Venezuela. En Caracas niños cambiaron videojuegos bélicos por bicicletas


Mariátegui
11/10/13

Bajo un sol que brilló con todo su esplendor, 500 niñas y niños de los colegios Francisco Pimentel, República del Ecuador, Luis Razetti, Los Naranjos y Ángel Rivas Baldwin, pusieron ayer su granito de arena en la lucha contra la violencia: cambiaron sus videojuegos bélicos por bicicletas.

Representantes y maestros los acompañaron en las actividades organizadas por la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, como parte del Programa De la Violencia a la Convivencia y el Movimiento por la Paz y la Vida.

Mientras esperaban ansiosos el intercambio, los chamos disfrutaron de las seis estaciones en las que se convirtió la plaza: Títeres y cuentos, Creación e imaginación, Fotografía, Prevención y conciencia ecológica, Arte y recreación y Encuentro.

También fueron beneficiados los niños de las parroquias Santa Teresa, San Juan, Santa Rosalía y La Vega y los de las entidades de atención Mi Turpial, Mi Orquídea y Mi Araguaney.


Intercambio por la paz

El intercambio fue iniciado formalmente por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez; la jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faria, y el candidato del Gran Polo Patriótico a la Alcaldía Metropolitana, Ernesto Villegas.

Rodríguez destacó que “son mil 355 actividades por la paz que hemos venido haciendo. Decir que estamos por la paz es lo mismo que decir te quiero. En lugar del odio que está en esos juegos nosotros estamos diciendo aquí: te quiero, te quiero Caracas, quiero a mi familia, quiero a mis hermanos, queremos a nuestras niñas, queremos a nuestros niños”.

Después de entonar el himno nacional, el mandatario sostuvo que “fue escrito así por nuestros próceres, porque Caracas siempre dio el ejemplo para la independencia, para la libertad. Y estamos siguiendo el ejemplo que Caracas dio”.

Invitó a los niños a levantar en las manos los videojuegos que “solo sirven para la destrucción, para la desunión, para la violencia”.

Además agregó que ese material lo van a destruir “para que no tengamos ninguna forma de alentar la violencia”.

Una chica fue la primera en realizar el intercambio. “Pa’ la basura” fueron las palabras que pronunció el gobernante local cada vez que recibió un videojuego de manos de los niños.

La mañana transcurrió con diferentes actividades. “Jugamos fútbol, básquet, manejamos bicicletas, dibujamos, hicimos figuras con arcilla y papagayos. Nos divertimos”, comentó Yoelvis Brito, del Colegio Ángel Rivas Baldwin.

Representantes como Neoka Márquez, de Santa Rosalía, resaltaron la importancia de estas actividades “porque se debe buscar la manera de ocupar los espacios junto a los niños”.

Jacqueline Faria invitó a los asistentes a decir sin pena te quiero, como lo enseñó el Comandante Chávez, y a desechar todo lo malo, incluidos los videojuegos.

“Vamos pedaleando hacia el futuro con ustedes para que sean adultos de bien, para que sean hombres y mujeres que le den a esta Patria una mayor grandeza”, expresó Villegas.

Asimismo, el alcalde resaltó que “la plaza Diego Ibarra es principalmente de ustedes. Aquí antes lo que había era un poco de escombros, una cantidad de kioscos, la gente no podía venir. Ahora la tienen por amor a Caracas, por querer a Caracas, para que vayan con sus bicicletas, con sus patinetas”.

Y eso fue lo que hicieron los niños: disfrutar del espacio.

“Sigamos en esta lucha por querer a Caracas, en esta lucha contra la violencia y en esta lucha por la paz”, dijo Rodríguez al finalizar.


Cero violencia

El Movimiento por la Paz y la Vida fue instalado en abril por el presidente Nicolás Maduro durante el programa Diálogo Bolivariano, transmitido desde la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), en Catia. “La Patria segura nace del esfuerzo, trabajo y la unión de todos los ciudadanos para construir la paz”, destacó Maduro en esa oportunidad.

Según información de la página web del movimiento, éste “nace como una iniciativa del Gobierno Bolivariano en su afán de preservar la vida de las y los venezolanos para continuar impulsando una cultura a favor de la convivencia pacífica y solidaria”.

Y es una vía para la participación activa de los movimientos sociales, dentro de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.

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