Chile: I Cumbre CELAC - UE. La agenda con Europa




Mariátegui
24/01/12

Sesenta países de Europa y América Latina y El Caribe, se reúnen por séptima vez para tratar una agenda que mezcla lo económico y político con la cooperación. Pero esta vez el bloque americano intenta tener una sola voz a través de la reciente Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Chile es el escenario de la I Cumbre CELAC-UE.

Carlos Benavente Gomez (1)

Uno de los principales temas en la I Cumbre CELAC-UE, realizada en Santiago de Chile entre el 26 y el 28 de enero, es la anunciada nueva fase de la asociación birregional, centrada en temas de innovación y tecnología  para el desarrollo sostenible y la inclusión social.

En buena cuenta, el tema de fondo sigue siendo la agenda de libre comercio y protección de inversiones, en el escenario de guerra de mercados, pero a la sazón de otros temas como el de cooperación, que aparentan ofrecer un carácter distinto a la relación entre América Latina, El Caribe y Europa.

En efecto, el tema central de esta primera Cumbre CELAC-UE se conoce como “alianza para un desarrollo sustentable: promoviendo inversiones de calidad social y ambiental”.

:: Relación birregional

Desde 1999, los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE) se han venido reuniendo cada dos años con sus homólogos de América Latina y El Caribe en las hasta el 2010 llamadas Cumbres ALC-UE. 
La primera vez fue en Río de Janeiro, Brasil en 1999; la segunda en Madrid, España en el 2002; la tercera en Guadalajara. México en el 2004; la cuarta en Viena, Austria en el 2006; la quinta en Lima, Perú en el 2008; y la sexta nuevamente en Madrid, España en el 2010.

A partir de la cumbre de Guadalajara se realizaron paralelamente encuentros de sociedad civil, denominados como Cumbres de los Pueblos, o también Cumbres Enlazando Alternativas en las que se criticaba y denunciaba principalmente la conducta de las transnacionales europeas en muchos de los países de América Latina y El Caribe.

En las cumbres oficiales siempre se declaró la voluntad de fortalecer las relaciones birregionales, reforzando el entendimiento político, económico y cultural entre las dos regiones, con miras a desarrollar una asociación estratégica birregional, basada en tres pilares: el político, el económico y el de cooperación.

Acuerdos de Asociación

En ese mismo periodo la UE promovió la firma de los Acuerdos de Asociación (AdA), que además de incluir los clásicos temas que contiene un Tratado de Libre Comercio (TLC), prometía tratar otros como el de cooperación al desarrollo.

Los europeos siempre han buscado distinguirse de la integración comercial a lo TLC planteada por Estados Unidos, afirmando que ellos ofrecen a América Latina y El Caribe, el máximo instrumento de integración que contempla la UE.

Y si bien, al inicio los AdA no estaban pensados en negociarse bilateralmente, sino con las distintas subregiones (Mercosur, Can, SICA, etc.), no quedó otra alternativa que hacer la excepción en el caso andino, pues Ecuador y Bolivia, a diferencia de Perú y Colombia (que ya tenían TLC con Estados Unidos), tienen reparos al contenido, en especial en la parte de inversiones, propiedad intelectual y otros temas sensibles también presentes en un AdA.

Sin embargo, con Centroamérica, Europa logró firmar en bloque. A mediados del año pasado se concretó la suscripción del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y en la actualidad avanza el proceso de aprobación de dicho documento en los parlamentos centroamericanos.

:: Bloque latinoamericano

Mientras Europa basó sus posiciones en estrategias definidas como bloque en su relación con América Latina y El Caribe, a lo largo de las seis cumbres ALC-UE, lo mismo no fue hecho por los países del subcontinente americano, que bailaron cada quien con su pañuelo en cuanto a intereses políticos y económicos se refiere.

Sin embargo, esta práctica está a punto de cambiar, pues es la primera vez que los países América Latina y El Caribe se presentan bajo una misma instancia frente a la UE. La CELAC, puesta en marcha a fines del 2011, es el paraguas de donde se intentará a partir de Santiago de Chile concretar los principales temas birregionales.

El encuentro con Europa en Chile ya no se llama VII Cumbre ALC-UE, sino I Cumbre CELAC-UE. Es todo un símbolo, y muestra la influencia de los gobiernos progresistas tras su aparición en la región la década pasada. 
Además, un día después de esta cita, CELAC tendrá su propia reunión anual, donde Chile dejará la presidencia pro témpore, cediéndola a Cuba, país que acaba de iniciar un proceso de reformas económicas estratégicas que constituyen una actualización de su modelo pero manteniendo las conquistas de la revolución.

