudié Artes, mención Cine en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Caracas, esa carrera era y es una carrera eminentemente teórica, el perfil del egresado es más bien el de crítico y de analista de cine, para ensayo, para crítica.

Pero, sí hay algunos talleres prácticos, tuve la suerte de ver los talleres de cine con un cineasta de los más importantes en Venezuela, que es el director César Bolívar, que es el segundo director venezolano con más largometrajes filmados, ya debe estar en cerca de 10 largometrajes. Román Chalbaud es el que más tiene con alrededor de 20.

Bueno y con él empecé a trabajar, él fue el camarógrafo y fotógrafo de Román Chalbaud en lo que fue la época de oro de nuestro cine con películas consagradas como: Sagrada Obsceno, La Quema de Judas, El Pez que fuma. La trilogía de Chalbaud fue durante 1971, 1972 y 1974.


Con él me formé como fotógrafo, cámara también hice con él, estuve un par de años haciendo fotografía en televisión, en corto metrajes y en comerciales.

Y de ahí salté a dirección, fui asistente de dirección de muchos directores en el país, trabaje en dos largometrajes con Bolívar que fueron; Rosa de Francia y Muchacho solitario. En este último, fue mi primer guión filmado, fui guionista y fui primer asistente de dirección.

Realmente lo que más he hecho es escribir en mi carrera, de hecho debo haber escrito unos treinta unitarios para televisión, unas series, tengo cinco guiones de cine filmados por distintos autores e hice la adaptación y el guión original de mi primera película que es La Clase.

En ese momento yo estaba haciendo documentales para el extinto CONAC (Consejo Nacional de la Cultura) y me convocan en las unidades de producción audiovisual del CONAC, el CONAC ahorita está desaparecido porque era el Instituto de Cultura antes de que se fundara el Ministerio del Poder Popular para la Cultura en Venezuela.

Me convocan, -porque yo había trabajado como guionista- para realizar las primeras obras de ficción para lo que sería la Villa del Cine. Esta institución había empezado su producción con puros documentales, hizo cerca de 400 y se arma como el piloto para hacer ficción.

Yo escribí junto con mi equipo, con el que he trabajado todo el tiempo diez cortos de ficción, que se le dieron a los directores más destacados de los que habían venido del documental.

Fue un experimento muy interesante, crear unas piezas, que a mi lo respeto, me gustan como escritor, ahí participé como escritor y después de eso me convocan a escribir, me dan a escoger entre varios guiones que han venido de distintos concursos.

Leí varios papeles de trabajo, varios tratamientos, sobre todo novelas y guiones que habían ganado algunas cosas. Y fue la primera vez que leí un borrador de la novela corta La Clase, esa novela me gustó mucho y decidí hacer una adaptación. (el autor es el venezolano Francisco Sesto)

Tardé un año haciendo la adaptación, cuando tuve el guión en ese momento la presidenta de La Villa del Cine era la fundadora Lorena Almarsa.

Ella me invitó a que la dirija La Clase. Ya había terminado el guión y me dijo, bueno como tú eres director, yo había dirigido televisión, cortos, pero no había dirigido un largometraje hasta ese momento. Había sido asistente de dirección de largometraje cinematográfico pero no director.

Lo dudé porque en ese momento estaba dedicado a la escritura pero finalmente y afortunadamente accedí e hice La Clase, una película que me ha dado muchísimas satisfacciones en el plano personal. Es una película que fue selección oficial del Festival de La Habana, hacía más de diez años que ninguna película venezolana estaba como selección oficial en competencia.

Y ese año en que estuvo La Clase, también estuvo le película Postales de Leningrado, fue algo importante para nosotros en Venezuela que estuvieran ahí. La Clase fue selección oficial en el Festival de Río, Cinesul, le dieron una mención honorífica del jurado. Fue selección oficial en Viña del Mar, fue selección oficial en el Festival de Málaga en España,le dieron una mención especial en el jurado.

Ha ganado muchos premios de actuación, tuvo una semana exhibida en Paris, me ha llevado a muchas partes felizmente y me ha resultado de mucho intercambio y aprendizaje.




- El nombre de la película La Clase tiene que ver con el proceso que vive el país...

