Paraguay en su hora clave



Guillermo Bermejo / Mariátegui
Foto: Cubadebate
25/06/12


Paraguay  vivió una Dictadura encabezada por Alfredo Stroessner  (1954-1989) a la que se le calcula el asesinato de más de 4 mil ciudadanos paraguayos, miles de encarcelados, torturados y todos los crímenes de lesa humanidad conocidos. Además una corrupción generalizada, la prohibición de otro partido político que no fuera el Colorado y de esta manera re elegirse por 8 veces consecutivas.


Anti comunista por confesión, rompió relaciones con Cuba Socialista en 1960, dio asilo político al Dictador Anastasio Somoza cuando el Sandinismo triunfo en Nicaragua,  también dio asilo al nazi, criminal de la Segunda Guerra Mundial, el Dr. Josef Mengele. Fue el primer Presidente en saludar a Augusto Pinochet, al que visito a primera hora para reconocerlo como autoridad chilena. Pro yankee, hizo que los órganos policiales, militares y de inteligencia participaran de la Operación Cóndor en colaboración con las dictaduras de la región, donde el secuestro, tortura, deportación, asesinato y desaparición era moneda corriente.


Pero como siempre los yankees jugaron a la política del limón exprimido: disfrutado su jugo y no habiendo mas de que favorecerse se tira al tacho de basura. En alianza con un sector grueso de las FFAA y la Iglesia, aprovechando el descontento social y lo paria internacional que la dictadura cosechaba por violaciones a los derechos humanos, fue derrocado un febrero 3 de 1989 y exiliado a Brasil.


Desde ahí las cosas no cambiarían mucho para el hermano país. El Partido Colorado continúo en el Poder hasta el 2007 con su política abiertamente por norteamericana, a  pesar del descontento social. En medio de esta situación llega a la Presidencia Fernando Lugo.


Y si bien es cierto que la falta de experiencia frente a un enemigo poderoso, falta de un aparato Partidario solido, tener un Congreso adverso a los cambios reclamados por medio siglo, la falta de sintonizar mejor con las luchas sociales, jugaban en contra del gobierno frente a las aspiraciones máximas del pueblo paraguayo, Lugo había marcado en la agenda un programa popular. E internacionalmente estaba más cercano a las posiciones de los países del ALBA que a las de los EEUU y sus amigotes en el hemisferio.


El gobierno de Lugo creció más de 15% el PBI en 2010. Termino, contra toda la ola pesimista, la represa de Yacyreta y logro que Brasil aceptara pagar 360 millones de dólares anuales, en vez de los 120 que pagaba hasta antes del Gobierno de Lugo por ceder energía eléctrica.


Las familias asistidas por estar en extrema pobreza pasaron de 14 mil antes de Lugo a 120 mil con él en el gobierno. La merienda escolar y útiles gratuitos, la gratuidad de los servicios de salud (que llegan a asistir al enfermo en la  vivienda familiar), la construcción de nuevos hospitales, dotación de nuevas unidades y comisarías policiales para frenar la inseguridad ciudadana, proyectos de agricultura familiar y construcción  de módulos de vivienda de fácil acceso a los más pobres, son algunos de los logros del Gobierno del curita.


Y es por eso que a pesar de que el pueblo esperaba más de él, tiene una gran defensa popular. Y es por estas cosas internas y externas del comportamiento de Lugo que la derecha y el Imperio vieron en la masacre de 


Curuguaty la oportunidad de sacarlo del gobierno, luego de intentonas anteriores de vacarlo porque Lugo tenía hijos por reconocer.


Esta masacre fue diseñada con alevosía y ventaja. Las tierras de un ex senador del Partido Colorado eran pedidas por campesinos sin tierra para trabajar. La policía por orden de un Juez ordena el desalojo. 


La fuerza pública es emboscada por francotiradores confundidos con los campesinos. Resultados: 17 muertos, 11 campesinos, 6 policías y una cantidad sin confirmar de heridos. Lugo destituye al jefe de la Policía y al Ministro del Interior. Pero su suerte estaba echada para los conspiradores.


La constitución paraguaya admite el juicio político para el Presidente, es verdad. Pero esto se consagro debido a la larga dictadura arriba descrita, esa que representaron los que hoy sacaron a Lugo, que colocaba la figura Presidencial casi como una divinidad intocable. De manera apresurada, en menos de 48 horas, las cámaras de diputados y senadores armaron la fantochada de juicio político por la masacre a la que culpan directamente a Lugo y lo destituyeron. Lugo acepta la decisión de los golpistas, pero anuncia que él no ha renunciado.


Y es inevitable hacer comparaciones. Bill Clinton, ex presidente de los EEUU, también compareció ante un juicio político ante la cámara de Representantes y su juicio duro meses, se le dio tiempo de armar su estrategia de  defensa con los resultados ya conocidos. A Lugo se le dieron horas solamente.


Este Golpe de Estado  Parlamentario (de nuevo tipo) ha sido bendecido por la Oligarquía Paraguaya que veía en el triunfo de Lugo y el despertar cada vez mas cuajado de las luchas sociales el fin de sus beneficios basados en la explotación de la clase trabajadora y el remate de los recursos naturales. Había que frenarlo como sea y así se hizo. Como sucedió en Honduras con un Zelaya centrista y a lo mucho democrático, se dio el Golpe  por el solo hecho de colocar una ánfora para que la gente vote, sin ser vinculante si quiera, si se estaba de acuerdo con llamar a una Asamblea Constituyente. Es que el imperio y las oligarquías latinoamericanas encuentran tres pies al gato, sabiendo que tiene cuatro,  cuando sus intereses están en riesgo.


Este nuevo atropello contra la voluntad de los pueblos de América Latina tiene la mano que  mueve la cuna en Washington que duda cabe. La desesperación del águila norteña por los recursos naturales de la Región no tiene escrúpulos, como ordenarles a sus guachimanes locales hacer tamaña canallada es natural, si uno comprende que allá en el norte rico y prospero que nos quieren vender, los recursos se están agotando. Y es en el sur dizque pobre y subdesarrollado donde están las riquezas que ellos se quieren tragar. Y un curita rosado resulta, a estas alturas del desarrollo de la depredación de recursos, un obstáculo.


La política represiva del garrote es lo que están aplicando en Paraguay contra el pueblo que ha salido a las calles a decir que 39 votos del Senado no los representan. Que ellos votaron por Lugo y no por el mercachifle de Franco (¡y Franco tenía que apellidar!) que quiere volver a los días en que excepto la Oligarquía nadie más tenía derecho a mandar, con todas las malas artes arriba descritas.


La buena nueva es que, además del pueblo movilizado, la región se ha pronunciado. Brasil habla de expulsar de Unasur y Mercosur a Paraguay, Argentina llama Golpe de Estado a lo sucedido, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Venezuela no reconocen a los golpistas como gobierno, y hasta Ollanta y Piñera han declarado, aunque sin mucho énfasis, que la democracia latinoamericana ha sufrido un golpe en cuanto a estabilidad. Los gringos como siempre llaman a la “calma” mientras apoyan a las fuerzas represivas contra el pueblo levantado.


La solidaridad y movilización de los pueblos del mundo, rechazando este golpe de estado, debe ayudar a presionar a que los golpistas alisten maletas y Paraguay vuelva por la senda de la paz, con Fernando Lugo como Presidente, el mismo que tiene que aprender que, como decía el Che Guevara, en el Imperio mañoso (y sus agentes locales) no se debe confiar.



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