Perú: El caso del compañero Jaime Ramírez Pedraza y el indulto que la izquierda olvida



Ernesto Montero Campos / Mariátegui
02/10/12

Tenemos una izquierda que no debe envidiarle nada a la derecha, donde lo económico, político llegando hasta lo moral. Una izquierda que en lo económico su consigna es llenar el bolsillo y la austeridad del Che es mito o leyenda; en lo político su único mérito en décadas es haber conquistado sillones parlamentarios con la fe en que desde adentro del monstruo se puede aniquilar sus entrañas y su única estrategia (finalidad) es la no confrontación al sistema, buscando el camino sencillo para un, una izquierda Belaundista, muy distante del camino de Mariátegui; y en lo moral, muy aparte de lo del bolsillo lleno, sus esfuerzos por un socialismo determinista, economicista, por sus ojitos al imperialismo, y esos deslices tan pensados, ya que, siempre predomina su condición de clase: pequeña-burguesa.

Un supuesto desliz que viene de parte del líder del nuevecito movimiento electoral FUERZA CIUDADANA, Carlos Tapia, un reconocido personaje que se le adjetiva con el cliché de izquierda: “A Humala le conviene indultar a Fujimori en este momento”, olvidándose de las matanzas perpetuadas por orden de puño y letra de niños, y mujeres indígenas, estudiantes y luchadores sociales. Tal frase, representa no sólo el oportunismo al que muchos están acostumbrados, sino la conciencia social del individuo y de quienes respaldan y caminan junto a él. Sería aún pronto llamar un suicido político a este personaje, así la buena pluma de la periodista Cisneros lo declare, porque aún acostumbrados a las patrañas políticas, las fuerzas de izquierda no tienen nada de rigurosas, y nada de expectorantes entre sus filas. Caminan con lo que hay, duermen con lo que hay, más ejemplos sería en vano repetirlos. Y para destronar a estos voceros de una izquierda frenética por el poder electoral, la formación de cuadros a elevada altura debe ser parte importante de los movimientos populares que ejercen diferente accionar.

El indulto a asesinos de la calaña fujimorista, para el gobierno solo sería mostrar más su careta fascistoide que poco a poco, pero con extrema velocidad, va enseñando; su faceta de neoliberal a lo García-Toledo es ya muestra bastante para desconfiar de un gobierno que ha roto su alianza con el pueblo. Es muy probable el indulto, los coqueteos Gana Perú-Fujimorismo es evidente, y señala el camino que predominará en los futuros años del gobierno Nadine-Ollanta, cosa que solo muestra un camino que es el organizar la respuesta popular con mucha más severidad y seriedad, corregir el oportunismo, es tarea  corregir la confianza en personajes que no tienen trabajo popular o no vienen de verdaderas experiencias revolucionarias, es quitarse ese adjetivo de izquierda quitinosa y ser consecuentes con su verdadero papel en esta historia.

Sin embargo, analizar la izquierda que sale en los periódicos, que es entrevistada por periodistas que consideran esas cabezas huecas como la única izquierda en el Perú, es un trabajo para la prensa derechista, los esfuerzos verdaderos están fuera de la prensa y pantalla chicas y poco a poco se irá notando.

Me es más grato hablar hoy de un caso que debería ser centro de la solidaridad de la izquierda actual: de comunistas o socialistas, de guevaristas o trotskistas, de parlamentarios populares y no tan populares, de aquellos que llevan la revolución en la boca y de aquellos que la llevan en el corazón, de libertarios y de la gente que habla de pueblo. Toca hablar, es menester difundir lo urgente y primordial, exigir lo justo y llenarse el corazón de verdadera revolución y así tapar la boca que mucho dice pero poco hace. Es reconocible y una vergüenza que personaje de la otra contienda como es el caso de Pedro Pablo Kuczynksi, se preocupara por el compañero Jaime Ramírez Pedraza, nombrando al congresista de su bancada preocuparse e investigar más sobre el compañero en mención.  

Primero lo esencial reconocer en el compañero Jaime, su condición de revolucionario, con los antecedentes que fuesen gusten o no, un compañero que es víctima actual de un sistema nada democrático, un compañero que es eso COMPAÑERO, así nos cueste un titular en la prensa, así mañana más tardar nos llegue un cartelito de la Dircote, así los demás te sientan apestado y te digan radical y ultra, como diría Víctor Jara: “No me asusta la amenaza, patrones de la miseria”. Definir su lucha por el indulto del compañero Jaime como justa, tiene que ser parte de los discursos actuales, de los comunicados, de los pasos diarios. La revolución sin solidaridad no es revolución.

El caso de Jaime Ramírez Pedraza, es singular y penoso, su estado físico por la enfermedad denominada Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo va torturando y matando lentamente en un penal que nunca ha rendido condiciones para estos tipos de casos, ni para los cientos más que debe haber en estado de gravedad. Un sistema carcelario donde predomina el odio y la venganza. Esta es la democracia de la venganza, en donde los humildes son maltratados siempre.

La izquierda actual no toma las banderas de solidaridad, se solidariza y cree en las palabras de ex dictadores, que la ciencia es mentira y que el granuloma del dictador Fujimori es el peor cáncer (averiguar o informarle a Carlos Tapia lo que es un granuloma y que no representa peligro para su presidente favorito). Individuos como estos no enfocan sus palabras a tales casos, por miedo a quemarse o a ensuciar su postura democrática y que exigir justicia por compañeros, para su concepción equivocados, es manchar su pulcridad política. Ellos escogen con qué solidarizarse, qué banderas recoger e izar, que actitudes oportunas para sus intereses rescatar. Hablar de los compañeros de las FARC y su lucha contra un Estado paramilitar está prohibido discutir, y mucho menos llamarlos compañeros. No es la misma actitud que compañeros de otras fuerzas en el continente si demuestran y que deberían enseñar, compañeros como del FPMR en Chile, como de los Argentinos con nombres propios; Néstor Kohan, la Juventud Guevarista, De Santis y muchos más que siguen la frase “aquí allá, el miedo se acabó”, compañeros intelectuales como James Petras o el cubano Fernando Martínez Heredia nos enseñan que solidarizarse es muestra de que el socialismo avanza y que se vence el cerco que impone el Imperialismo.

En el Perú, son pocos los movimientos que recuerdan el caso del Compañero Jaime, pero esos movimientos representan la parte importante y hay que seguir exigiendo un INDULTO que si corresponde dentro de los parámetros de esta justicia estatal.

Para concluir, conocí al compañero Jaime cuando aún podía mover los brazos y charlar sus experiencias de una juventud que creía en la liberación de la patria, que con todos los sueños alzó su estandarte hasta el final, lo demostró con toda su fuerza pero ahora es necesario por todos los medios, apoyar su pronta liberación para que el poco tiempo sea lleno de sonrisas a lado de su familia.

Ernesto Montero Campos
Amor_Revolucionario@hotmail.com

Prensa Rumi
Rumi.revista.peru@gmail.com

Comentarios