Mariátegui
06/06/13
El capitalismo no tiene patria, ayer la Familia Capriles anunció la venta en 140 millones de dólares de todo su consorcio empresarial, inversor, industrial y mediático en Venezuela. La Burguesía a la hora de las decisiones poco le importa los principios y la ética, solo cuentan sus intereses, ganancias y utilidades. Inocentes los miles de incautos que creyeron en sus predicas de la libertad de expresión, los derechos democráticos y el amor por Venezuela.
Otro tanto hizo hace un mes Guillermo Zuloaga, quien arengó por 14 años a los periodistas, trabajadores y teleaudiencia de Globovisión en contra de la Revolución Bolivariana. Terminó vendiendo en 80 millones de dólares su parte del negocio de la comunicación.
Zuloaga se fue sin arreglar las prestaciones y antigüedad de los 450 trabajadores del Canal de Noticias quienes tendrán que lidiar con el nuevo patrón la defensa de sus derechos laborales.
Los accionistas del Nacional y El Universal buscan compradores, Rafael Poleo le dijo a un amigo suyo en Miami que si conseguía un marchante vendía el Nuevo País y la Zeta. Faltaría que la Familia Camero de Televen se sume a esta ola de ventas millonarias de medios de comunicación.
La MUD se debilita, su esfuerzo político lo ha centrado por años en el apoyo de las grandes corporaciones mediáticas. En el olvido quedó el trabajo de base, el comité local de partido, la militancia y los ideales. Toda actividad política se convirtió en marketing, compra de votos y desembolso de enormes sumas de dinero.
El desespero de Henrique Capriles en convocar una conspiración internacional con el apoyo del “mosquita muerta” Juan Manuel Santos desde Bogotá está relacionado con la deserción de los grandes grupos económicos y mediáticos en Venezuela que empiezan a hastiarse de estar apoyando y financiando sus aventuras.
La sociedad venezolana avanza en la consolidación de las instituciones del Estado Bolivariano. En la construcción de su democracia patriótica, socialista y revolucionaria. En el impulso del Plan de la Patria, en la edificación de las bases del desarrollo industrial, agropecuario, minero y turístico.
A nuestros compatriotas que ingenuamente han creído por años en las predicas de los dueños de medios de comunicación, es el tiempo de abrir los ojos, los “peces gordos” se van con las alforjas repletas de millones dólares y nosotros no quedamos aquí trabajando y luchando por el país.
De la venta de esos emporios mediáticos no le toca ni un centavo al pueblo lector y televidente.
Lenin Aquino
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