Perú y Venezuela consolidan acuerdos estratégicos y avanzan en la unidad latinoamericana


Linda Lema Tucker / Mariátegui
01/02/12


El pasado 7 de enero y a cien días cumplidos de gobierno, el Presidente Ollanta Humala arribó a las tierra bella de Bolívar para concretar un conjunto de acuerdos estratégicos, económicos, sociales, culturales y energéticos y avanzar en la unión Perú - Venezuela y más allá en la Unión Suramericana (UNASUR) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Entre los acuerdos trascendentales destaca la cooperación venezolana para la concreción de un polo industrial petroquímico al sur del Perú y la incursión de Petroperú como socio de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la Franja del Orinoco.

Sin lugar a dudas uno de los esfuerzos más importantes del gobierno de Humala, pues, expresa una voluntad decidida de voltear la página de políticas promovidas por diversos gobiernos con el país bolivariano que socavaron las relaciones binacionales. El vuelco de Humala representa además la consolidación de la unidad latinoamericana que prioriza la estrategia de reordenamiento del mercado en la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) y la UNASUR y la negociación de una agenda energética que incluye la cooperación y el desarrollo conjunto entre las empresas estatales PDVSA y Petroperú.

Dicho viraje no va en paralelo con las políticas neoliberales. El gobierno no ha roto con ellas y conserva aún la estructura dependiente con Washington, no obstante se ha distanciado de sus agresivas políticas militaristas. Buena señal la del jefe de Estado que está decidido a impedir que el país del norte socave la estabilidad regional y pongan en riesgo los avances alcanzados. El Perú ha logrado, como sabemos, sostenerse frente a la crisis global por una política multilateral con otros mercados. Pues como dijera un distinguido especialista “Ningún Estado nacional, en forma individual puede insertarse con éxito en la internacional”. Por esta razón, antes de emprender su primera visita oficial al país caribeño, Humala enfatizó “La integración entre el pueblo peruano y el pueblo venezolano es con una misma mente y una misma finalidad el progreso de Latinoamérica y obviamente fortalecer la Unasur y apuntar el avance de América Latina”.

Humala y Chávez: Grandes esfuerzos por la unidad de latinoamericana

Tras su arribo a Puerto Ordaz, donde le rindieron altos honores, el Presidente Humala tuvo un mensaje moderado, un rostro que en todo momento manifestó alegría por el encuentro con su homólogo venezolano. Así a su llegada a las tierras de Bolívar tuvo la siguiente expresión: "Me siento como si estuviera en mi casa. Hemos venido para mejorar nuestros procesos de integración, como lo enseñaron y lo soñaron los padres fundadores de la independencia. Todo el trabajo que debemos hacer es con la finalidad de hermanar más a los pueblos venezolano y peruano para el progreso de Latinoamérica y, obviamente, trabajar por el fortalecimiento de UNSUR”.

El líder latinoamericano, Hugo Chávez Frías fue portador del mensaje bolivariano sobre la construcción de la Patria grande en la región, clamó por la unidad y llamó a conformar bloques de naciones al decir de Simón Bolívar, una nación de Repúblicas. Dijo que en dicho encuentro estaba renaciendo el calor entre ambos pueblos: "Aquí, en el corazón, hay una gran alegría por tu visita, porque sabemos quién eres, Ollanta. Este pueblo te admira, te quiere como quiere al pueblo del Perú y te desea todo el éxito del mundo para ti, para tu gobierno." Escenas de gran emotividad fueron trasmitidas por los canales de Telesur y CNN las cuales expresaron la hermandad existente entre ambos países fundidos por profundos lazos históricos. Entonces había quedado atrás tristes episodios de interrumpida relación binacional y que Humala ha revertido.

Pero más allá de la retórica y de actos protocolares, ambos jefes de Estado suscribieron nueve acuerdos de cooperación en materia social, hidrocarburos y petroquímica, prevención de riesgos de desastres, regularización de la situación migratoria, comercialización de tractores e implementos agrícolas, así como complementación productiva.

Entre los acuerdos más destacados está desarrollar de un polo energético al sur del Perú y la incursión de la empresa Petroperú como socio Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Los mandatarios hicieron un recorrido en helicóptero por la Franja Petrolífera del Orinoco: "Estamos contentos de empezar en este trabajo de ir juntos en el desarrollo de hidrocarburos. Hemos podido atravesar esta maravilla que es la Franja del Orinoco y creemos que su gobierno, con sus trabajadores y su pueblo, van a sacar adelante esto con el petróleo", señaló el dignatario Humala. Al concluir el Presidente Chávez le entrego el Collar de la Orden del Libertador, máxima distinción concede el gobierno de Venezuela con motivo de la visita en el marco de la firma de los acuerdos de cooperación bilateral. El presidente agradeció tan alta condecoración con palabras de hondo significado histórico: "El sacrificio de los libertadores debe estar presente en todos los pueblos de esta América grande, y creo que el futuro nos manda a que construyamos la integración, la unidad, dándonos la mano y trabajando juntos".