- El nombre es un juego de palabras porque en la trama de la película, la protagonista de La Clase en la zona donde vive, tiene como una clase, pero obviamente la referencia es un tema de clases sociales. Porque la película trata sobre una violinista. Venezuela es quizá una de las referencias más importantes hoy en el mundo, en lo que a orquesta juveniles se refiere. No es atrevido decir, que es el movimiento más importante, está el tema de Gustavo Dudamel toda esa fuerza que hay ahorita.

La película quizo explorar cómo es el mundo de alguien que venía de una extracción social muy baja, metido en el mundo ese de las orquestas juveniles y cómo derrepente esa mezcla y esos puentes entre clases sociales traían conflictos.

Y está enmarcada en el año 1989 que para Venezuela es un año clave, porque la historia contemporánea se parte en dos. Es la época del famoso Caracazo, que es el primer estallido social en Latinoamérica en rebeldía contra el Fondo Mometario Internacional y lo que también es obviamente una lucha de clases.

Entonces, la historia de esta persona que se siente desclasada al entrar al Sistema de Orquesta y que llega un momento en medio de una crisis que le toca decidir, de que lado está. La película va más o menos por allí.

Ya en Venezuela se había hecho el Caracazo, lo había hecho Román Chalbaud, entonces obviamente uno siempre como realizador trata de dar otra mirada de las cosas, más en el caso cuando se trata de tu director más importante.

Yo quise dar una visión mucho más intimista, era ver ese momento histórico a través de los ojos de una niña de 16 años, que lo veía más desde su perspectiva juvenil, amorosa. Pues yo al menos, muy satisfecho.

Después de La Clase, hice una película llamada Comando Eque, una película por encargo, bien, una comedia, también tocaba el tema político, porque bueno tenía que ver con un momento venezolano cerca del 2003, 2004, que fueron las famosas guarimbas, que eran las manifestaciones de las clases altas, trancando calles, quemando cosas. Una comedia, tratada como comedia, la pasé muy bien haciéndola, era como una burla, juega con eso.

- ¿Cuántas películas tienes?

- Tengo dos largometrajes de ficción y como guionista, cinco guiones de largometraje realizado para otras personas. Lo más reciente que se hizo, que yo escribí, es un policial llamado Muerte en alto contraste, que dirió César Bolívar, se estrenó en Venezuela el año pasado.

Y bueno, ahorita como tengo un año y unos meses en la Villa del Cine, que me pidieron que presidiera la institución, ya son otras funciones, otras labores, pues estoy como retirado de mi trabajo profesional pero tratando de apoyar para concluir la obra.

La Villa es una obra muy grande, muy buena, muy beneficiosa, desde el punto de vista filosófico, ideológico es ideal, es algo que no tiene ningún lado de negativo. Porque es toda una infraestructura muy grande, creo que es la única productora en el mundo que surge con el único objetivo de ayudar a los realizadores venezolanos, no tiene otra razón de ser, no cobra por su servicio, simplemente entrar y apoyar la realización venezolana.

- ¿Cómo fue tu designación como presidente de la Villa del Cine?

- Hace un año y dos o tres meses, el Ministro de Cultura -de ese entonces-, Francisco "Farruco" Sesto, me invita a participar como presidente de la Villa del Cine, yo acepté, me costó, porque yo afortunadamente he tenido siempre mucho trabajo en el área de la escritura y de la dirección, tenía varios proyectos andando.

Pero, bueno es una misión, una labor que era muy egoísta rechazarla, porque de verdad la Villa una vez que se termine, será una joya. Imaginate, una institución que tiene dos estudios de 600 metros cuadrados, que tiene toda la post producción de altísima tecnología, que puede atender dos o tres películas a la vez, en equipos de producción, iluminación y máquina. Yo creo que es quizá la única productora en el mundo que no tiene fines comerciales, que es una visión obviamente socialista.


- ¿Cuál es el objetivo de la Villa del Cine?

- Apoyar en infraestructura al cine nacional, apoyar al desarrollo del cine venezolano. No financia, la Villa pertenece a un sistema que es la Plataforma Cine y Medios Audiovisuales. La Villa del Cine ha cumplido cinco años en junio.

- ¿Qué instituciones integran la plataforma?

- La Villa del Cine, que es la productora, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CENAC), que es el instituto de fomento que maneja un fondo, que por ley, hace seis años aprobamos una Ley del Cine en Venezuela. Y esa ley permite que haya un fondo que viene de la televisión por cable, del cine comercial y acumula una gran cantidad de dinero al año, que se reinvierte en cine venezolano.

