Por una YPF Argentina y al servicio del pueblo







Mariátegui
Foto: Diego Espinoza / Movimiento Quebracho
06/05/12


Los que hace 20 años y durante todas las administraciones luchamos contra el modelo neoliberal, contra la entrega de nuestros recursos naturales y especialmente por la re estatización de YPF, creemos que la medida es un primer paso en la recuperación de la capacidad soberana del Estado. En este sentido rechazamos cualquier expresión neocolonial que pretenda imponer políticas en el manejo de nuestros recursos.


Apoyamos la recuperación de la capacidad de decidir sobre el petróleo y el gas, y esperamos nuevos pasos para lograr el control del conjunto de nuestros recursos petroleros. Creemos que se deben impulsar políticas de desarrollo con sentido social por fuera de la rapacidad del mercado.


Esta acción sobre YPF es un paso importante, aunque romper con la dependencia es una tarea compleja que no puede solucionarse con medidas aisladas. YPF tiene que ser parte de un plan estratégico donde se cuestione todo el modelo productivo y se avance en poner al servicio del pueblo todos los recursos naturales del país, implementando una política nacional y social sobre los ferrocarriles, minería y el resto de las industrias y transportes fundamentales.


La lucha ahora es por conseguir que se avance cada vez más en que el Estado tenga el control efectivo del petróleo, y que YPF sea 100% nacional y 100% pública. La empresa mixta es una limitación clara ya que permite la presencia de capitales privados que buscan el lucro, atentando de esta forma contra el sentido nacional y social que debe tener la nueva YPF. La resolución del problema de las inversiones debe estar íntimamente ligada al fortalecimiento de la unidad latinoamericana con los gobiernos que
comparten nuestros mismos intereses soberanos.


Se abre así una serie de desafíos sobre los que debemos estar alertas para reconstruir una YPF nacional y social: el tipo de relación con los rapaces privados y el control sobre los preciados hidrocarburos no convencionales.


Es por esto que como organizaciones populares hoy se nos demanda una tarea: estar en la calle sosteniendo este avance, pero fundamentalmente disputando el modelo de país que queremos construir. Nadie nos va a regalar la soberanía definitiva. Sólo el pueblo organizado es garantía de que el petróleo no quede en manos de capitalistas nacionales o extranjeros y al servicio de sus intereses, sino al servicio de los intereses de los trabajadores y en función de una mejor calidad de vida para los sectores populares.

http://www.barricadatv.blogspot.com

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