Perú: El No indulto a Fujimori, la última bandera de Ollanta Humala


César Zelada / Mariátegui
13/06/13

No es tanto el contencioso de La Haya (que de salir positivo, todos los líderes políticos se adjudicaran la victoria), sino la lucha contra la corrupción que pasa ahora por el indulto a Fujimori. Y en efecto, el No al indulto del reo ex dictador, expresa, por un lado, la necesidad de mantener Ollanta su popularidad, y por otro, la derrota del fujimorismo. 

Y es que el fujimorismo levanto desde la campaña electoral como único punto programático el indulto a Fujimori. Y mal asesorados creyeron que una solicitud y una carta del reo con tono bravucón iban a poner a Ollanta contra la pared después de su marcha atrás sobre Petroperú. 

Pero lo que no calcularon los fujimoristas es que la única forma de acumular fuerzas para la candidatura de Nadine es manteniendo una base social de apoyo democrático que le permita a la primera dama mantenerse en las encuestas después del último bajón de más de 10 puntos.

Ahora, un fujimorismo derrotado, es como una manada de hienas heridas. Van a chillar  y se van a dividir entre moderados (planteando un nuevo indulto, conciliando la candidatura de Nadine talvèz) y ultras (con aspiraciones golpistas contra el gobierno de Ollanta agitando y boicoteando desde el Congreso y las calles). 

En todo caso, lo interesante en esto es el silencio de Alan García que debe estar pensando seriamente en como reformular su estrategia frente a la Megacomisiòn y la familia palaciega. 

Y es que el propio Ollanta el día sábado desde Loreto declaro que, “…Algunos creen que adelantando su campaña o creando conspiraciones de reelección, creen que van a evadir la justicia, cuando en realidad se robaron la plata. Eso no lo debemos olvidar…”, (diario Peru21, 08-06-13), manifestando una nueva ofensiva contra el ex presidente García. 

Y éste último no tardo en responder al decir que, “…Presidente no se pique: Lo más tradicional en la historia es un militar que se queda en el poder y quiebra al país. Me parece escuchar los gritos y amenazas de Hugo Chávez. No insulte, gobierne bien…” (La República, 08-06-13), expresando que el alanismo apelará a la táctica de “chavistizar” al gobierno para politizar las denuncias de corrupción que tiene, así como ganar los oídos de la derecha empresarial (que con la Ley de Promoción de Inversiones, está más que contenta con Ollanta), para vacar al presidente. 

Entonces, Ollanta Humala y Nadine Heredia, están calculando políticamente, que después de su marcha atrás en Petroperú y el modelo neoliberal, lo único que les queda después de los programas sociales, es la bandera de la lucha anticorrupción contra el fujimorismo y alanismo. 

De ser así las cosas, la perspectiva será polarizante entre Palacio y los partidos tradicionales que tienen las manos manchadas de sangre y corrupción como el APRA y Fuerza Popular. 

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