Guillermo Bermejo Rojas / Mariátegui
22/03/13
El negocio del narcotráfico atraviesa todas las esferas del poder y sociedad en nuestro amado y vilipendiado Perú.
Haciendo memoria recuerdo que en los años 80 Carlos Lamberg fue el principal financista de la campaña presidencial de Armando Villanueva, candidato del APRA. Años después caería detenido en Mexico, junto a Jorge Idiaquez quien fuera secretario de Haya de la Torre. La afinidad entre el PRI mexicano con el APRA lograría que no fueran encarcelados a pesar que fueron sorprendidos con 11 kilos de cocaína.
Esos años 80 tenía también a Reynaldo Rodriguez López, quien fuera bautizado como “El Padrino”, que fungía de asesor del Director General de la Policía, Jorge Garate. Vinculado a muchos generales de la epoca, Rodriguez López cayó cuando explotó el laboratorio que tenía en su domicilio.
Cuenta la historia que el estudio de Alan Garcia (aunque no lo crean , parece que alguna vez ejerció el derecho) tenia de cliente a Evaristo Porras, narco colombiano que luego fuera ayudado por nada más y nada menos que por Vladimiro Montesinos para escapar del país.
En el gobierno del papá del Congresista Fujimori, cayó Demetrio Chavez Peñaherrera, alias “Vaticano”. Y cayó porque no quiso aceptar que Montesinos le subiera la tarifa. Él, dijo, pagaba 50 mil dolares por avioneta y ahora don Vlady quería más. No hubo trato y se fue preso.
En los años de la dictadura, el narcotráfico lo manejaban desde palacio. El avion presidencial fue detectado con 176 kilos de cocaína. Como suele ser en estos casos, solo se detuvo a dos sub oficiales FAP y personal subalterno. El 27 de setiembre del 2000, aparecía con la cabeza destrozada por un balazo de una AKM, Juan Aliaga, uno de los detenidos.
Sospechosa muerte de quien tendría que declarar lo que sabía del negocio de la cocaína. Argumentando suicidio, nadie investigó mas.
Eran los años del Chino y tambien se encontró un cargamento de cocaína en un buque de la marina. Tambien desaparecieron 80 kilos de cocaína incautada en la costa norte y se explicó que se la habian comido unas extrañas y adictas polillas.
Es por eso que ver cómo se han encontrado 100 kilos en una empresa en la que el hijo más estupido del Dictador es accionista mayoritario no puede ser una gran sorpresa.
Asquea eso sí, tener ese tipo de escorias sentados en un parlamento que le sirve para bailar en la impunidad. Y como para que quede claro que este es el país del tapame mis cochinadas para taparte las tuyas, el tema ha pasado por agua tibia en los medios. Esos medios que exigen que incendien los cocales de campesinos pobres, esos mismos que quieren meter presos a los adolescentes que bajo efectos de drogas se convierten en terribles pandilleros, quieren que este delincuente y tamaño hallazgo pase al anecdotario de lo insólito.
Ver al fujimorismo comprando conciencias con todo lo robado duele mucho. Pero ahora podremos asegurar que también compran conciencias con el fruto del dinero que genera el narcotráfico. Con el dinero de las narices adictas de los jóvenes, pretenden llevarnos de las narices para que vuelvan a hacer de este pais la pesadilla reinventada de los 90.
Me pregunto que espera la justicia para pedir que se ponga a derecho esta mala copia del patron del mal. Me pregunto que esperan en el Congreso para defenestrarlo de su cargo. Ese Congreso en el que cada día es mas difícil encontrar caras presentables, se harían un bien si echan las manos narcotraficantes de Kenyi del parlamento.
Si no hay capacidad de sancionar judicialmente y politicamente a personajes como Kenyi Fujimori, el narcotráfico se adueñará de los poderes del Estado como sucede en Colombia o México, con los niveles de violencia y horror que cada día nos hacen sentir que el infierno existe y lo estamos viendo.
Hasta la victoria siempre
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