En el Perú, sin embargo, la derecha mediática y algunos analistas estrechamente vinculados a grandes compañías internacionales en recursos energéticos se dedicaron a levantar un conjunto de especulaciones respecto a los acuerdos alcanzados. No hay que olvidar que las clases dominantes a lo largo de la historia entregaron a las corporaciones extranjeras todas las garantías para que nuestras riquezas naturales sean explotadas, sin que la nación recibiera beneficio alguno. En esa dirección, la soberanía y la seguridad energética fueron siempre negociadas por gobiernos diversos obstruyendo a construcción de la Patria y el orden constitucional.

En mi libro “¿Fulgor o penumbra? El proyecto de Camisea y el exterminio de los pueblos indígenas” (Marzo, 2011) sostengo que la clase política peruana continúa aún asumiendo una conducta arbitraria, como en la época de la Colonia, cuando para fortalecer la economía peninsular se llevaron barcos atiborrados de oro y plata que extrajeron a costa del exterminio de miles de indígenas. De este modo, Europa prosperó y nuestros pueblos y culturas quedaron al borde de la extinción.

La derecha peruana persiste en cercar al Presidente Chávez

Los medios propagandísticos levantaron un conjunto de especulaciones en razón de la visita de Humala a Venezuela y la firma de los acuerdos alcanzados y han hecho creer que el petróleo de la nación caribeña constituye un peligro para el Perú pues el recurso energético estará acompañado por la ideología bolivariana.

Sería ingenuo de nuestra parte pensar que estas ideas surgen en forma espontánea. Se trata entonces de una campaña mediática plantificada y promovida por los enemigos de Chávez que le temen y por eso lo combaten. Los gobiernos anteriores de Toledo y García fueron los mayores fabricantes de todo tipo de estereotipos anti-chavistas. Lo demonizaron y lo difamaron como “golpista”, "terrorista” y “dictador”. Las operaciones mediáticas sostuvieron así que el líder bolivariano apoyó la campaña electoral de Humala en los años 2006 y 2011. No faltaron las versiones que había apoyado a las guerrillas de la FARC para lo cual la prensa peruana facilitó amplia cobertura mediática. Tiempo atrás y por muchos meses persistieron el mito que argüía que las “casas del ALBA” eran centros de adoctrinamiento del pensamiento bolivariano, sabiendo que nunca existieron. En estos días, los diarios volvieron a salir con la curiosa noticia de que Chávez tenía tan solo un año de vida, cuando las elecciones presidenciales del 2012 serán el 7 de octubre y las encuestas manifiestan que los competidores de Chávez no tienen ninguna chance en ganar, pues, hasta el día de hoy no tiene serios rivales y otra vez, Chávez ganará la presidencia.

La cierto es que el líder representa en el escenario de América Latina una opción socialista que se opone al capitalismo salvaje que incomoda al país del norte, actualmente entrampado en una crisis económica - con millones los “indignados” en las calles que reclaman "un cambio global" ante la actual situación económica, política y social – por la cual la potencia necesita el petróleo de Venezuela y el gas y los minerales del Perú para saciar su codicia amenazada.

Hugo Chávez, el 2 de febrero de 1999 asumió el poder tras ganar las elecciones en las urnas electorales y durante 13 años ha afirmado la vía del socialismo como forma apropiada de enfrentar el poder oligárquico y beneficiar al pueblo venezolano. Pero al mismo tiempo y sin descanso promovió la unidad latinoamericana apoyando a los países de la región en la lucha por el bienestar de sus pueblos. Y al hacerlo ha tenido que enfrentar todo tipo de ataques desmedidos.

Se intenta desacreditar los acuerdos firmados y no faltan los “expertos” en temas energéticos que salen a los medios de comunicación a vilipendiar advirtiendo los peligros que entrañan dichos compromisos petroleros. Tratan de alimentar la idea de que PDVSA intenta devorarnos y se apoyan en las redes sociales de Internet intentando desfigurar la figura de Chávez. No son concientes su estatura generosa y libertaria a dado la vuelta al mundo y que no habrá ardid alguno que pueda emboscar la decisión libre y soberana de un pueblo que opta por construir una patria justa y digna. Además, arguyen que la empresa de Venezuela está al borde del colapso porque los ingresos petroleros de Venezuela se destinan a brindar bienestar al pueblo venezolano.
Estos acusadores debieran decir entonces que la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en el 2006 entregó 5 600 millones de dólares para planes de desarrollo social, entre los que sobresalieron salud, alfabetización, vivienda y alimentación para los venezolanos. Los peruanos podemos preguntarnos ¿Por qué en el Perú no se “despilfarran” las cuantiosas ganancias obtenidas por el consorcio extranjero que explota y exporta el gas de Camisea y se dirigen a los programas que luchan por ejemplo contra la desnutrición infantil? La verdad es que la derecha conservadora no está dispuesta a aceptar la presencia de Venezuela en el Perú y debate con los argumentos que Washington ha inventado.
Patria o colonia

Los “acuerdos estratégicos” entre Perú y Venezuela se han dado en el marco de practicar el concepto de soberanía sobre nuestros recursos naturales que contribuya a afianzar los intereses nacionales. Conocemos que varios países de la región diversos gobiernos democráticos luchan por revalorizar sus recursos naturales asumido con respeto por los Estados.

