
Mariátegui
10/12/11
El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán se encuentra en estado de alerta máxima. En Teherán temen que el país pueda ser objeto de un atraque de la OTAN, que intentará destruir los elementos clave de la infraestructura nuclear. Todo esto tiene lugar sobre el telón de fondo del recrudecimiento de las sanciones económicas contra Irán por parte de los países occidentales, incluida la prohibición de importar petróleo de Irán.
El comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, general Mohamad Ali Yafari, ordenó concentrar los cohetes balísticos iraníes por todo el país. De esta manera estarán protegidos de los ataques enemigos. Además, las Fuerzas Aéreas iraníes formaron varios grupos de reacción rápida. Estos realizan maniobras, perfeccionan los contraataques rápidos contra la aviación de presunto enemigo.
Los ánimos en torno a Irán y a su programa nuclear empezaron a caldearse el mes pasado, tras la presentación del informe del Organismo Internacional de Energía Atómica, en el que se manifestó la suposición de que Teherán está a punto de crear la bomba atómica. Se trataba del recrudecimiento de las sanciones económicas y de un posible ataque contra objetivos nucleares iraníes, particularmente por parte de Israel. Entonces expertos de La Voz de Rusia expresaron la idea de que el principal promotor de todo el proceso es Washington. Sin embargo, la Casa Blanca prefiere ahora permanecer al margen y tratará de resolver el problema iraní con la ayuda de Tel Aviv.
Por lo demás, todo lo que se dice de los ataques contra objetivos iraníes es más bien una presión informativa, que la preparación de acciones concretas considera el orientalista Borís Dolgov:
- En solitario Israel seguramente no se atreverá a lanzar tales ataques, más aún que, teniendo en cuenta el potencial industrial-militar de Irán, el contraataque no se hará esperar. En lo referente a la coalición EEUU-Gran Bretaña, no pienso que ahora sea posible. La situación en esos países no favorece el inició de una operación bélica más.
A la categoría de presión informativa también se pueden atribuir las declaraciones de algunos expertos de que detrás de los accidentes acaecidos en plantas iraníes están los todopoderosos servicios secretos occidentales – dijo a La Voz de Rusia el analista de la Academia Diplomática del Ministerio de Exteriores, Andréi Volodin:
- Si decidimos que las explosiones son resultado de atentados, entonces cabe preguntarse: ¿qué objetivos persiguen estos servicios secretos? ¿Quieren hacer tambalear el régimen de Ahmadineyad? Pero es que Irán es una sociedad que, ante un peligro exterior, a pesar de sus contradicciones internas, se unirá. La presión de Occidente ya ha intensificado las tendencias hacia el “nacionalismo nuclear” en Irán. Y si los servicios secretos occidentales están implicados en la organización de los atentados en Irán, pues entonces la lógica de su proceder me resulta incomprensible.
Sea como sea, la presión económica sobre Irán sigue en ascenso. La Comisión Europea está estudiando la cuestión de prohibir la importación de petróleo iraní y ya se llegó a un consenso al respecto. Según representantes de la Comisión Europea, esta política será mucho más eficiente si a ella se adhieren EEUU y Rusia. Lo más probable es que Washington se sume a ella. Pero Moscú está convencido de que las nuevas prohibiciones y sanciones caldearán aún más la situación en la región.
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