Mumía Abú-Jamal / Mariátegui
09/05/13
Es una ironía de la historia que los descendientes de aquellos que fueron encerrados en los guetos de Varsovia, en Polonia, objetos de los amargos odios de los Nazis, han creado hoy un verdadero océano de opresión y miseria en su contorno; las prisiones al aire libre que son los guetos de Palestina: Gaza y Cisjordania.
Allá, a la vista del mundo entero, está el más reciente estado que vive el apartheid de la segregación racial, donde los árabes son excluídos de algunas carreteras, donde su propia tierra es dividida en su presencia y rodeada con cercas de alambre de espinas, bardas de ciclón y murallas de concreto.
Bienvenido a la ocupación israelí, bendecida por el gobierno de los Estados Unidos como su puesto de avance Imperial, donde las vidas de los palestinos son destrozadas en mil pedazos todos los días, donde todo, desde los árboles de olivo hasta las fuentes de agua, todo, a excepción del mismo Sol, está bajo llave, prohibido, cerrado al pueblo de Palestina.
Así que, aquellos que – por siglos – fueron sometidos a los amargos odios y represión por la cristiana Europa, ahora están sometiendo a otro pueblo a odios amargos y represión, para beneficio de Europa y de los Estados Unidos de Norteamérica – todo por la codicia de Occidente por el petróleo Medio Oriental.
Regalo de un imperio (el británico) y ahora intrumento de otro imperio (los Estados Unidos), Israel se ha convertido en el rabioso perro de ataque de Occidente, listo, siempre dispuesto, bién armado y capaz de atacar cualquier blanco que sus amos le señalen –especialmente los árabes.
Entre tanto, los palestinos sufren toda tragedia que un pueblo oprimido puede sufrir: dislocación, ocupación, encarcelamiento de sus militantes, subversión de sus líderes políticos, robo de sus tierras y el envenamiento de sus espíritus por el apartheid impuesto por el régimen de Israel.
Apartheid? Sí. Porque la única diferencia concreta entre la represión racista de los sudafricanos y los palestinos es que el gobierno Nacionalista de los británicos explotaba el trabajo africano; los Zionistas no quieren ni necesitan el trabajo de los palestinos –los Zionistas solo quieren las tierras palestinas. Y en ése sentido, su forma de racismo es mucho peor, porque en el apartheid israelí, los árabes palestinos en verdad se pueden eliminar.
Y si lee los comentarios en la prensa israelí, o escucha a los políticos israelíes, va a escontar el mismo abierto y grosero odio y racismo hoy expresado contra los árabes, que hace más de 60 años se expresó contra los judíos en Alemania; y más de 60 años antes que éso, se expresó aquí contra las Naciones Nativas de este continente y contra los negros descendientes de Africa recientemente liberados en los Estados Unidos.
Israel es hoy un país que practica el apartheid. Necesitamos reconocer ese hecho para así poder mobilizarnos contra ese sistema.
Abajo con el Apartheid: aquí y en cualquier parte del mundo!
Traducción libre del inglés enviado por
Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com,
hecha en REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas.
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