El CENAC llama a concurso de proyectos, de nuevos realizadores e invierte anualmente alrededor de unos 15 millones de dólares para la producción en Venezuela, entonces el CENAC es fomento.

La Cinemateca Nacional también pertenece a la plataforma y se encarga de la exhibición de una red de salas nacionales y comunitarias, y se encarga del resguardo, porque tiene los archivos fílmicos del país.

Está también Amazonía Films, que es una distribuidora del Estado, que se encarga de la exhibición y distribución, organiza el Festival de Margarita, que es un festival latinoamericano y caribeño. Y se encarga también de distribuir y comprar películas de arte y ensayo, películas latinoamericanas para mostrarlas en Venezuela.

También está el CENDI (Centro Nacional del Disco), que hasta ahora ha funcionado como disco, pero que está adquiriendo unos equipos para poder hacer ediciones masivas del cine venezolano y latinoamericano en el país.

Ya para el año que viene con seguridad, vamos a empezar a hacer las colecciones, porque hay toda una cantidad de cine venezolano al que no tiene acceso las nuevas generaciones porque no está editado en video, un poco la idea es hacer eso.

Entonces, nosotros somos parte de un sistema y en ese sistema a nosotros nos toca el apoyo en infraestructura, en tecnología, en proceso tanto de produción como de post producción. No hacemos aportes en dinero, porque hacemos aportes en nuestra capacidad instalada, ni en el préstamo de nuestros equipos, de nuestros espacios, de los sistemas tecnológicos que ya tenemos.


- Los realizadores pueden ir a presentar un proyecto y si se aprueba, le dan todas las facilidades para que hagan una película...

-Sí, normalmente nosotros recibimos proyectos que ya están montados, que tienen algún financiamiento por alguna parte, que ya tienen más o menos la producción y necesitan la cámara por ejemplo. Y nosotros entramos en co producción y ponemos la cámara, las luces. O esto que está pasando mucho en Latinoamérica, que haces una película en video y llegas una copia en alta definición, porque lo costoso justamente después, es la correción del color del inflado, la mezcla de bandas, la copia dolby, esos servicios nosotros los asumimos.

- ¿Sólo trabajan en Venezuela o tienen convenios con instituciones de otros países?

- Tenemos un convenio con Cuba y con Argentina hasta ahora, con el ICAIC - Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Cuba) y con el INCAA - Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Argentina) que son los dos institutos de cine de los dos países. Y hemos hecho algunos trabajos con los dos países, en co producción de películas, igual entrando en capacidad instalada. Lo que pasa es que la Villa todavía se está terminando, todavía hay algunas cosas que faltan.

- ¿Cómo está equipada la Villa del Cine? ¿Qué área tiene?

- Tiene dos estudios de producción de 600 metros cuadrados que ahora está en su última fase de construcción. Ya está construido, está en la fase de lo que es la insonorización y de parrillas de iluminación. Igual se han utlizado para películas pero no están en las condiciones óptimas, se le está haciendo como dicen su segunda fase.

Tenemos un área de post producción donde hay seis islas de post producción off line, seis islas de edición de audio, estamos terminando una sala dollby que va a ser la primera en el país y va a estar junto a pocas salas en Latinoamerica, realmente en Latinoamerica solamente Chile, Argentina, Brasil, México tienen salas dollby, salas de mezcla dollby.

Además hay un sistema de corrección de color, un scratch que también es un sistema de alta tecnología y tenemos un quemador laser de negativos para pasar videos de alta definición a negativos de 35 milímetros.

En el área de producción contamos con cámaras de la serie Cinealta HD, tenemos de 4 o 5 cámaras que están siempre utilizándose, equipo de dolly, una grúa, iluminación como para dos películas simultáneas y pues como te digo, todo eso está al servicio del cine nacional.


- ¿Realizan talleres, escuelas o alguna manera de acercarse a la población?

- Entre finales del 2010 y comienzos del 2011 vamos a abrir un centro de formación profesional, en la misma institución de la Villa del Cine para formar personal especializado en el área.

Hay necesidad, bueno Venezuela hasta hace dos años si tu vez los números de los noventa y de comienzos de siglo hacíamos una o dos películas al año. Ahora estamos haciendo cerca de doce, entonces no nos damos abasto desde el punto de vista técnico.