A pocos días de darse inicio la “Gran Marcha del Agua” la clase política peruana debiera ser inteligente y agradecer los esfuerzos que realizan los gobiernos de Perú y Venezuela. No es posible olvidar que Venezuela y Brasil son las dos potencias petroleras en América del Sur y PDVSA es la cuarta empresa más grande del mundo y que haber establecido compromisos nos ayuda a mirar nuestro futuro en potencia energética.

El gobierno de Fujimori en el año 2000, aplicó las políticas del ajuste y privatizó el gas de Camisea, la mayor reserva de gas del país ubicada al sur del Perú. Los lotes 88 y 56 contaban con 13 billones de pies cúbicos y fueron entregados a las empresas internacionales con el compromiso de que la prioridad era abastecer el mercado nacional. Este megaproyecto creo muchas expectativas los gobierno que siguieres sostuvieron que Camisea era pieza clave de desarrollo y vía para alcanzar la independencia energética con la apertura de la “industria petroquímica”. Además sustentaron que Camisea constituía en fuente importante de renta al permitirnos exportar energía y comercializar productos del gas.

Han trascurrieron 23 años de aquella promesa que ilusionó a los peruanos y la “industria petroquímica” es aún una quimera, los gobiernos modificaron leyes y contratos para beneficiar a las empresas que hasta actualmente obtienen ingentes ganancias con la venta del gas a países extranjeros, mientras que el mercado nacional quedó desabastecido. Los bosques y los ríos resultaron dañados y las poblaciones indígenas y rurales con su pobreza a cuestas esperan que un día no lejano sean capacitados para trabajan en el rubro de hidrocarburos y vencer la pobreza que la receta neoliberal ha acrecentado en el país.

Actualmente, el Perú tiene la oportunidad de firmar un acuerdo con PDVSA que permita educar y capacitar a técnicos peruanos especializados en diversos aspectos de la actividad energética. Las grandes empresas extranjeras no contratan personal nacional acostumbran traer a personal calificado de su país de origen.

Por otro lado, si Petroperú se incorpora a la exploración y explotación de hidrocarburos en la Faja Petrolífera del Orinoco, el Perú saldría beneficiado al convertirse en socio estratégico junto a Brasil, China, Rusia e Irán. Y si esto se convierte en gran proyecto binacional los peruanos tendremos acceso a la fuente de reservas de hidrocarburos líquidos más grande del mundo, situada en un área de más de 55 mil kilómetros cuadrados y un área de explotación actual de 11.593 km2, ubicada al sur de los estados Guárico, Anzoátegui y Monagas.

Es nuestra una oportunidad histórica la que debemos de defender y no podemos dejar pasar. El Perú puede y debe ser un país sustentable teniendo los recursos naturales que tiene y que van desde el petróleo, gas hasta los minerales pero requerimos de la experiencia venezolana que comparta con el Perú su larga experiencia en la explotación y producción de petróleo y aumentar el potencial económico en ambos países.

Se espera además la colaboración del país bolivariano para la concreción del “Polo Energético del Sur del Perú” prometido hace 23 años, asociado al Gaseoducto Sur Andino que contribuya a desarrollar las industrias como la petroquímica y otras de valor agregado que atenderían las demandas del campo y la ciudad al sur del país (consumo doméstico, uso vehicular y promoción de centrales de electricidad).

La derecha peruana no puede ser tan absurda y contravenir con desvergüenza la estrategia del desarrollo equitativo y progresivo que tanto a alabó en nombre del crecimiento nacional. Pues como sostuvo el Presidente Ollanta Humala en Puerto Ordaz: “El futuro nos manda a construir la integración”. O como dijo Simón Bolívar, no descansaremos nuestros brazos, ni daremos reposo a nuestras almas hasta que hayamos librado a nuestro pueblo de las amenazas externas, hasta que hayamos despejado la fórmula misteriosa de un pueblo en libertad.



* Linda Lema Tucker es socióloga y escritora, miembro de la Red Nacional de Mujeres “Manuelita Sáenz”. Actualmente escribe el libro “Manuelita Sáenz, la eterna heroína del Perú y América”.

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