:: Cooperación europea

La estrategia actual europea con América Latina y El Caribe se denomina: “la Unión Europea y América Latina: una asociación de actores globales”, actualizando el nombre anterior: “una asociación reforzada entre la Unión Europea y América Latina”.

Más allá de cambios de denominación, los programas de cooperación siguen pendientes de adaptarse con el fin de mitigar los efectos de la crisis financiera global sobre el crecimiento sostenible y así conseguir por fin una mejor distribución de los ingresos.

Los fondos asignados de la Comisión Europea destinados a América Latina ascienden a un promedio anual de 500 millones de euros, lo que es no es suficiente para el número y variedad de actores presentes sobre el terreno.

El compromiso del 0.7 por ciento del PIB de cooperación que asumieron la mayoría de los países miembros de la UE, se ha pospuesto para el año 2015. Actualmente, el promedio varía entre 0.33 y 0.53 por ciento.

Es más, en estos días el gobierno español señaló que recortaría a la mitad los fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

:: La agenda pendiente con Europa

Uno de los retos de la I Cumbre CELAC-UE se refiere a la actualización del Plan de Acción aprobado en la VI Cumbre ALC-UE en Madrid, el mismo que da seguimiento al proceso birregional en las siguientes áreas:

Ciencia, investigación, innovación y tecnología;

Desarrollo sostenible, medio ambiente, cambio climático, biodiversidad y energía;
Integración regional e interconectividad para promover la inclusión y la cohesión social;
Migraciones;
Educación y empleo para promover la inclusión y la cohesión social; y,
El problema mundial de la droga.
Todas estas áreas se han estado contemplando en las cumbres anteriores.

En cuanto a reforzar la integración e interconectividad regional está pendiente la ratificación total del Acuerdo de Asociación (AdA) Unión Europea-Centroamérica; los acuerdos comerciales multipartes (TLC) Unión Europea-Colombia y Unión Europea-Perú; y el avance en las negociaciones para un Acuerdo de Asociación Unión Europea-Mercosur, congeladas desde el 2004.

Está pendiente también la asignación de los fondos para el próximo período de la Facilidad de Inversión para América Latina (LAIF). La Comisión Europea ha previsto un presupuesto total de 125 millones de euros para el período que finaliza en el 2013.

De otro lado, la Fundación EU-LAC, que inició sus operaciones a fines del 2011 para reforzar la asociación birregional, busca vincular el proceso intergubernamental con sectores empresariales, académicos, y de manera amplia con la sociedad civil.

Es por ello, que se espera que la reunión de Santiago incorpore a su diálogo las conclusiones del trabajo de los foros de la Sociedad Civil. Aunque eso está por verse.

:: Crisis global y más

Sin duda, se han incrementado los desafíos birregionales debido a la crisis económica y financiera global, el cambio climático y otros temas de primer orden en la agenda mundial.

Según las perspectivas del Banco Mundial 2013, se espera que el crecimiento económico regional sea de alrededor de 3,9 por ciento en promedio durante 2014-2015, por las políticas de adaptación en algunas de las principales economías de este lado del planeta, y el apoyo de la mayor demanda externa e interna.

Sin embargo, la región sigue siendo vulnerable a un entorno externo incierto, a la creciente exposición a Asia oriental, y a factores específicos de cada país.

El debilitamiento de la demanda mundial y de la demanda de productos básicos afectará negativamente los precios y las naciones con menos amortiguadores macroeconómicos podrían quedar particularmente inermes. 
Eso sumado a la parálisis de la zona del euro y la parálisis fiscal de Estados Unidos.

En las naciones del Caribe, donde los sistemas financieros son débiles, una desaceleración abrupta del crecimiento podría deteriorar marcadamente la calidad de los créditos y perjudicar aún más el desarrollo económico.

En un escenario de posible retorno de dinero itinerante se podría complicar la aplicación de políticas públicas en economías integradas financieramente en la región, generando apreciaciones monetarias.

El panorama invita a debatir sobre a dónde deben ir las baterías regionales en cuanto a integración se trata, y cuáles son las velocidades necesarias. Mirar más a la interna de América Latina y El Caribe, y tener bastante claro las amenazas de vincularnos comercialmente cada vez más a zonas económicas estancadas, son aspectos que los mandatarios de la región no pueden pasar en esta I Cumbre CELAC-UE.



(1) Economista nicaragüense, miembro del Centro de Desarrollo del Campesinado (CEDECAM), y actual copresidente pro témpore de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd).

http://www.latindadd.org/economiacritica

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