Hay muchos procesos que son nuevos y que nunca se habían hecho en el país, entonces tenemos que formar un contingente importante de talentos para asumir el reto de hacer todas estas películas que estamos haciendo.

- Ahora los profesionales que vienen son los que han estudiado Artes, mención Cine en la Universidad Central de Venezuela...

- No, fijate en Venezuela la formación como tal por ejemplo en el centro del país en realidad es empírica, hay gente que se ha formado trabajando o que ha estudiado afuera. En mi caso yo me formé trabajando, hay otros que tienen experiencia afuera, hay una buena tradición de técnicos de cine pero hay algunas disciplinas que se han ido perdiendo porque se asciende para ganar más dinero.

Hay algunas disciplinas concretas que estamos como críticos y justamente eso es lo que vamos a atender, como el foquista por ejemplo, porque el foquista prefiere ser operador de cámara porque tiene una renumeración más alta. Igual los operadores de cámara tratan de ser directores de fotografía porque tienen una renumeración más alta.

Entonces, bueno es un poco trabajar esos sectores medios, profesionalizarlos para que no tengamos esa deficiencia.

Hay una escuela en Mérida, que es una escuela práctica pero normalmente la gente que se graduó en Mérida trabaja en Mérida, que es otro foco de desarrollo en el país, porque bueno en Mérida hay un movimiento importante y se hacen cosas importantes. Por eso, necesitamos formar más gente.

Este año abrió ya una carrera en UNEARTE (Universidad Nacional Experimental de las Artes), que es una universidad pública, que es la Escuela de Cine de UNEARTE y nosotros vamos a abrir ese Centro de Formación Profesional, vamos a estar muy relacionados con ellos.


- La Villa del Cine es parte fundamental de las políticas culturales del gobierno bolivariano...

- Claro, porque es fundamental el tema de la cultura, porque no hay revolución sin revolución cultural. Nosotros estamos en un país donde prácticamente se hacía una o dos películas al año, el 99.9% de lo que se veía era nortemaericano, era cine de las industrias del monopolio mundial.

Hacer cine venezolano significa recuperar una voz que no teníamos, cualquier película venezolana es mejor desde el punto de vista de la soberanía cultural, de la identidad cultural a cualquier película extranjera. Porque estamos diciendo aquí estamos, esto somos, así pensamos, esto creemos, entonces es eso recuperar y multiplicar voces, estamos muy claros en eso.

Afortunadamente desde el año pasado no ha habido un momento en que no haya una película venezolana en cartelera, que no haya la opción de ver una película venezolana con momentos esplendorosos del año pasado, donde hubo 4, 5 o 6 películas venezolanas que podías escoger para ir a ver en un mismo momento. Es decir, que ya existe una oferta del cine venezolano para el público que para nosotros eso es importantísimo.

- Los blockbusters ¿siguen con fuerza o el cine venezolano y latinoamericano han ganado espacio?

- Ha ganado espacio el cine venezolano, el latinoamericano hasta ahora no lamentablemente y hay que avanzar hacia allá. Como te digo ha habido una oferta grande, tanto el año pasado como este ha habido momentos en que hay 4 o 5 películas venezolanas en cartelera en cines comerciales.

Y dos de las películas más vistas el año pasado son películas venezolanas, una es Hermanos que hizo 400 mil espectadores y La Hora Cero que hizo 1 millón de espectadores, que es una cifra monstruosa que sólo hacen las comiquitas en Venezuela.

La Hora Cero estaba ambientada en los años noventa y tenía que ver con una huelga médica. Y Hermanos era un drama sobre dos hermanos de un barrio que se enfrentaban en el fútbol, se estrenó en el mundial y tuvo muy buena acogida, fue una película muy importante hizo 400 mil espectadores, que es una cifra muy alta.

Te estoy hablando que en Venezuela un blockbuster norteamericano lleva 300 mil espectadores, las únicas cifras que se acercan o pasan esas cifras son las comiquitas. Hermanos ganó un festival de clase A que es el Festival de Moscú con el premio de la Crítica y ganó el premio principal de Moscú.

Entonces, el año pasado fue excelente y las dos películas vienen de una política del Estado venezolano que es de apoyo a las óperas primas, las dos son primeras obras, sus autores son noveles.

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